M O O N||

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-¿Por qué Apolo no tiene protegidos?- deje el trozo de pizza a un lado para verlo.

-Él... Él se volvió frío, es desalmado o eso dicen- su rostro se tornó serio-Tuve la oportunidad de pelear al lado de él, hace unos años, es solitario, simplemente eso.

-¿Y Zeus?- quería saciar mi curiosidad, eso era imposible.

-Él tuvo dos protegidos, y nada más, ahí quedó- me observó pensativo- Y si preguntas por Ares- le sonreí grandemente- Solo ha bendecido a un gran guerrero.

-¿Cómo son ellos?

-¿Quiénes?

-Los dioses- habló bajo sólo para los dos.

-Son de una belleza inexplicable y una sabiduría inmensa, algunos más que otros- sus ojos brillaron.

-¿Cómo es Apolo?- su tío la observó serio-¿Qué? Me dio curiosidad al saber que es demasiado solitario, me imagino a un Alexander Lightwood.

-Créeme que tu personaje favorito, es más sociable que el señor Apolo, sus ojos son como el naranja del atardecer, su piel es blanca como la nieve y su cabello es amarillo como el sol, es irónico porque es el dios de eso.

-¿Se les tiene que decir Señor?- preguntó confundida.

-Sí, después de esta charla tienes que dirigirte de esa manera hacía ellos.

-¿Cuándo sabré quién me estará protegiendo?

La mirada de Nathaniel se perdió en el infinito luego de oír esa pregunta, ¿Cuándo? Pronto de eso estaba seguro.

-Después de la ceremonia de inicio a cargo de el abuelo de Aleksander.

-¡¿Aleksander?!- exclame sorprendida el nombre de mi mejor amigo.

-Sí cariño, él es protegido de Hermes.

-¿Por qué no lo sabía?

-Porque recién te estoy contando, él tenía prohibido decirte algo hasta que tu supieras toda la verdad.

Era mucha información en pocos minutos, se sentía confundida, pero lo estaba aceptando, tenía que hablar con Aleksander, él le podía explicar mejor las cosas.

Extrañaba a su mejor amigo.

-¿Por eso el desapareció por 6 meses?- preguntó recordando lo que su tío hace unos minutos le acaba de decir.

Cuando algún dios decide protegerte, tienes que vivir con él, hasta que él considere que ya tienes todos sus conocimientos necesarios y hagas más grande su reconocimiento y nombre, las acciones que realizabas después del entrenamiento las tenías que hacer con cuidado, porque ahora todos tenían su mirada en ti, para ver si ese dios hizo un buen trabajo.

También le habló de los renegados, los que mancharon el nombre de sus protectores, vergüenzas para ellos, por eso los dioses tenían cuidado al elegir un protegido.

-Sí, cariño- contestó su tío- Los dos estuvieron en Grecia.

Muchas preguntas más salieron de la boca de Rebekah, respuestas en ocasiones inconclusas de Nathaniel, quería saciar su curiosidad.

Pero su curiosidad sería saciada por el protector de ella, eso dijo su tío, y ahora le creía a él todo lo que salía de su boca.

Al llegar a casa, el camino se hizo corto, una charla llena de preguntas, hizo que 1:40mn, fuera corta, incluso llegó a creer que su charla duró 20 minutos.