Un año después de la boda Levi y Petra tienen una hija la cual se involucra en lo que una vez ellos experimentaron, el enamoramiento, sólo que para Elisabeth enamorarse por primera vez es algo compliacado.
La pareja al llegar a casa se dejaron caer en el sofá, estaban realmente felices y aliviados.
- ¿Ves?, lo solucionamos entre los dos, y ahora tenemos días libres - - Si, tienes razón, al menos ya no será estresante en ningún sentido -
El azabache miró la pequeña mesa frente a ellos y lo miró con detenimiento.
- ¿Limpiaste estos días? - - Si, ayer que no fui a la Legión porque alguien no me levantó - - ¿Te molestaste por eso? - - No pero no me pareció justo - - Justo...¿En qué sentido? - - En el sentido de que sólo tu te estreses al trabajar - - Ya veo, no te preocupes...te levantaré en cuanto regresemos a ese lugar - - Si, de acuerdo -
La chica se levantó y comenzó a subir las escaleras.
- Iré a recostarme un momento -
Petra entró a la habitación y se deshizo del saco que la cubría y de las botas, sentándose en la orilla de la cama y deshaciendo un poco su peinado.
Destendió las cobijas de la cama, acomodó mejor su almohada y cuando iba a acostarse una mano tomó su muñeca y la detuvo.
Petra volteó hacia donde sintió la fuerza, encontrando el rostro de su pareja.
- ¿Cuá..Cuándo entraste? - preguntó sorprendida
- Hace un momento - - Que raro, no escuché nada - - Si, tal vez fui muy sigiloso -
Levi se acercó demasiado pero manteniendo una distancia entre sus bocas de un centímetro que pronto se rompería, lo que hizo sonrojar a la chica.
- ¿Qu...Qué...haces? - - Tenemos los días libres ¿No? - - S...Si -
Levi rompió esa distancia por completo, besando los dulces y suaves labios de su mujer, provocando una exaltación en ella.
La empujó hacia atrás, cayendo directamente en el colchón, lo que hizo que Petra entendiera mejor la situación.
Se separaron y se miraron directamente a los ojos, la chica sonrió y su sonrojo creció un poco.
- Ese es el caso exactamente....tenemos los dias...libres -
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- Si...ya entendí -
La mujer retiró el saco de su amante y acercó su rostro al suyo, comenzando otro beso más extenso, lleno de deseo por parte de los dos.
