Una mirada llena de determinación era lo que ella podía ver, capas arrastrando en el suelo de un color negro rojizo demasiado llamativo, sus ojos rojos y su piel blanca, más blanca que la nieve.
Su sonrisa, y el jadeo, la cabeza de él rodando por el sueño, y sus brazos arrancados de su cuerpo, Jasper estaba sin vida.
Despertó jadeando asustada, sentía miedo, no sentía tranquilidad por primera vez, se levantó con temor, sus manos temblaban no controlaba su respiración, corrió a buscar a alguien, y encontró a Apolo con una copa de vino en sus manos, sentado viendo la isla en los inmensos jardines.
-¡Apolo!- llamó con urgencia Rebekah, llorando.
-¿Estás bien? ¿Te hicieron daño?- preguntó Apolo acercándose a ella rápidamente, asegurándose de que no tuviera algún daño.
-Es Jasper--abrazó el cuerpo de Apolo, él sintió toda la tristeza de ella- Está muerto...
Apolo, abrazo con mas fuerza a Rebekah--Está muerto, Apolo, murió... Lo... ¡Esta muerto!- sus lamentos hicieron despertar a toda la Isla, todos observaron la escena con confusión y tristeza, todos podían ver la tristeza de ella.
-¡¿Qué ocurrió?! - Eros apareció con su arco y flechas en mano, bajó la guardia al ver que no había peligro, sólo era su protegida llorando a cántaros.
Se metió en la mente de su protegida, y pudo ver lo que soñó, Jasper Hale había muerto, lo habían asesinado.
-Es sólo un mal sueño, Rebekah--trató de tranquilizar Apolo.
-Yo.. No... N..oo yo lo vi... lo vi- seguía llorando, arrodillada del dolor, sintieron miedo, miedo por primera vez.
-¿Rebekah?- preguntó Apolo después de un tiempo, al ver que Rebekah había dejado de llorar, se había quedado dormida nuevamente.
Sentía la mirada fija de Eros, con mucha incomodidad preguntó- ¿Qué ocurre?
-¿Tuviste algo que ver, no?- preguntó con sus facciones tensas.
-Absolutamente no, sólo fue una visión, profesías... - respondió Apolo con un poco de indignación, su amigo creyó por un momento que él había mandando a matar a Jasper, aunque ganas no le faltaban.
Eros recogió a Rebekah, al estilo nupcial, y se la llevó a su recamara, la dejó en su cama, y arropo su cuerpo, Hipnos se había presentado por petición del mismo, y era él quién ahora cuidaba de sus sueños, Hipnos con sus ojos totalmente plateados, observó con parsimonia el sueño que también se reflejaba en su mente, la joven y un vampiro, corrían por la nieve sonriendo, el vampiro la tenía en sus brazos, cargandola como un pequeño koala, él siempre la protegía, después la imagen cambió el vampiro la tenía aún cargada en su espalda como un koala, y en su torso tenía cargando un niño sumamente hermoso, rubio, y con muchos rulos, el niño se aferraba del cuello del vampiro, ellos tres eran felices, eran demasiado felices.
Apolo apretó sus puños con furia, al ver el sueño que estaba siendo inducido por Hipnos... El niño alzó su mirada, cómo si estuviera viendo a alguien fijamente... Los ojos del niño, eran naranjas, como el sol, como sus ojos, se removió asustado, y aflojó sus manos, sus manos estaban temblando...
-¿Qué rayos fue eso?- preguntó también confundido Hipnos.
-No tengo ni la más mínima idea, Meme- contestó Apolo con su voz apagada, una mezcla de emociones viajaban por demasiada velocidad en su cuerpo.
-Yo tengo una teoría... Ella está teniendo...llámalo visiones...- explicó Eros, señalando con su mano a Rebekah- Es como algo por añadidura, por tu protegerla... Eres el dios del oráculo de Delfos... Dahh- siguió con su explicación con un tono de fastidio en su voz, su sueño de belleza fue interrumpido.
