12. SOSPECHAS.

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Los rayos del sol entran por la ventana de la habitación de una singular joven que se despierta junto con el molesto sonido del despertador.

La osezna abre los ojos lentamente y mira un poco, su habitación sigue oscura, sin embargo parece que ya ha salido el sol.

Intenta darse la vuelta para apagar el molesto sonido del despertador, entonces se da cuentan a de que no puede girarse.

Siente como la tienen sujeta en un abrazo, pegada de espaldas a un cuerpo, que a decir verdad tiene los músculos bien marcados.

Nita no puede evitar sonrojarse al pensar de quien se trata, consigue girar un poco la cabeza y alcanza a verlo.

Leon, sin jersey, está en SU cama abrazándola por la espalda. A decir verdad el agarre es fuerte, aún que esté dormido.

Nita intenta moverse, pero sus esfuerzos son nulos contra la fuerza del joven hombre lobo.

- Tendré que despertarle.

Se gira todo lo que puede y empieza a llamarlo intentando que se despierte.

- Leon, Leon. - repite una y otra vez sin éxito.

El recién nombrado abre los ojos lentamente un poco molesto por que le despierten, sin embargo al ver a la responsable sólo puede sonreír al recordar la noche anterior.

- Buenos días Nita, ¿ pasa algo? - pregunta ingenuo.

- ¿ Te...importaría soltarme, por favor? - le indica un poco avergonzada.

Leon al darse cuenta de que la estaba abrazando por la cintura y con una considerable fuerza la suelta de inmediato completamente rojo.

Nita suspira de alivio al sentir sus caderas liberadas y se gira para acabar de frente con Leon.

Se quedan varios segundos así, mirándose fijamente a los ojos, sólo que Leon no los puede contemplar debido al gorro.

Este extiende la mano despacio para poder quitarle el gorro, pero la osezna lo agarra de la muñeca para que no lo haga.

- No por favor, n~no quiero que me veas. - le dice apenada mientras mira en dirección a sus pies.

Leon la agarra por la cintura acercándola a él provocando que esta se sonroje y pone sus manos en los pectorales del chico.

El joven hombre lobo la toma del mentón y la obliga a mirarle a los ojos para luego depositarle un cálido beso en los labios algo torpe, mientras que le quita despacio su gorro.

Al notar que ya no tiene su gorro puesto, Nita rompe el beso pero sin abrir los ojos.

Leon la vuelve a tomar del mentón, pero la chica se niega rotundamente a abrir los ojos.

- Nita, por favor mirame. - le suplica Leon con voz tranquila.

Nita abre los ojos lentamente, sin embargo no se atreve a mirarle a la cara temiendo ver una expresión de decepción, por lo que desvía la mirada hacia la ventana.

Siente como la mano del chico acaricia con cuidado su mejilla, incluso puede ver de reojo que sonríe.

- Eres realmente hermosa.

Nita lo mira sorprendida, ve que su sonrisa es radiante y llena de felicidad, le trae tranquilidad hasta cierto punto.

Leon la acerca a él para robarle de nuevo otro beso, este es un poco más brusco que el anterior.

Nita al principio intenta quitárselo de encima, se le hace imposible, Leon tiene una mano puesta en su nuca para atraerla.

Mientras que a Nita se le hace imposible separarse de él, por el mero hecho de que sus labios son demasiado tentadores y su cuerpo no le ayuda, su cerebro se ha colapsado, por lo que se termina dejando llevar por ese nuevo sentimiento.

Se besan durante varios minutos hasta que la alarma del despertador vuelve a sonar asustando a los muchachos y haciendo que se separen.

- Sabes, te seguiría besando pero tenemos clase y que faltemos nosotros dos sería demasiado raro por lo que hoy lo dejo pasar. - le dice mientras sonríe pícaro.

Nita se sonroja como un tomate con sólo pensarlo, se reincorpora un poco y apaga la maldita alarma.

Un incómodo silencio se hace presente en la habitación, ninguno de los dos sabía como reaccionar.

Leon es el primero en hablar.

- Nita... Yo... - suspira un poco mientras se pone la mano sobre la nuca.

La osezna voltea a verle, se da cuenta de que está bastante sonrojado y parece que no se decide en que palabras utilizar.

- ¿ Te... Acuerdas cuando te rechacé?

Nita asiente, como olvidarlo.

- Yo en realidad no quería decirte eso.

Nita lo mira sorprendida y a la vez un poco molesta.

- ¿ Estabas jugando conmigo o que? - le recrimina obviamente molesta.

- No no, ya sabes que lo único que yo quería era protegerte - dice moviendo las manos en señal de disculpa.

- Si...ya. - dice un poco apenada.

Leon coge aire un poco sonrojado.

- Si que es difícil. Emm Nita.

- Dime. - le dice mientras se va a levantar de la cama.

Leon no la deja, la coge de la muñeca y con un movimiento brusco hace que se pegue de nuevo a él.

- Mira, yo te amo, ¿ vale? Y.... No sé, me preguntaba si... Querrías ser mi novia. - dice completamente rojo rascándose la nuca con su mano libre.

No le da tiempo a nada más, pues Nita se acaba de abalanzar sobre él tirándolos de la cama, que por suerte para ella Leon se lleva todo el impacto.

- ¡ Si quiero ser tu novia! - dice todavía abrazándolo.

Leon sonríe y corresponde al abrazo, se quedan unos momentos así cuando de repente suena el timbre anunciando que alguien se encuentra en la puerta.

- ¡ Oh no! Las chicas, lo siento tengo que irme, ¿ te importaría no... Decir nada?

- Claro, además no suelo hablar.

- Gracias eres el mejor. - dice dándole un beso en la comisura de los labios para luego levantarse, coger la mochila y salir por la puerta a toda prisa, no sin antes volver a colocarse su gorro.

Leon ríe un poco, él también tiene que darse prisa, no puede llegar tarde. Baja y mira por una ventana del salón que da afuera, las chicas ya se han ido.

Se da la vuelta para irse, entonces se da cuenta de que Nita se ha dejado las llaves con las prisas, sonríe divertido.

- Esta chica, algún día se va a dejar la cabeza - murmura divertido.

Las coge, sale por la puerta y cierra con llave, rápido se dirige al bosque. Llega a su casa del árbol, se pone el jersey de camaleón, coge la mochila y corriendo se dirige al colegio.

Amando a un hombre lobo [ Leon x Nita ] [ Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora