Una chica extraordinaria

8. Cena

POV Poché.

Después de hablar y aclarar las cosas con Daniela me sentía mucho más calmada y relajada, en muchas situaciones soy una persona muy inmadura y lastimó a personas inocentes, pero en otras, mi lado pensante me hace darme cuenta y entrar en razón. Había cosas de las cuales no me sentía orgullosa, cosas de las cuales mi mamá jamás se sentiría orgullosa, ella siempre me decía que quería que encontrará alguien que me amara y con quién compartiera mi vida pero que por sobre todo, ella deseaba que yo fuera feliz. Sentía que de cierta manera, estaba rompiendole una promesa a mamá, porque no tenía ni pareja, ni estaba siendo feliz. Porque sí, disfruto de salir con mujeres distintas cada día, disfruto del alcohol, de la fiesta y del descontrol pero eso no me llena, no siento que esté disfrutando, no siento que sea un estilo de vida que me haga sentir feliz, no siento nada de eso. En ocasiones siento que mi vida no tiene sentido y extraño mucho a mi mamá, extraño como era mi vida con ella aquí. 

Desde ahora comenzaría a trabajar para encontrar mi propia felicidad y en que aún con todos mis errores, ella se sienta orgullosa de su hija.

Seguía rondando por mi cabeza, un montón de cosas, que más tarde pondría atención, pero una de esas cosas, es que no entendía que tenía que ver mi papá con los Calle, el porqué habría una cena con el papá de Daniela y porque ella estaría presente, mi papá me tenía abrumada con tantos secretos y es que la situación no daba para más. Me tiene cansada el hecho de saber que en mi familia siguieran habiendo tantos secretos, tantas cosas inconclusas y tanto misterio sin resolver. De camino a casa iba escuchando música, como siempre, pero por alguna razón esta vez algo extraño sucedió, iba escuchando la playlist que suelo escuchar, que me anima y alegra el día, pero de la nada, la música se cambió y empezó a sonar Luna de Zoe, la canción favorita de mi mamá. Es increible como ella siempre logra aparecer y demostrarme su amor. Sigue logrando enviarme mensajes y decirme que está, aunque físicamente ya no esté.

Llegué a mi casa cuando solo faltaban 20 minutos para que fueran las 7 de la tarde, mi papá aun no llegaba, por lo que me dirigí a la habitación de mi hermanita. Al llegar, toque 3 veces la puerta y no salió nadie ni tampoco se escucho gritar un "pase" desde adentro, por lo que supuse, Valentina estaría en su estudio. Me dirigí hacia ese lugar de la casa y efectivamente se encontraba ahí.

—Hola pulga, pensé que estarías en tu habitación—dije entrando al estudio de Valentina.

—Uy no, imposible gordi, este viernes tengo una audición muy importante y necesito prepararme bien y así poder obtener uno de los papeles principales de la academia.—respondió ella tomando su toalla para secar su sudor.

—Siempre tan juiciosa, me encanta muchísimo y ¿Qué obra harán o de qué tratara esta audición? — le pregunté interesandome un poquito más por su vida.

— O sea es para dos cosas, la primera es que realizarán la obra "la novicia rebelde" y la otra parte es una audición para poder integrarse al elenco de baile de María Becerra y me emociona muchísimo— respondió regalandome una sonrisa.

—¡Valentina, eso es increíble! Es una oportunidad genial ¿No puede asistir público a las audiciones? — respondí muy emocionada.

—¿En serio lo estás preguntando? ¿Quieres ir? — respondió con una cara que expresaba entre confusión y alegría.

—Por supuesto pulga, cuando te dije que intentaría arreglar las cosas entre ambas, lo decía  en serio.—respondí acercándome a darle un abrazo.

—Wow, esto sí no me lo esperaba, gracias. Y si, si puede asistir público, la audición para la novicia rebelde es a las 11 y la audición de baile es a las 2, entiendo si por el entrenamiento no puedes ir a la primera, pero te espero en la segunda— respondió ella, terminando nuestro abrazo.