El sonido contra el piso de unos tacones, hicieron poner tensos a los tres dioses en la habitación, pero Hipnos seguía con la mirada fija con total concentración en los sueños de Rebekah.
-¡Mi bebé!- saludo con alegría Afrodita a su pequeño hijo.
-¡Mami!- gritó como un niño de mami, que eso mismo era, corriendo a los brazos de ella y dejando que ella le dé besos por toda su cara.
Madre e hijo, desaparecieron, dejando destellos y un olor característico, los dos dioses que quedaban en la habitación se taparon la nariz, ese olor era peligroso, hacía perder los estribos a cualquiera, hacía que en tu cuerpo naciera un sentimiento de una pasión incontrolable, casi insasiable.
Afrodita, era ella, y si ese olor se juntaba con el aura de Eros, era algo totalmente peligroso, luego de dos minutos pudieron respirar totalmente en paz.
-... Yosiempre estaré para ti... En oscuridad, gritaré tu nombre... Te seguiré... - Apolo acarició el cabello de Rebekah con suavidad, cantando en su oído, con voz suave, no queriendo despertarla en realidad- Cariño, es que eres perfecta... Es que no sé explicar, explicar, explicar este extraño sentimiento en mi pecho- susurró lo último, se sentía confundido, demasiado, se levantó decidido y salió a buscar, a buscarlo.
Se sentó en su gran trono de oro, con su mirada fija en el trono de su amigo, sus ojos se volvieron de un color azul brillante, pasaron de azul a morado, y luego volvieron a su color natural- Te tengo- sonrió con burla, burla que se notaba a kilómetros, algunos sirvientes que estaban cerca de su trono, temblaron al verlo sonreír de esa manera... Esa manera tan burlona, que nunca traía algo bueno.
-Es sumamente interesante, lo rápido que he podido encontrarte, Jasper Hale- apareció en frente de Jasper, con su natural pose de orgullo y fortaleza.
Jasper retrocedió, sabía quién era él, y no sabía que hacía él aquí en frente de él- ¿Qué necesita?- preguntó con respeto, con un poco de medio al sentir sus emociones, inquietud, odio, celos, eran demasiados sentimientos negativos para la sonrisa que reflejaba Apolo.
-Verás... ¿Rebekah?- preguntó con su mano en la barbilla-... ¡Si, Rebekah!- gritó riendo, sus ojos estaban fríos, sin vida.
-¿Qué sucede con Rebekah?- preguntó demasiado preocupado Jasper, casi sin poder respirar, Rebekah podía estar mal, Rebekah, su alma comenzó a alterarse.
-Ella murió...- el aire le faltó a Jasper, cayó de rodillas, estaba en shock, no podía hablar, no, no, no algo estaba surgiendo en su corazón, en su alma, algo quemaba, y estaba seguro que en su mortalidad, ni en su inmortalidad, había sentido algo así, su pequeño hundimiento al separarse de María no se comparaba con lo que sentía ahora-... ¿Lo sabias no?- preguntó con burla Apolo.
-¡Estás mintiendo!- se levantó con total enfado Jasper, corrió en dirección a Apolo, siendo empujado fácilmente, quería morir eso es seguro- Haré esto mas justo- un aura dorada cubrió a Apolo, se había transformado en un vampiro, bueno por momentos, nada en su belleza en sí había cambiado, solo había cambiado a ser vampiro, los dos comenzaron a luchar, llevando siempre más ventaja Apolo, llevaba entrenando milenios después de todo.
-Todo fue tu culpa después de todo, Jasper Hale.
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M O O N||
FanfictionMOON|"Se despertó sobresaltada a mitad de la noche, directamente observó el gran ventanal que daba al gran bosque, vislumbró que alguien la observaba, la acechaba". |Jasper Hale fanfiction. |Prohibida su copia o adaptación.