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-Jasper- sentí como apretó duro mi hombro Emmett- Tienes que alimentarte.

Una semana ha pasado, y sus hermosos ojos aún no se han abierto... Esta dormida o eso quiero creer.

-Tus ojos están cada vez más negros, y tienes ojeras muy marcadas- reprochó Rosalie a mi lado.

-¿No tendrías que estar cuidando a Isabella?- preguntó con rudeza a su hermana.

-Estoy preocupada por ti... Todos estamos preocupados por ti- Rosalie se aguanto las ganas de pegarle a su adorado hermanito.

-Anda a alimentarte de unos lindos conejitos- se carcajeo Nate- A ver si así te pones un poquito más alegre- lo señaló con su copa de bourbon.

-Jasper Hale... - se acercó la tía de Rebekah y me miró fijamente- Irás a  alimentarte con tus hermanos hasta que estés saciado- la pupila de Caroline se dilato hasta quedar de color negra.

Jasper asintió sin poder controlar su mente y salió en dirección al bosque, esquivando todos los obstáculos que se presentaban de por medio... Escuchaba los pasos de su hermano Emmett, más el seguía alimentándose con todos los animales del bosque que encontraba a su paso.

-Eso fue increíble- la voz débil de Isabella Swan elogió a Caroline.

-Muchas gracias, joven Bella- la miró por unos segundos, antes de ver los ventanales que daba al bosque, no quería ver a la humana, no quería ver el estado de ella, como se veía físicamente.

La admiraba por querer seguir con ese embarazo, la fuerza de voluntad que tenía... Observaba con pena también el rostro del joven Edward, es difícil por lo que estaba pasando, eso sumándole a su amada sobrina y al joven Jasper que era como un mega combo.

-¡Al carajo todo!- gritó Nate lanzando su copa al piso.

-¡Nate!- reprochó enojada- ¿Qué crees que estás haciendo?- preguntó enojada.

Corrió a coger una escoba y recogedor para limpiar el desastre que hizo Nate.

-Yo lo hago, querida- se ofreció Esme.

-No te preocupes, guapa- suspiro enojada con su hermano- Yo lo hago, es culpa de él.

Comenzó a barrer los pedazos de vidrio con cuidado, no quería que quedara algún vidrio por ahí.

Observó a su hermano por unos instantes antes de volver a barrer, estaba concentrado en el piso con sombras de color verde oscuro a su alrededor- ¡¿Qué crees que estas haciendo?!- preguntó asustada dejando caer la escoba para ir donde su hermano... Todos los Cullen, y 3 hijos de la luna lo observaban con cautela, asombro y miedo.

-Pidiendo ayuda a mi señora Hecate- murmuró concentrado.

Agarró las manos de su hermano y le dio un ligero apretón, concentrándose con él.

-Ohhh los amados hijos del linaje Maxwell- una voz llena de alegría se presentó en la casa de los Cullen.

-¡Mi señora!- maravillado Nate se arrodilló ante ella.

-Mi niño- sonrió viéndolo- Levanta tu mirada, mi niño- al verlo directamente a los ojos pudo ver lo que le molestaba a su protegido... Sintió rabia al saber por qué estaba pasando.

-Niña de la luna- saludó a la hermana de su protegido que seguía arrodillada sin levantar la mirada, respetuosa, muy bien Artemisa.

-Mi señora Hecate- la voz llena de respeto, hizo envidiar a Artemisa, hubiera reclamado a los dos hermanos Maxwell, pero Artemisa se había adelantado.

M O O N||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora