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POV Poché.

A la mañana siguiente, sentía que no había descansado nada, aunque ya hubiera hablado con mi papá, de todas maneras no podía creer en sus palabras.

Supongo que es normal, después de todo, uno se cansa de tantas mentiras, venga de quién venga.

Aún seguía pendiente esa reunión con la pareja de mi papá, aún no lograba saber si realmente era ella y no una trampa.

Pero la verdad es que últimamente mi vida se basaba en eso, entre el creer o no creer, entre el confiar y no confiar en quienes me rodeaban, pues en situaciones así lamentablemente quienes menos crees que puedan lastimarte o querer hacerte daño, terminan siendo los villanos de la historia.

También extrañaba mucho a mis amigos, Mario y Sebastián, después de todo eran las personas que siempre estuvieron a mi lado.

Después de analizar, por última vez, lo que últimamente sucedía en mi vida, decidí levantarme antes de que sonará la alarma. Como cada mañana y como venía sucediendo en las últimas semanas, Daniela venía por mi para ir juntas a trotar. Por lo que me puse ropa deportiva, sin bañarme aún, prefería hacerlo volviendo de trotar, baje a preparame un desayuno rápido que consistía en un tazón  de leche con cereal acompañado por un jugo de naranja y una manzana, lo comí y una vez que terminé, dejé todo en la cocina, al tiempo que recibía un mensaje de Daniela.

Gordi (1)
En 5 minutos llegó a la casa
de tu papá, espero que ya
estés lista para ir a trotar,
nos vemos, te amo.
Recibido a las 08:15 AM

Poché (1)
Entendido cosita, te espero.
Ya desayune y estoy lista,
te amo.
Enviado a las 8:16 AM

Tal y como dijo, 5 minutos después se encontraba tocando el timbre de la casa de mi papá.

—Buenos días hermosa— Dijo apenas abrí la puerta.

—Buen día guapa, ¿Cómo dormiste? — Respondí para acercarme a abrazarla y darle un pico.

—Dormí bien, pero te extrañe, ya me estaba acostumbrando a que nos fuéramos turnando a dormir juntas en tu casa o en la mía— dijo mientras hacía un puchero.— Pero en fin, ¿Cómo estás? ¿Qué tal estuvo la cena y conversación con tu papá? — agregó luego.

— Yo también te extrañe, contigo a mi lado lo hubiera sentido menos difícil, pero son cosas que tengo que enfrentar, solo espero que todo esto ya pase y pueda tener una vida normal, sin el miedo persiguiendome en cada paso que doy.— Respondí de vuelta. — Mira no te voy a decir que fue fácil, porque honestamente no lo fue, pero estoy tranquila, pude decirle algunas cosas y sacarlo de mi sistema, eso me tiene más tranquila, según él, solucionará todo y ya no correré riesgo, incluso me lo aseguró, pero siendo sincera ya no creo en sus palabras. En fin, vamos a trotar antes de que se nos haga más tarde.— Finalicé, tomando  mi botella de agua y su brazo para comenzar a trotar.

Dimos un par de vueltas, mientras poníamos música en uno de nuestros celulares, con un airpod cada una, al tiempo que escuchabamos la música, también hablábamos de muchos temas en general, le pregunté por sus amigas de toda la vida, como era su relación  con ellas, ahora que estaba tan lejos, me contó anécdotas de cuando era más pequeña, como fue que decidió entrar a jugar fútbol, con ella siempre parecía que la conversación no tenía fin, era agradable pasar tiempo con ella y cada vez me hacía sentir más segura.

Pero también me angustiaba, que Daniela estuviera siendo la excepción a todo  y la persona por la que estaba comenzando a romper las reglas de mi lista.

Una chica extraordinariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora