Un año después de la boda Levi y Petra tienen una hija la cual se involucra en lo que una vez ellos experimentaron, el enamoramiento, sólo que para Elisabeth enamorarse por primera vez es algo compliacado.
15 minutos, Levi ya estaba completamente calmado, esperando respuesta alguna del médico que permanecía dentro de aquél cuarto tan resguardado.
Su madre seguía abrazándolo, el momento cada vez se sentía más tenso.
Nadie dejaba de mirar la puerta, y en un momento dado la primer amiga de Petra llegó...Mikasa.
Llegó en silencio y saludó en silencio para esperar junto con ellos.
La manija de la puerta se movió, llamando la atención de todos, una ayudante salió de ahí corriendo, alertando a todos.
Volvió a entrar con una jarra de agua y un vaso, algo había pasado.
Dos minutos después el médico salió algo serio pero con una mirada de consuelo y esperanza.
- ¿Cómo están? - - Todo salió bien, ambas están con vida y muy estables -
Todos al escuchar eso soltaron un suspiro, varias lágrimas y una sonrisa.
- ¿Puedo pasar? -
Levi ya no podía seguir esperando, tenía que verlo con sus propios ojos, tener certeza de ello y tranquilizarse de mejor forma.
- Claro que si, adelante -
El médico le abrió el paso y el azabache entró sin más que hacer o decir, solo quería ver a su mujer y...a su hija.
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Cuando el parto concluyó, Petra cayó en un cansancio enorme y para desventaja su pulso se volvió muy lento.
El médico le aplicó un medicamento para hacerla despertar y verificar su estado consiente.
- ¿Y mi bebé? -
Preguntó al abrir mejor los ojos, su consiente estaba de lo mejor y su pulso se reestablesió.
- ¡Tráigan agua! -
Indicó para que su cansancio disminuyera, ya todo en ella y en la cría estaban bien.
Bebió el agua y se calmó, poco tiempo después le entregaron a su hija...había sido una niña todo este tiempo.
- Hola...Elisabeth -
Susurró cuando obtuvo a su hija en brazos, al poco tiempo entró el azabache, al cual le cambió su mirada de preocupación a una de gran alegría y tranquilización.
La chica miró con entusiasmo a su pareja recién llegada en aquél cuarto, sonrió y después añadió...
- ¡Levi mira ven! -
Extendió su mano libre, él se acercó y tomó su mano, acercándose a ella y mirando a la bebé con gran alegría discretamente mostrada por una sonrisa.
- ¿La ves? -
Preguntó sonriendo mirándola con mucha ternura.
- Tiene tus ojos -
Ambos se miraron y sonrieron, era verdad, los ojos de aquella cría tenía un color similar al del azabache, solo que un poco más claro.
Levi la tomó en brazos y la miró con atención, su pecho liberó aquél aire que llevaba conteniendo por 35 minutos.
- Eres una gran luchadora, igual que..tu madre -
Susurró con una mirada triste, esos 35 minutos fueron un infierno y sentirla en sus brazos, verla con sus ojos semi abiertos lo hacía crecer su esperanza y alegría, deshaciéndose d su preocupación, ya tenía una familia.
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