Prólogo

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Era un típico día de escuela al cual yo llegaba tarde he de aclarar. Unos minutos no harán la diferencia me decía... Tal vez debí salir más temprano.

—Mamá, papá ya me voy. Los veo en la tarde. — Se despidió la chica de cabello negro.

— Cuidate mucho y por favor llega temprano que tus hermanos vendrán a comer.

— Si esta bien. Adiós ,los amo.

Caminaba hacia la preparatoria, a decir verdad es un trayecto corto por lo cual no me moleste en acelerar el paso a pesar de que llegaría tarde ¿Soy una rebelde o que no?.

Mamá siempre me dijo que volteara a ambos lados antes de cruzar la calle, ya saben aunque sea de un solo sentido porque conductores responsables wherever. Esa fue la primera regla.

Solo faltaban unas cuadras para la escuela y yo estaba en el teléfono sin mirar al frente, escuchaba todo lo que pasaba a mi alrededor pero no me importaba era mejor ver quien actualiza cual historia. Segunda Regla no usar el teléfono en la calle.

Una calle más y llegaba solo tenía que cruzar Simple ¿No?. Vil mentira era eso.

—Por Dios llamen a una ambulancia. — Grito una chica a mi lado.

— To.. Todo... Es... Ta Bi.. Bien  — Le sonreí.

— Lo siento, por favor no te duermas.

— ¿Cómo está el chico y su gato?. — Pregunté tratando de no tartamudear.

—Los salvaste están con la madre del pequeño.— Dijo llorando mi mejor amiga.

— Perfecto, oye prometeme que esta vez si conseguirás tu  permiso de conducir.

— Obviamente y tu me acompañaras no quiero traumar a otro maestro.

Reí levemente. - Creo que está vez no podrá ser. Tal vez después. — Cerré mis ojos poco a poco.

— ¡Emily! ¡Emily Despierta¡ ¡Carajo! ¡¡¡NO ME DEJES!!!

Eso fue lo último que escuché antes de que la oscuridad me llevara a su lado. Al final si fui una chica rebelde que llegó tarde a sus clases.

¡¡¿Reencarne como la hija de Tony Stark?!! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora