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—Y papá está noche no llegara a cenar?— pregunto la pequeña Sam.

—No amor, está noche no volverá a cenar con nosotros, anda come, para que descanses, mañana tienes examen en la escuela..— dijo Joaquín, viendo a su pequeña rizada, de mejillas rosadas.

Amaba a su pequeña hija de 5 años, fruto del amor que tuvieron algún día Emilio y Joaquín.

Quién diría que después de 6 años juntos, todo se iría por la borda, que todo cambiaría, que ya nada sería igual.

Joaquín se preguntaba, por qué comenzo el sexo forzado por las noches cuando el llegaba? Por qué comenzaron las discusiones de dónde ambos salían con golpes y rasguños? Por qué Emilio comenzó aventarle la comida en la cara?

Había mil preguntas sin respuesta alguna.. Había noches en las que el, solo quería agarrar a su pequeña niña y largarse de ahí, sin llevarse nada, solo a Sam.

Sam
Sam
Sam
Sam.

Sam.. Como le iba a explicar a la niña que el y su papá ya no se querían... Para Sam, Emilio era su héroe, su rey, su papito, su amor, su todo... y que decir que para Emilio, Sam, era la niña de sus ojos, su princesa, su verdadero amor, la única personita que puede calmar el demonio de Emilio.

Joaquín siempre a procurado darle la mejor imagen de feliz matrimonio a su niña, el no quiere que su hija sufra lo que el sufrió cuando su padre se fue de su lado.

—Papi, quiero esperar a papá aquí en la sala para que el me lleve a mi habitación, quiero que me lea el cuento de la casita de chocolate, solo dos libros más y pronto terminaremos la colección, solo falta la cenicienta y pinocho..— brincoteo en su silla la pequeña, bebiendo de su lechita tibia.

—Amor papá tardará, pasan de las nueve, quizá mañana pueda..— cargo a su hija entre sus brazos y la llevo al baño a lavarle sus dientitos.

—Quiza no demore en llegar, papi lo quiero esperar..— Joaquín no podía negarse ante esos ojitos cafés con pestañas largas.

—Puedo leertelos yo amor..—

—No papi, papá Emilio me los lee muy bonito, quiero que mi papi Emilio me lea los cuentos.—

Se sentía mal por ello, la niña prefería a su papá Emilio, pero creía que era lo mejor, por qué si Joaquín le quitaba el honor de leerle los cuentos a la pequeña princesa, ella ya no podría sentirlo cerca.

El que Emilio le leyera los libros a su hija, era como mimarla y admirarla solo por media hora de todo el día, solo tenían media hora para quererse y jugar, Por qué Emilio trabaja todo el día, y hay noches en las que el no llega, y cuando llega, llega con aliento al alcohol, u oliendo a perfume de mujer.

La rizadita corrió hacia la sala junto a su mejor amigo "panchito" su oso de peluche, un oso polar con un moño azul y chaleco. Primer osito que Emilio compro cuando Joaquín le dijo que estaba en cinta.

9:39pm
9:46pm
10:25pm
11:47pm
12:20am
12:50am
2:40am
4:15am.

Y el nunca llegó.

Tomo a su niña brazos, ella aún dormía con panchito abrazados y la subió a su habitación.

Le dolía y le daba rabia el hecho de que Emilio le hiciera eso a su propia hija, valla que dolía.

La arropó con sabanita de princesas, depósito el último beso en su cabecita y fue a su habitación, esa habitación fria y sin chiste, donde lo único que tenía eran malos recuerdos.

Tomo su pijama y fue a bañarse; atender la casa y a una pequeña era agotador, limpiar, lavar y hacer de comer para complacer a Emilio, cuando el nunca se daba cuenta de nada, no se daba cuenta si movía los muebles, si pintaba las habitaciones, o si hacia de comer, por qué la comida se iba directo al desperdicio por qué nadie comía de lo que hacía Joaquín.

Escucho las llaves sonar y supo que Emilio había llegado.

Se cambió lo más rápido que pudo y cuando trato de salir de la habitación, este lo tomo por la cintura tumbandolo a la cama y comenzando a meter sus manos debajo de su ropa.

—Quitate, mira nadamas como vienes..— grito y se quitó del agarre.

—Como tu esposo tengo derecho a tocarte..— refumfuño, tomo de nuevo a Joaquín entre sus brazos y lo beso forzozamente.

Un par de cachetadas se ganó por parte de Joaquín, quién al verlo directamente, sacaba humo por las orejas, estaba completamente rojo, enojado, y miraba con odio a Emilio.

Con toda la fuerza, Emilio tumbó al suelo a Joaquín de una cachetada.

—Jamas se te ocurra golpearme, última vez que lo haces Joaquín, por qué ala próxima, te mato..— grito contra el, apuntandolo hacia el piso.

Joaquín limpio su boca, de ella salía sangre, sus lágrimas se hicieron presentes, le dolía, si le dolía en la manera en la que era tratado, violentado, golpeado, encerrado, sirviendo de criado. Putamadre el solo tenía 21 años, como carajos iba a saber que esa vida iría a llevar cuando conoció a Emilio..

Emilio cumpliría 23 años dentro de pocos meses, era un gran ejecutivo, era social, muy importante. Tenían todo, dinero, lujos, camionetas, pero faltaba lo principal.

Desayuno, ropa limpia, casa limpia, un esposo que siempre le atendía, una hija hermosa, muy bien educada. ¿Que más quería?

—La niña te estuvo esperando, quería que le leyeras los cuentos que aún faltan, Emilio, no importo yo, es ella, Sam, es lo único que importa..— dijo cuando su esposo se quitó de encima suyo.

Una vez más hubo sexo forzado en la madrugada, ganas ni exitacion ya no había, no existía. Probablemente amor tampoco.

—Recompensare a mi princesa mañana, me quedaré en casa, así que no andes estorbando ni haciendo mal tercio cuando juegue con ella..— se puso de pie y se fue al baño.

Joaquín se puso de pie y fue directo a la habitación de huéspedes, ya no soportaba una noche más con el.

Lo que restaba de la madrugada se dedico a llorar, guardaba tantas cosas, ya no soportaba, quería gritar, salir corriendo, no soportaba ya nada, solo Sam era su única fortaleza.

Odiaba ser tan Cobarde en cuanto trataba de largarse de esa casa, oportunidades a tenido muchísimas, irse y nunca volver, poner en práctica su carrera como Contador, pero su maldita cobardía no lo dejaba volar ser libre. El solo quería estar en paz, dormir una noche con tranquilidad, y no estar atemorizado a qué su esposo lo estrangule por la noche.

Necesitaba irse ya.

Inspirada ando, así que démosle un apoyo grande a esta fic💓 los amo🥺💓

Un Ángel Llora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora