Capítulo 158 : Problemas sin sentido

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Amaneció de forma radiante, ahora lo primero que pensaba Elisabeth al despertar eran sus sentimientos y por obvias razones Derek.

Se alistaba mientras pensaba en cómo se lo diría, aunque en el fondo ella quería resistirse, lo quería negar, no aceptaba que estuviera enamorada de su mejor amigo.

Bajó a desayunar, todo estuvo en silencio, lo que causaba un escalofrío en la chica.

- ¿Puedo ir a Trost? -

Llamó la atención de ambos, sus miradas se notaban serias.

- Sola -  agregó
- Tendrás que ir ahorita porque más tarde se oscurece -
- Claro, iré a ver a mi abuelo -
- Bien, ve con cuidado -
- Claro -

Terminó de comer, dejó los platos en el lugar para lavarlos, subió a su habitación y tomó algo de su dinero para después salir.

- Ya me voy -

Dijo al bajar

- ¿Los veré más tarde? -
- No lo creo, ya casi es hora de irnos -
- Bueno -
- Ve con cuidado -
- Si 🎶 -

Salió por fin, se dirigió hacia las murallas, tenía que recorrer un largo camino hasta Trost.

En tres horas llegó al muro María, en donde claramente compró algo.

Lo metió en una caja y siguió su camino.

Media hora, llevaba recorrida más de la mitad del camino, se apresuró.

Caminó más rápido, ya casi llegaba a Trost, agachó la cabeza por un momento y sin querer chocó con alguien, para su mala suerte ese alguien era la tal Kendra.

- Perdona, yo... -
- Si ya lo sé, ibas distraída -

Las dos al mirarse tuvieron una mala impresión.

- ¿Qué haces aquí? -
- ¿Tu? Agh por favor -
- Te hice una pregunta -
- ¿Te tengo que responder? -
- Sólo quiero saber -
- ¡Pues que no te importe! -

Miró la caja que tenía en manos, se enojó aún más.

Elisabeth decidió irse pero ella no la dejó.

- Eso es para él? -
- ¿Qué? -
- Agh, ¿¡Que su eso es para Derek!? -

Al escuchar el nombre su pulso aceleró.

- No, es para alguien más -
- Si, como no -
- Es la verdad, allá tu si no me crees -

Se soltó de su agarre y siguió con su camino.

- ¡Te odio! -  gritó de repente

Elisabeth se detuvo.

- ¡Por tu culpa Derek me dejó! -
- Eso no es mi culpa -
- ¡Claro que sí! -

La gente se empezó a acercar.

- Que no -
- ¡Si no lo hubieras conocido nunca, yo seguiría con él! -
- Pues yo llegué primero a su vida, después fuiste tu y...no es mi culpa que seas tan insoportable -

- ¡Tu no me conoces! -
- Y tú no me conoces a mi, nos vemos -

Se dió la vuelta y comenzó a caminar.

Kendra, dolida y enojada fue tras ella, quería matarla por dentro.

Al estar cerca soltó un golpe pero su puño fue limpiamente esquivado.

- No hagas esto..Kendra -
- ¡Cállate! Te voy a matar ¡Derek no tiene porqué amarte a ti! -

Soltó varios golpes y patadas, malas patadas las cuales no fue difícil deshacer, Elisabeth no quería pelear así que lo único que hacía era detener sus golpes y esquivarla.

- ¡Deja de hacer eso! -
- Deja de pelear -
- Jamás, seguiré así hasta que desaparezcas de la vida de Derek -
- Lo siento, pero eso no va a pasar -

Enfureció totalmente, volviendo a atacarla sin embargo Elisabeth supo someterla, tirándola al piso boca arriba.

- Suéltame -
- Calmate primero -
- ¡Suéltame! -
- Calmate -

Kendra trató de zafarse, no pudo, se tranquilizó.

- No lo entiendes, ¡Derek es mi único consuelo! -

Salió corriendo, atravesando toda la gente que las había rodeado.

La chica se quedó sola rodeada de la gente, después tomó la caja de nuevo, revisó su interior, todo estaba bien, se levantó y se fue.

Dos personas la seguían son que ella se percatára.

« Desaparecer de la vida de Derek, lo siento pero ahora eso no va a pasar »

Pensó, siguiendo su camino.

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