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Al llegar de cazar, Jasper sintió la misma atmósfera de siempre... Tensa, aunque se sorprendió al encontrar a su hermano más tranquilo.

Al llegar a la sala de estar, le dirigió una mirada de agradecimiento a Caroline Maxwell, que le dedico una sonrisa maternal, como las de Esme, se encontró también con un sobrio Nathaniel Maxwell, después de días pasar tomando alcohol, eso no pasó desaparecido.

Observó de soslayo a su cuñada Isabella, con una mejor apariencia, más animada y más sana.

-Después te contamos- había dicho Edward al ver cómo miraba a Isabella.

Al entrar al despacho, cerró fuertemente sus puños, olía a perro mojado dentro... Solo significaba algo... <<Seth Clearwater>> el chucho que tiene un crush con su hermosa Rebekah... Pasaba días en la puerta del despacho, sin entrar solo viéndola desde ahí, perro inteligente sabía que lo podía matar si se acercaba de más a su princesa.

-¿Quién lo dejó entrar?- preguntó apareciendo de nuevo en la sala.

-Hijo... Deberías calmarte- intentó razonar Carlisle al ver el rostro tenso del rubio y su posición de ataque.

-Repito nuevamente... ¿Quién lo dejó entrar?- preguntó subiendo su mirada lentamente, viéndose totalmente aterrador.

<<Huele a celos>>escuchó los susurros burlones de Nathaniel y Emmett.

-Fui yo- Edward se paró en frente de él, con una actitud despreocupada que lo hizo pensar en mil y un formas de matarlo.

Edward trago innecesariamente al ver sus pensamientos.

-¿Con permiso de quién?- trono su dedo pulgar, siguiendo los otros, haciendo un ligero sonido que hizo sonreír a Rosalie quién estaba conversando con Isabella.

-Yo... Yo que tú no perdería más tiempo aquí, e iría a vigilar al chucho- reía burlona Rosalie.

Recibiendo una mirada de reproche de Jacob Black que estaba del lado izquierdo de Bella.

En menos de un segundo la presencia de Jasper estaba en el despacho de su padre.

-Tu tiempo ha acabado, lobito- se acercó amenazante a él- L a r g o- deletreo cada letra señalando la puerta para que se vaya.

-La estaba cuidando... Como la dejaste sola- se levantó lentamente bajo la intensa mirada de Jasper, logró intimidarlo en sobremanera.

Ohhh dulce Seth, escogiste mal tus palabras, muy mal, estás sintiendo codicia por su reina... Ohh Seth, dulce Seth, huye... ¡Huye ahora mismo!

-¡LARGO!- rugió cuál león furioso, agarrando el cuello de la camisa del muchacho y tirándolo a velocidad fuera del despacho.

Lanzó la puerta del despacho, cerrando la puerta de golpe, y todos en la gran casa escucharon el fuerte portazo.

-Ohh Jazzy ha sido muy celoso- se carcajeaba Nathaniel con Emmett.

-Demasiado... Aunque hubiera sido mejor ver una pelea- Emmett chocó puños con el protector.

-Estos dos si que se han juntado- opinó Caroline a Esme.

-Se volvieron un par inseparable- reía Esme viéndolos jugar a con la consola frente al gran televisor.

-Admito que estoy celoso- murmuró Edward a Rose, viendo a su hermano favorito.

-Ustedes tres serán un trío inseparable- los ojos de Alice estaban fijos en Nathaniel, Edward sonrió de lado al ver la visión de su hermana.

-¿Te encuentras bien?- preguntó preocupado Carlisle a un recién llegado Seth.

-Carlisle... Con todo el respeto su hijo está loco y es tóxico- Seth bajo su mirada avergonzado.

Jacob sonrió de lado con Bella, al escuchar el comentario de Seth.

-Lamento eso... De verdad- hizo un intento de sonrisa que pareció más una mueca.

<¿Soy tóxico?> pensó Jasper acariciando el cabello de su amada niña que aún no despertaba.

-Despierta... Por favor... Te extraño- besó ligeramente sus labios- Hoy... Hoy que fui de caza con Emmett, por obligación de tu tía, tiene un gran poder por cierto... Vi una hermosas mariposas y me acordé de ti, cariño... Te extraño como no tienes idea- las caricias de Jasper en el cabello de Rebekah, eran con total adoración, que era digna de una obra de arte.

-Cariño te he traído unas rosas que recolecte en el bosque- acomodó las rosas en un florero, que estaba al lado de la camilla- Sé lo mucho que te gustan recolectar flores... Cuando despiertes iremos a recolectar todo lo que tu quieras... Incluso te dejaré tener el conejo que tu querías- le hablo a su amada Rebekah con la voz rota, y sus ojos ardiendo con lágrimas que nunca iban a salir.

Por favor despierta, cerró sus ojos fuertemente.

-Mi soldatino- me sonrió acariciando mis brazos llenos de marcas.

-¿Sí, mi Kitty?- le pregunté soltando sus manos suavemente para dirigir mis manos a su rostro y acariciarlo con adoración.

-¿Podemos tener un conejito?- preguntó sonriendo grandemente y sus ojos se achinaron un poco.

-¿Un conejito?- pregunté hablándole a mi bebé con incredulidad.

-Sí, un conejito, después tendremos un perrito... Luego un chanchito, un gatito, un tigre, un león que vamos a llamar Godric- me sonrió, y me complacía estar en sus planes del futuro y sus sentimientos tan puros llenaban mi alma de regocijo.

-Cariño... ¿Quieres un zoológico?

-¡Sí!- se levantó de la cama de un salto- ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¿Podemos? Yo quiero... ¿Tu quieres?- creo que se olvido de mi dieta pero ver sus ojos brillando de emoción me hizo enamorarme más de ella, de ella y de su pureza.

-Amor, ¿olvidas mi dieta?- le pregunté viéndola fijamente.

-Ohh- paro de brincar de un lado a otro- Cierto- hizo un puchero y sus ojos brillaron un poco.

Seré loco... Pero la mirada de mi princesa, me hizo tomar una decisión.

-Sí tú quieres vivir en un jodido castillo... Construire uno y viviremos ahí... Si tu quieres un zoológico lo tendrás- la atraje a mi besándola.

-Te quiero- me susurro con sus labios rojos e hinchados.

-Yo más, y mucho más, incluso antes que ti- besé de nuevo sus labios.

-Despierta por favor- la abracé con fuerza sollozando- Te necesito ahora que te tengo- la fuerza con la que se aferraba a Rebekah estremeció a todos los que escucharon las palabras de Jasper Hale.





-Creo que tienes que despertarla ahora- Apolo apartó la mirada de los dos jóvenes.

-No un rato más- susurro Eros con sus ojos brillando traviesos.

-Mira como está él- Apolo se sentía mal por el vampiro- Cuando se casen les daré mi bendición- envidio el amor de los jóvenes y deseo tener un amor así como el de ellos.

-Yo también... Ellos son tan puros... El hilo dorado que los une no puedo separarlo... Es tan puro y tan único, fuerte... Nacieron para estar juntos... Bueno él nació para estar con ella, pero él tuvo que esperar para estar con ella, o sea que ella naciera.

Apolo lo vio confundido por todo el enredo de palabras que usó- Ohh callate mejor- rió un poco antes de desaparecer.

Eros miró por última vez la camilla donde estaba el cuerpo de su protegida... Y vaya que era hermosa.

<<Suertudo>> pensó antes de desaparecer.

M O O N||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora