Capítulo 94: 16 AÑOS

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El techo, si, esa parte que nadie nota en la habitación hasta que sus pensamientos se vuelven demasiados y te arrebatan el sueño en un pestañeo. Ese momento en que tu cerebro se bloquea y lo único que puede hacer es mantenerse despierto porque el cerrar los ojos, el descansar se volvió una imposibilidad, nada parecida a las enumeradas por Alicia.

Ha paso una semana, una semana y mi cuerpo... Mierda mi cuerpo se siente débil, cansado, casi sin... Vida.

Mi única vista en todo este tiempo no ha sido el jardín, o un libro, no, es el inodoro que inicia blanco pero termina siendo carmesi.

De nuevo esa sensación de rejurjitacion en mi garganta que me indica que debo correr al baño de inmediato si no quiero ensuciar mis sábanas y así como lo pienso lo hago, me levanto corriendo hacia el baño a vaciar mi estómago y parte de mi suministro de sangre.

Si el inodoro fuera un vampiro sería extremadamente feliz por todo lo que le proveo.

Débil deje caer mi cuerpo a un lado del inodoro, el dolor en mi pecho cada vez es más fuerte, mi cuerpo duele, mi cabeza duele, todo duele.

Solté algunas lágrimas. — Ya pronto se acabara...— Murmure mirando el anillo en mi mano, relucia cuál diamante en vidriera. — Ya tomaron toda la magia suya de mi.

Me Incline sobre el inodoro una vez más.

—¡Martha! — Mamá entró corriendo mirándome asustada y preocupada se notaba que retenía las lágrimas. — Cariño estarás bien lo estarás. — Me abrazo mientras soltaba un par de lágrimas.

— Mamá — Mi voz salió temblorosa y gastada, la sangre quemaba mi garganta.  — Lo siento ¿Te desperté?

Nego con la cabeza. — Hoy iremos con Strange.

Asentí. — Esta bien. — Sonreí apenas.

— Martha. — Me miró con tristeza.

—Siendo honesta no quiero irme ¿Te molesta esperar unos minutos aquí conmigo? — Pregunté.

Tuffy y Waffle llegaron conmigo, acurrucandose a mi lado permitiéndome acariciarlos.

— Me quedaré todo el tiempo que quieras. — Se recargo en la pared frente a mi.

— Gracias. — Recargue mi cabeza en la pared. — Y ¿Algún prospecto a padre?

Rio ligeramente limpiando sus lágrimas. — Ninguno.

—Wong aún es una opción.

— ¿Algún día dejaras esa pareja ficticia? — Alzó una ceja.

—Nunca, el Wolise es mi pasión, mi matra y mi vida. — Rei comenzando a toser levante mi mano para que no se acercara. — Estoy bien.

—.... — De nueva cuenta las lágrimas se agruparon en sus ojos.

— Hoy, se acabará mamá. Te lo juro el día de mi cumpleaños estaré llendo de acá para allá. — Dije animada. — En la mañana me sentiré mejor e iremos con Strange y listo.

— Te amo tres millones hija. — Acarició mi mejilla.

— Te amo tres millones mamá. — Tome su mano manteniéndola en mi mejilla.

Unos minutos después me encontraba a un lado de mamá, un poco mejor mientras me recostada sobre sus piernas y ella acariciaba con suavidad mi cabello.

— Aún recuerdo el día que te di a luz. — Dijo soñadora. — Eras una bebe tan pequeña, apenas naciste y abriste tus ojitos, miraste a todos con curiosidad y extendí tus manitas hacia mí. Con tu manita apretáste mi dedo y puedo jurar aunque todos digan que no, que me sonreiste. — Lágrimas caían de sus ojos. — Eras mi hermosa bebé, mi niña, mi vida, mi Martha. Inmediatamente te vi pensé en Tony tu cabello negro era signo de el.

¡¡¿Reencarne como la hija de Tony Stark?!! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora