"- ¿Recuerdas lo que hablamos? Bueno, tenías razón, juntos somos la mejor fusión de colores que puede existir y es lo que jamás querré perder"
🚫ESTA OBRA VIENE DE MI MENTE, ES TOTALMENTE MÍA Y ESTÁ PROHIBIDA SU ADAPTACIÓN O COPIA. RESPETE AL ESCRIT...
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MELODY ANGEL
Caminé tranquilamente mientras hacía pasos extraños de un baile de música electrónica que ví en internet hasta llegar al cuarto de juegos, estaba distraída en cualquier cosa tonta que cruzara mi mente, me senté en un sofá, miraba mis uñas en busca de sucio inexistente mientras esperaba.
Tic, tac, tic, tac...
Así hacen los relojes... Tic, tac, tic, tac.
Vaya, en serio me desespera esperar.
En fin, la espera.
Escuché las risas hacerse más fuertes y supe que mi desespero se acabaría pronto.
Empezaron a tocar una y otra vez la puerta, rodé los ojos con una sonrisa levantándome.
A veces mis amigas son un fastidio.
—¡¡Esperen!! —grité para que dejaran de tocar la puerta—. ¡Ya estoy delante!
Abrí la puerta y allí estaban las chicas, esperando con unas amplias sonrisas.
—Lo siento, es nuestra impaciencia. —se disculpó mi amiga Alisha antes de entrar y dirigirse a la sala de cine como si fuera suya. Luego las demás chicas entraron. Le lancé una sonrisa avergonzada al guardia y él me dió una sonrisa cordial pero divertida para luego retirarse.
Alis y Yuki se sentaron cada una en un sillón, y Karenn y yo en el sofá.
Mis padres no estaban y los de seguridad no prestaban atención a los griteríos de unas adolescentes, por lo que teníamos luz verde para hablar de lo que sea.
—¿Listas para mañana? —preguntó mi otra amiga Yuuki con emoción.
Alis soltó un chillido asintiendo. Karenn y yo nos miramos preguntándonos cuál sería la respuesta correcta: Si la sincera o la falsa.
—... Sí, supongo. —finalmente respondimos al unísono encogiéndonos de hombros. Una medio mentira, medio verdad.
Alis y Yuki compartieron una mirada de molestia falsa, ya podía sentir el sermón.
—¿Cómo que Suponen? ¿Están listas o no? —preguntó Alis con un deje de impaciencia.
—Tenemos todo, faltan las ganas. —dije con simpleza, gustosa de molestarlas.
—Sigo pensando si sobreviviría para poder ir con botas... —añadió Kari mirando hacia el techo en un gesto pensativo.