Capítulo 157 : Paciencia

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Bajaron a cenar, prepararon la mesa y esperaron, no faltaría tanto tiempo.

La puerta principal se abrió, Levi hacia llegado, Elisabeth corrió a saludarlo y recibirlo para luego los tres sentarse en la mesa a cenar y concluir el día.

- ¿Cómo te fue? -
- Supongo que bien, pasado mañana habrá una expedición -
- ¡¿De verdad?! -
- Si, tenemos que ir todos y eso te incluye, Petra -
- Ya veo, esta bien -
- ¿Qué más? -

El azabache miró a la chica, sonrió y continuó.

- Le comenté a Erwin lo que me contaste -
- ¿Y qué dijo? -
- No puedes ir -
- ¿A ninguna? -
- No -
- Aww, bueno, ya ni modo -  lamentó
- Y, de hecho...¿Cómo te fue en tu salida? -  preguntó
- A pues muy bien, ya echaba de menos visitar a mi linda abuela y le comenté a mamá que...también quiero ir a ver a mi abuelo, está muy solo -

- Seguro, y que bueno -
- Por cierto...cariño, te quería decir algo importante -

La ojimiel tomó la palabra, llamando mucho la atención del azabache, Elisabeth la miró nerviosa.

Petra volteó hacia ella y sonrió.

- Lizi, sube a tu habitación...esto es importante -  acarició su mentón

La chica tragó saliva, intimidada y asintió.

- No son problemas ¿Verdad? - 
- Oh, no claro que no, vamos, sube -

Elisabeth obedeció y se despidió de ambos antes de subir.

Al escuchar el cerrar de su puerta la mujer soltó un suspiro, la mirada de Levi fue completamente atrapada por ella.

- ¿Es grave? -  preguntó

Petra sólo alzó la cabeza y mostró su rostro preocupado, de inmediato su marido extendió una de sus manos, señalando que fuera hacía él, ella de inmediato fue a su dirección, se sentó en su regazo y lo abrazó, siendo correspondida.

- Tu nunca me llamas de esa manera, dime qué pasó -  abrazó su cintura

- Fue tan de repente, no se puede hacer nada contra eso...Levi, Lizi, mi linda niña...está enamorada -

Las pupilas color zafiro se contrajeron por la sorpresa y el miedo; Petra rompió el abrazo.

- Mi Lizi tiene miedo -  agregó sin poder evitar nada.

- No te pongas así, no hace falta que llores -  limpió una de sus lágrimas

- Es que, no sé quién tiene más miedo, si ella o yo, no quiero verla destrozada por amor, se supone que es lo más lindo que alguien puede vivir -

- Y lo es, pero, no siempre es como es, yo te perdí hace mucho tiempo, sin embargo me dieron otra oportunidad, te recuperé y ahora tengo una familia; a veces los fracasos en ese tema son...necesarios -  justificó

- Si, tal vez, pero duele mucho -
- Eso ni dudarlo, sin dolor no podemos vivir aunque lo deseamos, no se puede y el dolor enseña -

- ¿Tendrá que ser así? -
- Temo que si -
- Ay mi Lizi, mi Elisabeth -
- Ya no te pongas así, estaremos ahí...para ella -
- Solo una cosa más -  dejó de llorar
- ¿Qué cosa? -
- Promete que no intentarás matarlo si algo sale mal -
- Eso dependerá de él ¿no crees? -
- Sólo no lo intentes -
- De acuerdo -

Ambos sonrieron y terminaron la conversación con un corto beso y un abrazo de consuelo. Petra se levantó y se dirigió a las escaleras.

- Voy a verla -
- En un momento subo -
- Bien, te espero en el cuarto -
- Si -

Subió al segundo piso, vió la puerta de la habitación de las chica, la tocó y luego entró.

- ¿Cómo estás? -
- Bien, ¿Qué dijo papá? -
- Nada de qué preocuparse, no lo va a matar -

Ambas rieron.

- ¿Crees que se lo tenga que decir? -  preguntó miedosa

- Es lo mejor Lizi, es el chico que amas, tu eliges -
- Bien, lo intentaré; entonces no lo mal interpretó? -
- Para nada, creo que lo aceptó muy bien -
- Que bueno -
- Bueno, en fin, ya duerme mi linda niña, mañana es un nuevo día -

Elisabeth asintió y se colocó bajo las cobijas.

- Hasta mañana -
- Duerme bien...Lizi -

La chica sonrió y cerró sus ojos, tratando de soñar.

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