Nita sonríe y sube al lomo del lobo con ayuda de este.
- Sujetate fuerte - le advierte.
Nita rodea el cuello del joven con sus brazos en señal de que le ha escuchado, Leon salta de la puerta del árbol y cae con gracia al suelo.
Nita intenta no gritar del susto, se agarra más fuerte y cierra los ojos con fuerza, siente como Leon corre por el bosque, pues la suave brisa le da en la cara.
Al poco tiempo Nita siente que se detienen, pero no se atreve a soltarse del cuello del chico por miedo a caerse de donde estén.
- Tranquila, estamos en suelo firme, puedes mirar. - le asegura el chico.
Nita abre los ojos lentamente y no puede evitar retener un guaaa por su parte.
Están en lo alto de la montaña al parecer, el enorme cielo nocturno está bañado por la luz de las estrellas y la enorme luna llena.
Mira hacia abajo, se pueden distinguir las pequeñas luces procedentes de las casad que yacen en el pequeño pueblo donde ella vive.
Leon la mira con ternura, parece una niña pequeña.
- ¿ Te gusta? - le pregunta.
Nita lo mira radiante, parece que la respuesta está clara.
- Me encanta, debe ser genial ser un hombre lobo y poder hacer este tipo de cosas.
Ante eso Leon niega con la cabeza rotundamente.
- No, sólo es una pequeña parte junto a la fuerza y poder que se posee, pero el precio es terrible, siempre que tengas sentimientos claro.
- ¿ A que te refieres?
- Los hombres lobo nos ocultamos, pero según cada uno por que manera. Todos para que no nos cacen, eso lo primero. Pero para otros para no hacer daño. Si embargo hay personas que desean tener el poder que nosotros tenemos, nos intentan coger sin matarnos e intentan que les muerdan para así ser ellos también hombres lobo.
- Entiendo, entonces ese pequeño hombre lobo...
- Sí, lo más probable es que sea eso.
Se quedan en silencio, Nita se baja de Leon y se sienta junto a él. El lobo se coloca alrededor de ella como protección, mientras que Nita lo acaricia.
Un montón de preguntas pasan por la cabeza de la chica, todas sin solución.
- Leon. - le pregunta mientras le acaricia.
- ¿ Si?
- Vosotros os reproducis como nosotros ¿ no? Quiero decir, si encuentras una mujer lobo pues...
- No todos. - la corta, obviamente molesto.
Nita lo mira interrogante, Leon se dispone a seguir.
- A mí me mordieron cuando tenia cinco años, sólo que a los siete es cuando empiezas a transformarte. No soy como ellos, ellos muerden para extender la especie, yo no he mordido a nadie.
- ¿ Y si...me muerdes? Así podríamos...
- ¡ NO!
Nita se sobresalta ante ese gruñido, Leon se había puesto en pie, sus ojos se habían vuelto más pequeños a causa de la ira y mostraba sus enormes colmillos.
- ¡ NI SE TE OCURRA PEDIRME ESO JAMÁS!
- D~De acuerdo, por favor no chilles. - susurra aterrorizada.
Leon, al darse cuenta de la expresión de terror de Nita baja las orejas avergonzado y se pone al lado de ella sin decir nada más.
Nita sonríe, se ve realmente lindo con ese comportamiento, parece un perrito a decir verdad.
Acerca su mano con cuidado a la cabeza de este y empieza a acariciarlo de nuevo.
Leon se deja acariciar, por que esa sensación lo deja tranquilo, ya sabe por que le gusta tanto a los perros.
El silencio vuelve a reinar en el lugar, Nita se apoya en Leon y sigue mirando el bello paisaje mientras que acaricia al lobo.
Leon siente que se va a dormir, aguanta como puede, no quiere que ninguno de la manada vea a Nita, lo más probable es que la maten o seguramente que la muerdan.
Al cabo de unos minutos las caricias cesan, Leon mira a Nita. La chica está apoyada en él profundamente dormida, su expresión es de completa tranquilidad y paz, como si estuviera protegida.
Leon sonríe ante la acción, es muy linda durmiendo, parece una niña pequeña otra vez.
- Vaya, al parecer te has convertido en un colchón Leon.
Leon abraza a Nita y se gira con brusquedad. El hombre lobo marrón de ojos ámbar de la reunión se acerca a ellos tranquilo, se sienta al lado de Leon y contempla el cielo.
- Preciosa noche. - dice como si nada.
Leon lo mira preocupado y sin entender, el lobo marrón lo mira y hace una mueca, al parecer una sonrisa.
- Tranquilo, tu secreto está a salvo conmigo. - le tranquiliza al ver su expresión.
Leon suspira aliviado, no quiere más problemas.
- Gracias Fenris, eres un gran amigo.
El nombrado Fenris ríe levemente y vuelve a contemplar el cielo.
- Sé que odias ser un hombre lobo.
Leon lo mira sorprendido, ¿ tanto se le nota?
- Pero... También tiene sus ventajas - dice mirándole - tienes que aprovechar esta fuerza para el bien, como de todos como de ella.
Se vuelve a poner en pie sin dejar de mirarle y sonreirle.
- Aprovechala, esto sólo sucede una vez en la vida chico, no la desperdicies. Si no seré yo el que te haga añicos por idiota.
Sin más que decir, como si la conversación estuviera cerrada, se da media vuelta y desaparece en el oscuro bosque.
Leon mira al cielo y se queda pensando con Nita en brazos, Fenris siempre busca lo mejor para él, seguro que esta vez tampoco se equivoca.
Abraza a Nita un poco más fuerte, teme perderla, él no dejará que eso pase.
Mira de nuevo a el pequeño pueblo y suspira, puede que ahora con la ayuda de Nita pueda convertirse en alguien mejor, no siempre estar escondido.
Decide que lo mejor es llevarla a su casa para que descanse, son altas horas de la noche.
Se pone en pie y empieza a correr veloz y silencioso como una sombra, antes de salir mira para todos los lados y olfatea varias veces el aire.
Ni un alma.
Saca las llaves del bolsillo de Nita y abre la puerta, aunque con un poco de dificultad por las garras.
La lleva a su habitación y la acuesta en la cama para luego arroparla con sumo cuidado intentando que no se despierte.
Lo mejor será dejarla dormir, necesita descansar para los ajetreados días que están por venir, sólo que ellos no lo saben.
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Amando a un hombre lobo [ Leon x Nita ] [ Terminada]
FantasíaLa familia de Nita se tiene que mudar al campo, debido que en la ciudad sufre acoso escolar. Su padre Bo encuentra un nuevo trabajo en un lindo pueblecito al lado de las montañas, hay muy pocos habitantes y no saben por que. Una vecina llamada Pam l...