-Vamos Jud, tenemos muchas cosas que hacer. -dijo Diego estirándose en el otro sofá. -Maldita sea, dormí en mala postura. -dijo moviendo su cuello.
Tomé una ducha rápida, cepillé mis dientes y me vestí con un chandal cómodo.
Cuando volví al salón ví que Diego estaba hablando con...-¿Patrick? -dije caminando hacia él.
Abrió sus brazos y me envolvió con ellos.
-Oh, mi futura yerna. -dijo apretando su abrazo.
-Me alegra verte, suegrito. ¿A qué se debe tu visita? -pregunté mirando con admiración al hombre.
Con los años, Patrick consiguió ganarse mi corazón y yo me gané el suyo. Él me quería como a una hija, y cuando me miraba podía ver en sus ojos el aprecio que me tenía.
Mi corazón se llenaba de felicidad cuando sus ojos me miraban con cariño, pues el único hombre que me miró con cariño aparte de Diego, fué mi padre, y de cierto modo me recordaba a él.-Ya que Maggie estará con Billie hoy, quería pasar este día contigo. -me dijo. -¿Qué os parece si vamos a comer antes de todo el ajetreo?
-Gran idea, jefe. -dijo Diego. -Dejen que me duche y nos vamos.
Se perdió por el pasillo.
-¿Una cerveza? -le ofrecí al hombre.
-Buena idea. -contestó.
Me acerqué a la nevera y cogí dos latas de cerveza, volví al sofá y le tendí una.
-¿Nervioso? -pregunté dándole un trago a mi lata.
Conocía a Patrick, y por sus gestos supe que estaba nervioso.
-Si... -dijo suspirando. -No me he dado cuenta hasta ahora de que los años han pasado demasiado rápido.
-Y que lo digas... -contesté.
-Parece que fué ayer cuando Billie tenía cuatro años y corría por toda la casa. -dijo con nostalgia. Me miró y sonreí. -Siempre he pensado que mi niña se casaría con el príncipe con el que siempre soñaba cuando era pequeña, y lo que ella no sabía es que a sus diecinueve años aparecería una princesa para salvarla.
Sus ojos azules comenzaron a humedecerse. Era entendible, los padres suelen ponerse emocionales cuando su hija está apunto de casarse, y sus palabras me parecieron muy tiernas.
-La verdad, es que ella fué la que me salvó a mi. -contesté apoyando mi mano sobre la suya.
Sonrió.
Al cabo de unos minutos Diego apareció en el salón y nos fuimos los tres a comer.
Patrick nos llevó a un restaurante con una carta variada de comida, decidí comer algo ligero porque con los nervios se me quitaba el hambre.
Tomar algunas copas de champán ayudó a que esos nervios se reducieran.Miré el reloj. Las cuatro de la tarde.
A estas horas Billie debía estar en casa de sus padres con Halsey, Danielle y Maggie, que seguro estaban emocionadisimas por maquillar y peinar a la novia.Billie y yo decidimos que no nos casaríamos con vestido, sino más bien con una especie de traje.
Yo no sabía nada sobre el atuendo que llevaría, ni ella tampoco del mio, y estaba ansiosa por verla.-Bueno, es hora de vestirse. En dos horas empieza todo. -dijo Patrick pasando su targeta de crédito por la máquina que le tendía el camarero. -¿Preparada? -me dijo.
-Preparada. -contesté con una sonrisa.
***
Tenía varios trajes para probarme, y con la ayuda de Diego y Patrick decidimos el ideal.
Alisé mi pelo castaño y lo recogí en una media cola, dejando caer algunos mechones por mi rostro. Maquillé un poco mis ojos, me puse un poco de corrector para mis ojeras y me apliqué una crema labial para que mis labios brillaran sutilmente.
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A bullet in my chest | Billie Eilish
Fanfiction-No puedo seguir sufriendo por ti, Judith... Te quiero, y el día que te vayas me harás sufrir, por eso debo irme ahora. -dijo soltando mis manos. -Yo sufro cada día, porque te quiero de una forma diferente. Estoy enamorada de ti, Billie. -retrocedió...