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-A ver- dije mirando a Alice- deja ver si entendí- la mire seria- Eddie y Bells se van a casar- asintió emocionada

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-A ver- dije mirando a Alice- deja ver si entendí- la mire seria- Eddie y Bells se van a casar- asintió emocionada.

-Sí, sí entendiste- dijo con sarcasmo.

-¿Por qué recién me enteró?

-Porque recién preguntas, dahhg.

-¿Cuándo será la boda?

-¡No me hagas acuerdo de eso!- chillo alterada- Es en dos semanas y aún faltan muchas cosas.

-Cariño aquí tienes a tu salvadora- hice una pose de diva.

-¿Me vas a ayudar?- me hizo ojitos.

-¡Por supuesto que sí!





Y aquí estamos faltan ya 3 días para la famosa boda de Isabella y Edward... Una boda al estilo Cullen, ¿como será?.

Estoy ayudando a organizar las flores a lo lejos veo a Rosalie, ella ha intentado acercarse pero tengo miedo.

-Hey, hola- me he decido al fin hablarle.

-Hola Beks- me sonrió extrañada- ¿Qué tal todo?

-Pues cansada con las ordenes que da Alice por las decoraciones- frustrada le dije.

-Sí, ella suele ser muy insistente- se rió disimuladamente.

-Disculpa, es extraño pero creo que te he visto antes- baje la mirada completamente tímida- Incluso... Incluso... Olvídalo- terminé evitando el tema.

-Tranquila- me dijo tiernamente- quizás en algún momento nos topamos por algún lado- la blonda me dedicaba una mirada muy tierna- ¿cuántos años tienes, corazón?

-Tengo 15 me falta poco para cumplir los 16.

-¡Eso significa otra fiesta!- Alice gritó al lado mío.

-¡Jesucristo bendito! Me asustaste horrible- la mire mal, Rosalie reía a carcajadas, tiene una muy linda risa- ¿Desde hace cuánto tiempo estas ahí?

-Recién llegué- alzó sus hombros.

-Alice es experta en provocar infartos- bromeó Rose.

-¡Lo sé!- abrí mis ojos grandemente- ¡concuerdo contigo!- asentí hacia ella.

-Ushh no conspiren en contra mío- hizo pucheros adorables.







Me encontraba arreglando unas flores que iban a decorar las sillas, estaba clasificando las Dalias con las hortensias, es una muy extraña combinación pero muy hermosa.

Estaba muy distraída viendo una Dalia de color amarillo, me acordé de los ojos de Jasper, esos ojos tan profundos de color dorado.

-¿Le gustan las flores?- alguien preguntó al lado mío.

¡Ay santo Jesus! Hablando de el rey de Roma.

-Pues sí, me gustan- le respondí y le di unas de mis mejores sonrisas.

-Sé que no hemos hablado mucho- se tocó su nuca nervioso.

-Mejor dicho no hemos hablado- corregí sonriendo.

-Exacto- sonrió de lado- Me gustaría llevarme bien con usted, señorita- me ofreció su mano.

-A mí también me gustaría llevarme bien contigo, Jasper- tomé su mano, un frío me recorrió por toda mi columna vertebral, la mano de todos los Cullen era helada.

Pero la mano de Jasper era suave, su toque envió una corriente eléctrica por cada parte de mi anatomía, de repente sentí que todo giraba al rededor de Jasper.

No sabemos cuánto tiempo nos quedamos con las manos agarradas, así, sólo viéndonos, pero fue totalmente mágico.

-WOW, ¡que intenso!- Emmett interrumpió el momento mágico que se estaba formando, lo bueno dura poco en realidad.

-¡Maldito!- gritó Jasper separándose delicadamente de mí, para empezar a perseguir a su hermano que salió corriendo intentando huir de él.

Reí negando y volví a mi trabajo de clasificar las flores, todo tenía que salir perfecto para la boda.

M O O N||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora