Capitulo 39

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Maddy's Pov

_ ... veinte y ocho, veinte y nueve, ¡treinta!_ gritó Mike justo cuando terminó de contar._ ¡Maddy lo hice! Pude contar hasta treinta._ corrió hacia mi muy emocionado, saltando y gritando.

_ Lo se, lo vi. Pero tienes que buscar a Melody antes de que ella salga._ le sugerí y él salió disparado por las escaleras, gritando el nombre de mi hermana mientras la buscaba.

Reí por lo bajo. Era genial cuidar de mis hermanos, me divertía un montón viéndolos jugar y a veces jugar con ellos. Me hacia recordar cuando Rick venía a casa ayudarme a cuidar de ellos o simplemente porque no quería estar en su departamento y jugaba con Mike y Mel ignorándome a mi por completo.

Tocaron el timbre de la puerta y me encaminé hacia ella para abrirla. Ya sabía de que se trataba.

_ ¡Pizza!_ escuche gritar a Mel desde la segunda planta y también pude escuchar las pisadas de Mike dirigiéndose hacia donde ella seguro estaba.

_ Buenas noches._ le salude al repartidor, el me respondió con un movimiento de la cabeza.

_ Son US$8.50._ se limitó a responderme. Tomé la pizza de peperoni y saqué el dinero de mis bolsillos delanteros._ ¿No me darás propina?_ se quejó. Rodé los ojos y cerré la puerta en su cara. Es odioso y quiere propina, que idiota. Tropecé con uno de los pocos juguete de Mike cuando giré sobre mis talones. Me incliné para tomarlo y cerca de la puerta vi un sobre blanco, como una carta. Lo recogí y leí para quien venía, mis ojos se abrieron como platos.

Para: Mad.

Casi dejo caer la pizza al piso, tal vez por lo que había leído o por el grito que pegó Mel justo en ese instante, solo hay una persona en el mundo que me llama de ese modo, una persona que extraño demasiado. Esa persona es Rick.

Corrí a la cocina y puse la pizza en la meseta del desayunador.

Miré la carta sorprendida, no sabía si abrirla o no. Con solo mirar aquel papel con esas letras perfectas y esa caligrafía de excelencia mi corazón latía a mil, mis nervios eran como abejas en un panal.

_ ¡Maddy, quiero pizza!_ gritó Mel desde el comedor. Guarde la carta en uno de mis bolsillos, tomé la pizza y me fui al comedor.

_ ¿De que es?_ preguntó Mike.

_ Peperoni._ respondí din pensarlo y al instante me arrepentí.

Mike y Mel corrieron hacia mi arrebatándome la pizza de las manos y volviéndose a sentar en sus respectivos lugares, antes de que pudieran sentarme ya habían devorado un trozo completo de pizza.

_ Yo también quiero, ¿saben?_ les reproche, ambos rodaron los ojos.

Cuando terminaron de cenar, les pedí que se fueran a dormir, guarde un trozo de pizza para mamá. Mejor dicho, tuve que luchar por ella. Agotada, fui al sofá y saque la carta de mi bolsillo.

Me la quede mirando un buen rato, pero al final la ansiedad pudo conmigo y la abrí.

Querida Mad,

Me alegra saber que estas leyendo esto, espera, eso no tiene sentido, no se si lo estas leyendo. Bueno, el punto es que estaba loco por decirte estas palabras.

Primero tengo que decirte que te extraño un montón, extraño robarte los besos y discutir contigo, extraño hacerte enojar, leer libros contigo y hablar de ellos también. El caso es que te extraño y te sigo amando como nunca, eso no lo olvides.

He decidido escribirte esta carta para decirte que estoy bien, lo único malo es que estoy lejos de ti, pero en cuanto salud y vida se refiere estoy de maravilla. No te diré en donde estoy, a continuación leer bien lo que te voy a decir y luego quema esta carta.

Un amor... que cayó del cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora