Un año después de la boda Levi y Petra tienen una hija la cual se involucra en lo que una vez ellos experimentaron, el enamoramiento, sólo que para Elisabeth enamorarse por primera vez es algo compliacado.
Al día siguiente, Derek salió de su casa en dirección a la casa de Iris y luego a la de Elisabeth, pero por mala suerte al lado de la puerta estaba Kendra.
Al notar su presencia suspiró.
- Que bueno que estés aquí - - Si ajá, ¿me puedes explicar qué pasó ayer? Tu madre me corrió de la casa - - Me sentía mal, bien? Solo era eso - - Mmm, no fuiste a ver a esa chica ¿Verdad? -
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Derek la miró serio y suspiró de nueva cuenta.
- Si, eso hice ¿Y qué? - - ¿Cómo que "y qué? Soy tu novia Derek, y sabes que no me gusta que la veas -
- Bueno pues entonces lo eras, no quiero seguir obedeciendo tus palabras, se supone que soy tu novio no tu esclavo así que...¿Te parece si nos separamos? -
- ¡¿Qué?! - - Si, será lo mejor, nos vemos -
Se dió la vuelta y se encaminaba lejos de Kendra.
- ¡Es por ella ¿Verdad?! - gritó buscando respuesta
- Si, me enamoré de ella desde que eramos niños, no lo puedo seguir ocultando ese sentimiento -
- Eres repugnante - - Linda...- volteó hacia ella - Recuerda que no soy de Sina, soy de Shiganshina -
Y se marchó, dejándola atrás.
Se dirigió a la casa de Iris y tocó la puerta.
La madre de la chica abrió y lo miró un por un momento.
- Ah! Derek, cierto, perdón, estoy acostumbrada a ver a Liam o a...Owen - - No se preocupe señora, está bien amm, ¿Podría dejar salir a Iris? La pasaremos en la playa o en el pueblo de la muralla -
- Oh, claro, no hay problema, espera -
Al poco tiempo la chica salió.
- Antes que la puesta de sol! Listo -
Brincó de alegría.
- Se cuidan, aunque bueno, ustedes tres juntos...siempre están bien - - Nos vemos mamá - - Hasta la tarde señora - - Adiós...-
Caminaron hacia la casa de Elisabeth.
- Tu madre se volvió menos seria - - Si, le ayudó mucho salir de Sina - - Y se nota - - ¿Las cosas ya se calmaron? - - Terminé con Kendra - - ¿En serio? - se detuvo - Ajá, por completo -
Giró para verla.
La chica se emocionó y corrió a abrazarlo, casi tirándolo.
- ¡¡Si!! ¡Sabía que no eras tan tonto - - Si, espera ¿qué? - - Ya no importa, ahora prepárate para decirle jaja ¡Vamos! - - Oye...¡Espera! -
Dijo mientras era guiado por su amiga, llegó y lo colocó frente a la puerta.
- Listo, toca - - Oye, oye..¿estas consciente de que si el Capitán Levi me abre me extrangula? -
- Sí, lo sé pero oye, es el padre de la chica que amas, gana su confianza - - Lo dices como si fuera fácil - - Puede que lo sea - - Si claro - - Es extraño que que le sigas diciendo Capitán - - Lo sigue siendo - - Pues sí pero simplemente le puedes decir...señor - - Mmm, prefiero no decir nada al llamarlo - - Bueno, como sea, toca - - Agh, genial...mirada asesina en 3, 2, 1..-
Tocó la puerta, se esperaba lo peor pero para su fortuna, Elisabeth abrió.
- Oh vaya, hola - - Oh wow, una mirada super asesina - - ¿Qué cosa? - - Ahora te digo - - ¿Puedes salir? - - Estaremos los tres - añadió Iris
Elisabeth volteó hacia atrás, ambos dijeron que sí a pesar de estar angustiados en el fondo.
- Antes de la puesta de sol - - ¡Genial! - - Perfecto - - Bien, después vuelvo 🎶 - - Con cuidado - se despidió.
La chica cerró la puerta.
- ¿Estará bien dejarla salir de nuevo...con él? - preguntó Levi aún dudando del chico.
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- Solo esperemos pero, tenemos que hablar discretamente con ella ¿no crees? - se acercó.
El azabache la tomó por la cintura y la acercó aún más a él.
- Seguro...- - No te preocupes, con ellos siempre estuvo felíz - - Claro...está bien, esperemos -
*****
Los tres corrieron hacia la playa y llegaron.
Derek y Elisabeth por delante e Iris detrás, abrazándolos por el cuello y uniéndolos en un abrazo.
- ¡Disfrutemos! - - Por la orilla del mar 🎶 - - Corriendo o caminando - - ¡O ambas! -
Iris tomó sus manos y comenzó a correr para después parar en seco y haciéndolos caer junto a ella.
- Extrañaba esto - - Sin duda - río Elisabeth - Pues...juguemos - - La princesa capturada? - - Que Iris lo sea y yo seré la villana que se enfrentará al caballero que intente rescatarla - dijo Elisabeth riendo.
- Me parece bien - se dirigió al árbol cercano y subió a una de sus ramas altas.
- Rescátame valiente caballero - - Bien, peleemos - - Espero no hacerte llorar - río la chica
- No me amenaces Liz, te puedes arrepentir - - Demuestra 🎶 -
Y así el trío volvió a jugar como antes, como cuando tenían la escala de 6, 7 y 8 años, riendo y disfrutando del día y de sí mismos, con su imaginación enorme.
