•C A P Í T U L O 1 9•

82 21 44
                                    

MELODY ANGEL

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

MELODY ANGEL

Mmm...

Abrí mis ojos acostumbrándome al entorno.

Al principio me asusté porque no estaba en mi cuarto pero después recapitulé en todo lo que había pasado.

Miré con ternura a Alex, seguía durmiendo en mis piernas, a diferencia de antes ahora las abrazaba. Yo estaba arrecostada a un puff que arrastré para dejarlo descansar.

Me tomé un tiempo para observarlo con detenimiento.

Si se veía atractivo cuando estaba despierto, con sus cejas fruncidas casi siempre o formando una línea recta, con su aire de «Me vale madres lo que pasa en la vida»... Ahora, tan calmado, dormido profundamente, sus cejas gruesas y pobladas en su forma normal, sus pestañas largas y abundantes adornando sus ojos, sus labios de un tamaño perfecto ligeramente entreabiertos, su nariz recta y algunos mechones de su cabello cayendo por su rostro se veía tan... Demonios, es tan guapo.

En conclusión, si el Alex Soy un maniquí era atractivo, justo ahora no hay palabras para describirlo.

Parece un personaje de ficción, es simplemente atractivo, aunque él no lo crea.

... Vale, es que... Dios, me gusta demasiado y eso puede hacer que mi percepción se distorsione.

Con cuidado pasé mi pulgar por los cortes, eran muy pequeños pero varios, como si algo de vidrio hubiera estallado en frente de él.

¿Su padre...?

Miré la hora en mi celular, eran las seis de la tarde, llevaba ya mucho tiempo fuera y debía volver a casa.

Voy a explotar por la indecisión, miraría a Alex dormir todo el año pero tenía que volver.

Le acaricié la cabeza mientras susurraba su nombre como si de un niño pequeño se tratara. Nunca me gustó despertar a las personas con brusquedad.

—¿Mmm?

—Alex... Ya deberíamos irnos.

—... ¿Qué hora es? —su voz era ronca y mis hormonas no reaccionaban muy calmadas a eso.

—S-Son las seis.

—¿Ya? —asentí y recordé que no podía verme porque seguía con los ojos cerrados. Me golpeé mentalmente.

—Sí.

Se levantó de mis piernas, estaban dormidas por el peso pero quería que volviera.

New Game | #1 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora