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Maratón 3/5

-Hija tu padre me dijo que ya sabes su historia- su mirada era una preocupada

-Si- me senté al lado de ellos mientras continuaba nerviosa

-También me comento que tienes su arma- levanto su ceja mirándome seria

-La tengo y saqué una licencia para tenerla legalmente- sonreí nerviosa

-Hija- escuche a mi madre más preocupada

-Se que le apuntaste con esa arma a Marcus, pensabas matarlo- lo ultimo era una afirmación más que una pregunta

-No tengo la agallas para hacer eso todavía- mire mis manos siendo sincera

-Eleonor no te crie para que te convirtieras en esto- cambio de lugar con mi padre para quedar a mi lado mientras tomaba mi mano

-Lo se, pero tuve miedo de perder a mi papá por una locura de él- sollocé sin mirarla

-Se que también es el chico que te gusta, pero no deben dejar que el pasado de tu padre y su padre atormenten tu presente- limpio mi rostro haciendo que la mirara

-Deben escribir una historia diferente una en donde ambos acepten sus sentimientos- sonrió antes de abrazarme

-No se que hacer- la abrace más fuerte

-Mereces ser feliz hija- escuche mientras sentía como acariciaba mi espalda

Pase unos minutos abrazada a ella mientras sollozaba como si fueran un niña de 6 años.

Cuando logre calmarme hablamos un poco de todo.

Explique como fue que llegue a descubrir todo.

-Eres fuerte mi niña- acaricio mi mejilla

-La vida me dio golpes, pero aprendí de ellos- sonreí mientras por primera vez sentía paz

Mi padre se entretuvo viendo un canal de comida mientras yo hablaba con mi madre sobre mi vida.

Vida que para mi era un asco, pero mi madre mientras me escuchaba iba arreglando cada uno de los clavos que tenía suelto.

|Al día siguiente|

Hoy me había levantado muy animada, pero el día era completamente lo contrario.

Estaba cayendo una lluvia descomunal.

Tuve que hacer mi rutina dentro de mi apartamento para ducharme e irme al trabajo.

Hoy me había colocado una camisa roja de mangas larga ya que hacia un poco más de frio.

Tomé las llave de mi auto y fui directo al trabajo.

Claramente me tarde mucho mas de lo común ya que no entiendo porque siempre que llueve las personas conducen más lento.

Al llegar al restaurante ya estaba abierto.

-Buenos días- salude a Ariel mientras iba directo a mi oficina

Esperaba ver un ramo de flores en mi escritorio, pero esta vez no había nada.

No negare que si me disoluciones un poco.

Deje mi cartera en el sofá mientras miraba las nominas de esta semana.

Todo estaba perfecto no habíamos tenido perdida.

Luego de asegurarme de dejar todo al día en la oficina fui a la cocina en busca de Marcus, pero con lo que me encontré no me gusto mucho.

-Disculpa me explicas- señale a la chica que estaba pegada a su brazo

Amor en la CocinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora