Un Ángel Llora

10

Creía que ese fin de semana fue el peor, pero no. La semana empezó con el pie izquierdo con Sami enferma del estómago, corrió durante toda la madrugada de un lado a otro sin dormir nada, velando el sueño de su princesa de caramelo.

La llevó al baño a vomitar, le enjuagó la boca, la bañó, la temperatura estaba presente junto a la diarrea, durante la madrugada se encargo de darle medicamento cada seis horas y un té. Su enojo fue grande cuando Emilio bajo ala cocina y comenzó a reclamarle que era culpa suya que su hija se enfermera y después se volviera ir a dormir cómodamente.

Eran las 6:30am y no había dormido nada, pero el ver qué Sam estaba un poco mejor lo tranquilizaba.

—Quiero desayunar, ya hiciste el desayuno?—

—Si, ahí abajo te lo puse,callate, la niña acaba de dormirse.—

Emilio se acercó a su hija y le dio un beso admirandola. Un "teamo" le susurro y salió de ahí.

Joaquín sabía lo que pensaba, Emilio pensaba que Joaquín tenía la culpa de que Sam enfermo.

Niurka olió lo que cocino de madrugada Joaquín para Emilio, estaba tapado con una mantilla, tomo en sus manos el desayuno y lo tiro a la basura.

Emilio llegó a la cocina buscando el desayuno que supuestamente Joaquín le había preparado no encontrando nada. Rebusco por todas partes y ni pista del desayuno.

No dijo nada, subió a su habitación, esperando que diera la hora para irse a la oficina, no sintió pero de la nada llegó Joaquín aventandole un plato en la cama.

—Al menos hubieras tenido la puta decencia de dejarlo ahí en la mesa si no querías tragartelo.— le gritó fuertemente Joaquín en la cara.

—Lo hice en medio de la puta madrugada cuando estaba cuidando de Sam, cuando no e dormido nada, si no lo querías no lo hubieras tirado.... Pinche malagradecido.— Joaquín le soltó dos cachetadas que se tenía bien guardadas.

Emilio se imagino algo pero no hizo caso, sintió su coraje estallar cuando sintió un rasguño en el rostro, devolviéndole el golpe haciendo que Joaquín girará el rostro.

—Ultima puta vez que te hago el chingado desayuno..— se le entrecorto la voz.

—Ni que me muriera por probar tus porquerías, por qué eso es lo que son, unas porquerías, acéptalo Joaquín jamás jamás me volverás a complacer..—

—Si de placer hablas, deberías hablar por ti mismo, tu ya no provocas nada en mi, solo me das asco, me das asco así como dices que te da asco mi comida... Al menos a una persona en esta vida, no le da asco lo que le hago.—

Emilio lo tomo del cuello apretándolo importandole poco si Joaquín respiraba o no.

—Escuchame bien, tu la vuelves a mencionar y yo que te mato, a mi ni me andes reprochando a esa vieja en la cara, ya te dije Joaquín, te lo advierto, tu la vuelves a ver y yo la mato.—

En un rápido movimiento, Emilio ya estaba sobre Joaquín, dando besos a la fuerza y rompiendo la ropa que él tenía, fueron movientos rápidos y absurdos en donde el contrario se removía intentándolo quitar, pero era inútil.

—Te odio.. te odio tanto Emilio, solo me estás jodiendo la puta existencia, tu y tu madre son unos hijos de puta.— le soltó un golpe en el labio, logrando que ese sangre.