5. PEQUEÑA TRAVESÍA.

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Shelly, Nita y Colt se dirigen hacia el bosque para recoger algún alimento y sobretodo leña. Antes de meterse en el bosque Shelly los detiene.

- Tenemos que separarnos, así encontraremos más cosas, dentro de tres horas aquí para ir a comer, si tenéis problemas no dudéis en disparar, pero primero asegurados haber si nos vamos a matar entre nosotros. - advierte la pelimorada, hurga un poco en su bolsillo, saca una especie de caja y se la tiende a Nita. - por si te quedas sin balas.

Nita asiente, coge la caja y se la guarda en el bolsillo con las llaves de la casa. Acto seguido Shelly se mete al bosque por la parte izquierda y Colt por la derecha, separando así sus caminos , la osezna mira al frente, el bosque es bonito por el día al igual que por la noche, sólo que al oscurecer salen las fieras. Se mete poco a poco en el bosque, lo primero que tiene que hacer es buscar un lugar húmedo donde encontrar unas setas, luego ya irá buscando arbustos con bayas.

Por los árboles Leon observa como las siluetas se meten en el bosque.

- Lo mejor será espantarlos - piensa el chico para sí.

Se mueve de un árbol a otro, entonces localiza a una de esas siluetas, sonríe para sí, mira a su alrededor, hay un montón de piñas por todo el árbol, coge unas pocas y se dispone a lanzarlas cuando se da cuenta de que es un conocido.

- ¿ Que hace aquí Nita? - piensa el chico, se encoje de hombros y decide ir a saludarla, pero de repente da un paso en falso y la rama se parte, haciendo que este se caiga al suelo con un pequeño estruendo - Malditas ramas falsas.

Nita va caminando intentando buscar algo con lo que comer, al ver un pino decide ir a por piñones. Entonces escucha un tremendo estruendo, coge su arma con las dos manos y dispuesta a apretar el gatillo en cualquier momento.

- ¿ Por que me tiene que temblar tanto el pulso? - dice para si.

Escucha las hojas y los palos ser pisados, se asegura de que no tiene puesto el seguro y apunta hacia el ruido.

- T~Tengo un arma y no dudaré en usarla, s~sal de ahí si no quieres que dispare.

Leon sonríe para sí, parece que es la primera vez que amenaza con un arma. Sale con cuidado de los arbustos con las manos detrás de la cabeza para señalar que no tiene nada.

Nita sigue apuntando, se escucha a algo o alguien moverse, distingue un movimiento y apunta.

Espera, entonces Leon sale con las manos detrás de la cabeza. Nita suspira del alivio y baja el arma para después mirar a Leon.

- ¿ Ibas a dispararme? - pregunta el chico divertido, solo que el tono de su voz demuestra lo contrario.

- Sólo quería asegurarme de que no eras ningún animal peligroso. - dice nerviosa, está asustada.

Leon asiente y mira la bolsa de Nita, supone que han venido a recolectar algún que otro fruto o alimento.

Nita se da cuenta de que el chico mira la bolsa, guarda el arma en esta. Pero Leon con la cabeza le indica que no.

- Está bien - dice volviendo a coger la pistola.

- ¿ Vamos? - pregunta el chico. Nita lo mira sin comprender.

Leon señala la bolsa de esta, la osezna sonríe al ver sus intenciones.

- ¿ Me vas a ayudar? - pregunta alegre.

El chico asiente y Nita lo abraza, Leon siente un cosquilleo en el estómago y sus latidos se aceleran, Nita lo siente. El moreno decide corresponder un poco lento.

Cuando se separan Nita le regala una cálida sonrisa haciendo que este se sonroje.

- ¿ Vamos?

Leon asiente y le indica que le siga con un movimiento. Pasan por los árboles y la maleza, el encapuchado se da la vuelta de vez en cuando para mirar si la chica le sigue el ritmo, cosa que hace sin problema alguno.

Al cabo de unos minutos, ambos chicos se encuentran en un lugar donde da más el sol, pero siguen habiendo árboles.

Es un ligar donde hay diversas plantas con muchos frutos, pero lo más extraño es que hay árboles de frutas, como por ejemplo manzanos, melocotoneros...

- Leon, ¿ que es este lugar? - pregunta curiosa la osezna.

- De donde salen la mayoría de alimentos del bosque - se limita a responder.

Nita encuentra de todo, setas, manzanas, frambuesas, fresas... Pero coge pequeñas variedades, la primavera ya a pasado y seguro que tendrá que recoger más.

Leon espera sentado en una rama de un roble, su favorito para ser exactos. Ve como Nita observa cada uno de los frutos y setas, es divertido.

- Leon, creo que ya tengo suficiente - dice enseñándole la cesta.

Leon la ve, hay pocas cosas. La mira mientras se baja de un salto y cae enfrente suya.

- ¿ Sólo?

- Para no causar sospechas, es secreto, ¿ no? - pregunta curiosa, no le gustaría que estropearan ese lugar.

Leon asiente complacido - Es muy lista.

- ¿ Me puedes llevar afuera?

Leon asiente de nuevo y empieza a caminar, Nita lo sigue por todo el espeso bosque.

Mientras ellos caminan alguien los observa escondido entre la maleza, sus ojos se fijan sobretodo en el encapuchado.

- ¿ Como has podido Leon? - susurra para después escabullirse como una sombra.

Leon y Nita llegan al camino, se escuchan las voces de Shelly y Colt esperándola fuera del bosque. Ambos se despiden y Nita va con ellos.

Leon por su parte se da media vuelta y se mete en su hogar, falta un par de semanas para transformarse y eso lo tiene intranquilo, ¿ que pasaría si Nita entra y lo ve así? No quiere ni pensarlo.

Está tan sumido en sus pensamientos que no se da cuenta de que se han acercado a él. Recibe un puñetazo en la cara que lo tira al suelo, mira y ve quien le ha dado el golpe.

- ¡¡ MALDITO TRAIDOR, ¿ COMO TE ATREVES A ENSEÑARLE ESO A UN HUMANO?!! - le grita.

Un muchacho de varios años mayor que él está enfrente suya, este tiene los ojos de color marrón y el sucio cabello de color negro.

Backy es el jefe de la pequeña comunidad de hombres lobo de ese bosque, no tolera a los humanos, para él son sólo basura, para lo único que sirven es para morderles y evitar que esa especie se extinga de la faz de la Tierra, pues ellos son los últimos.

Leon se pone de pie y recibe otro puñetazo mandándolo de nuevo al suelo, después empieza una tanda de patadas para que no se levante.

- Escuchame bien Leon, si vuelvo a ver a esa chica la mataré, ¿ entendido? - dice amenazante.

Leon aprieta los dientes, ese malnacido no le va a tocar un pelo.

- Ni se te ocurra tocarla - dice entre dientes.

Se llega otra parada por parte de Backy.

- Estás expulsado, ten cuidado o el resto te matarán. - le susurra victorioso.

Este se da media vuelta y desaparece. Leon se pone de pie y escupe un poco de sangre y se limpia el polvo del jersey. Ya está acostumbrado a las palizas por desobedecer órdenes.

Amando a un hombre lobo [ Leon x Nita ] [ Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora