MOON|"Se despertó sobresaltada a mitad de la noche, directamente observó el gran ventanal que daba al gran bosque, vislumbró que alguien la observaba, la acechaba".
|Jasper Hale fanfiction.
|Prohibida su copia o adaptación.
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-Te ves muy hermosa- dijo Jasper apenas la ayudó a salir del carro, en esos momentos a Rebekah se le olvidó como respirar.
-Muchas gracias por el halago, amable caballero- agarró la mano de Jasper para así poder entrar a la casa del Clan Cullen.
-Hoy me haz sorprendido... Lo admito- sonrió ampliamente guiando a Rebekah por la casa que ella ya conocía.
-Yo siempre sorprendo, querido- apretó suavemente la mano de Jasper, no se sorprendió por lo fría y dura que era su mano, pero esta vez no dudo en preguntar- Jazzy...
-¿Mhm?- la miró por encima de su hombro.
-¿Por qué tu mano es tan fría?- lanzó la pregunta.
-¿Te molesta? ¿Te incómoda? ¿Tienes frío?- preguntó extremadamente preocupado, por haber hecho algo mal e incomodarla, soltó su mano enseguida.
-No en lo absoluto- Rebekah con confianza volvió a tomar su mano-Solo era una duda, nada más, no te preocupes solecito.
-¿Solecito?- preguntó confundido y divertido, Rebekah en ese momento quiso retroceder el tiempo y corregir su error, al haberlo llamado de esa manera.
-¿Estás preparado para ese maratón?- preguntó evadiendo el tema.
Pronto habían llegado a la sala, ella se sorprendió al no ver a sus amigas y a Esme, extrañaba mucho a Esme que quería verla en esos momentos, no la había visto en mucho tiempo.
-¿Y tú mamá?-preguntó extremadamente cuidadosa, Jasper sólo podía sentir tristeza.
-¡Aquí estoy, mi cielo!- Esme llegó al lugar en donde se estaban preparando para su maratón de películas.
-¡Esme!- se levantó y corrió a abrazarla, como una niña abraza a su mamá después de tanto tiempo.
Esme rió amorosa- ¿Tanto me has extrañado?- preguntó acariciando su cabello una vez se separaron.
-Muchísimo- la chica sonreía por las caricias de Esme- Extrañé sus galletas- después de decir eso, Jasper y Esme, que eran los únicos presentes rieron divertidos, no era una mentira que la joven amaba las galletas, tenía una obsesión con ellas.
-¿Extrañaste a Esme o a las galletas?- preguntó divertido Jasper, sentándose en el mueble viendo a su madre y a su Rebekah.
