Capítulo 129 : Primeros pasos

95 3 0
                                    

Pasaban más los meses, ya cada vez su vocabulario se extendía y se desarrollába rápido, era una niña bastante inteligente a pesar de su edad.

Cuando comenzó a sentarse, su movilidad era buena, sin embargo, pronto se ponía de pié por pocos segundos para después caer de rodillas en el sofá o en la cama de la habitación de ambos, que es donde más lo intentaba.

Un día la ojiambar decidió intentarlo, bajó con ella y la puso en la alfombra que rodeaba toda la sala.

Elisabeth pronto se puso de pie, la chica tomó sus dos manos y dejó que experimentara la sensación del piso en sus pies tan pequeños.

Sus piernas tomaron agilidad y comenzó a caminar con ayuda de la madre.

Pocas horas después, lo había conseguido, caía muy poco ahora...eso no podía ser más hermoso, la niña crecía más rápido de lo imaginado.

Al llegar la noche, la sorpresa para el azabache no podría ser más grande, después de la cena comenzaron a practicar entre los dos.

»»»»»

4 años había cumplido, ya hablaba mejor y ya caminaba perfectamente bien.

Petra había decidido acudir al cuartel por un tiempo ya que un asunto al parecer se había extendido, llevó a Elisabeth consigo y fue ahí donde la magia surgió.

Mientras la pareja trabajaba, los que tenían un tiempo libre o ya habían acabado se encargaban de divertir a la niña.

El caso especial era cuando Hanji e Isabel se juntaban para el mismo juego, correr por los pasillos mientras ella escapaba y las dos chicas la buscaban y perseguían por todos lados.

Tarde o temprano, terminaban por encontrarla.

Isabel con un ataque de cosillas y Hanji solo aparecía de repente, haciendo que en ocasiones se asustara.

- Aveces cuando haces eso...das miedo tía Hanji -

- Oh! No te preocupes, pronto te acostumbras -

Dijo haciéndole cosquillas en los costados del estómago, haciéndola reír.

- ja ja, siempre dices eso -
- Vaya vaya, con que Hanji me ha ganado ésta vez -

Apareció Isabel

- Si, pero solo fue ésta vez tía Isa -
- Mmm es raro, yo casi siempre te atrapo lindura -

Tomó su rostro y juntó su frente con la de la niña, frotando su nariz contra la suya, haciéndola reír un poco.

- Basta...-  sonrió
- ¿No te gustaría ver el laboratorio? -
- Uy, el laboratorio Elisabeth, ¡Que emoción! ¿No crees? -
- ¡Si! ¡Quiero ir! -
- Genial, pero no le digas a tu padre, o mañana amanezco sin vida -

Las tres rieron, los lazos eran ya mejores.

¿Qué es el Amor? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora