Un amor... que cayó del cielo

Epílogo

_ ¿Qué es eso?_ preguntó Wilson con cara de pocker.

_ Un vestido._ respondió Wendy con obviedad.

Wilson la fulminó con la mirada y ella levantó las manos a modo de rendición.

_ Ya se que es un vestido señorita Summer, pero, expliqueme porque le queda de ese modo._ pidió ella indicando insistentemente el ruedo del vestido, y las mangas y todo lo demás.

_ Lo siento señorita Wilson, pero este vestido no me queda._ informé y esta me miró poniendo nuevamente su cara de pocker.

_ Eso ya lo se señorita Jones, si no le quedaba porque no me informó para hacerle los arreglos._ dijo, apunto de entrar a la histeria.

_ Es que durante la prueba de vestuaria Maddy estaba aún en el hospital._ le explicó Wendy.

La señorita Wilson comenzó a caminar de un lado a otro, seguramente pensando a una solución, aunque, también pudiera estar maquinando una manera de matarte lenta y dolorosamente. Todo puede pasar.

_ Es demasiado tarde para buscar una solución a este problema._ se acercó nuevamente a nosotras y hizo un vago intento de acomodarme el vestido._ Ya es la última escena, tendrás que salir y terminar con esto de una vez por todas.

Wilson se frotó la cabeza agotada. La entendía perfectamente, yo ya habría matado a alguien después de todo lo que había pasado.

Tuvimos que suspender la presentación de la obra por varias semanas, y a varias semanas me refiero un par de meses. Zack, su actor principal, se cambió de escuela y tuvo que poner a otro en su lugar. La mayoría de nosotros no pudimos aprendernos el libreto, y por mayoría me refiero a mi y a Ed, que había cometido una gran de errores. Yo en cambio fui más inteligente y maquillaba mis palabras con otras.

Era marzo, entraba la primavera, estábamos presentando  Orgullo y Prejuicio a toda la escuela, incluyendo padres y maestros. Y había sido un total desastre.

Salí al escenario hecha toda una bola de nervios, intentando no tropezarme con el ruedo del vestido. Cuando llegué al centro de este y sin mirar al publico, puse mis ojos en el sol de utilería que habíamos hecho no hace menos de una semana. Suspiré pesadamente y cuando lo sentí a mis espaldas me tensé un poco.

_ Creo que le debo una disculpa._ dijo y me giré para verlo.

Estaba hermoso con su traje  mal puesto, el saco sin abrochar y el pelo revuelto. Cuando lo miré a la cara el muy imbécil estaba reprimiendo una carcajada, lo noté, ya lo había hecho varias veces desde que comenzó la obra.

_ La que debería disculparse soy, después de ver todo lo que ha hecho por mi herma...

_ Tiene que saberlo._ me interrumpió. Se supone que no debía de interrumpirme, según la historia moderna que creó Wilson, yo terminaba mi frase con algo más._ Tiene que saber que todo lo que hecho, lo he hecho por usted y nada mas._ Rick me miraba de una forma intensa, sus ojos estaban perdidos en los míos y parecía que ambos guardamos un secreto en nuestras miradas.

_ Lo se, se todo...

_ No, no lo sabe._ Rick se acercó a mí y me tomo de las manos acercándome más a él._ Si lo supiera no se alejara de mi y no me ocultaría lo que siente. Después de la visita de mi tía, me he dado cuenta de que lo que siento es más importante que mi vida misma. Y que muero por saber lo que usted siente por mi.

Me acercó más a él, como si fuera posible, me tomó dulcemente el mentón y bajo a mi altura para juntar su frente con la mia.

_ Dígame que lo que siente por mi sigue intacto, que sus sentimientos no han cambiado y que me ama como yo la amo. Digame, digame que me ama y le perdono todos sus prejuicios para conmigo, y yo me olvidaré por completo de mi orgullo, para humillarme ante usted.

Nada de lo que dijo estaba en el libreto, y si apenas podía recordar mis propias líneas. Mejor dicho todas mis lineas se me olvidaron. Solo estaba ahí, bajo su intensa mirada, acorralada bajo sus palabras. Así que hice lo primero que me vino a la mente, poniéndome de puntillas para alcanzar sus labios y besarlo, pero lo único que logré era lo que tenía varios minutos evitando. Me tropecé con el ruedo del vestido y ambos terminamos en el piso, solo que yo encima de él y él soportando todo mi peso.

No podíamos dejar la escena de esa manera, Wilson acabaría por matarnos a los dos y pues, aproveché el momento para besar sus labios y hacer una mueca para que los chicos tras bambalinas bajarán el telón.

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¿Qué les parece? No lo olvidé.

Fue un placer para mi escribir esta historia. Si les ha gustado, voten, comenten y compartan. 

Si quieren seguir siguiendo mis historias, les recomiendo que lean; El secreto de mi abuela, para los que les gusta el misterio. All for a Coffe, para los que quieren reir un poco con una loca como Macansy. Y para los que quieren ver ficción, muy pronto en mi perfil estará disponible, Centinela, que promete ser muy entretenida. Pienso publicar la sinopsis de esta historia para que la conozcan, pero todavía no habrá nada de capítulos.

Les agradezco un montón por estar conmigo en esta historia, por molestarse en conocer a los personajes y por viajar a través del tiempo y el espacio para vivir Un amor... que cayó del cielo junto conmigo.

ARIGATO.