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Ante mi tenía mi guagua de mis sueños la Tesla X.

No lo podía creer que mi hermano me la había regalado.

Rápidamente desconecté el interruptor eléctrico y procedí a subirme en el auto.

Todo en su interior era hermoso.

Me daba hasta pena utilizar la guagua para hacer la compra, pero en mi motora no podía montar nada.

Cuando llegue al supermercado estacione mi auto y baje a hacer mi compra.

Realmente me sentía bien estar sola y hacer mis cosas sin la ayuda de mis padres.

Después de una hora en el supermercado salí con demasiadas bolsa y es que realmente no tenía nada en mi nuevo hogar.

Obviamente necesite ayuda para poder subir todo en mi auto.

-Gracias- le dije al chico que me había ayudado

No negaría que conducir la guagua me enamoraba, pero odiaba estar en un tapón que no se mueva para nada. En momentos así amo andar en motora.

Después de una hermosa y agradable hora llegue a mi hogar.

Tuve que hacer varios viajes para poder terminar de subir toda mi compra.

Vivir sola nunca fue fácil, pero es lo más que me gustaba

|Al día siguiente|

Hoy tendría mi entrevista en uno de los restaurante de mi padre.

Normalmente el restaurante suele abrir al medio día, por lo cual mi entrevista sería temprano en la mañana.

Me coloqué un atuendo elegante y prepare mis documentos y portafolio.

Esta vez necesitaría ir en la motora para no llegar tarde.

Claramente iría en tacones y traje, pero estoy acostumbrada a conducir así.

Después de unos 15 minutos llegue al restaurante que me vio nacer. Si, en donde trabajaría es en el primer restaurante de mi padre.

Estacione mi motora y entre al restaurante

-Hola, todavía el restaurante no abre- dijo una chica que era host

-Vengo por una entrevista soy Eleonor- comente sonriéndole amable

-Oh discúlpame el señor Russo nos comento que vendrías hoy, venga por aquí- dijo ella llevándome hasta una oficina

-Esta es la oficina del chef Pierce él pronto viene esta dando instrucciones en la cocina- comento antes de dejarme sola

No podía negar que estaba un poco nerviosa ya que para todos aquí no soy la hija de Russo soy una empleada más.

Después de unos minutos volví a sentir ese perfume que me transporto a esa noche dejándome ver la cara de ese hombre.

- ¿Tú? - dije al verlo sorprendida

-Hola- comentó sonriéndome

-Un placer Marcus Pierce Chef de este restaurante y amante tuyo de esa noche- dijo ofreciéndome su mano como saludo

-Eleonor- me limite decir

No quería dejarle saber lo nerviosa que me encontraba

-El chef Russo te recomendó y quiero ver porqué - comento tomando mi porfolio mientras se sentaba encima de su escritorio quedando muy cerca de mi

Todo este plato me lo comí yo esa noche- pensé mientras lo miraba por completo

-Eleonor es mejor que separemos lo que sucedió esa noche nadie debe saberlo- comento sin mirarme

Amor en la CocinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora