2. Comenzar de nuevo

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POV Poché.

Luego de salir del bar, camine con Laura hacia mí carro, le comenté que la llevaría a mi apartamento, no es un lugar muy ostentoso, pero aquí es donde vengo siempre con mis chicas, me lo regalo mamá antes de fallecer y es una de las pocas cosas que aún conservo de ella. Aunque sé que no le gustaría el uso que le estoy dando, no solamente lo ocupo para eso también vengo hasta aquí para sentirme más cerquita de ella. Mi madre falleció hace unos años, yo era más pequeña, lo que mi padre y mi familia me dijeron es que fue debido a qué el cáncer avanzó muy rápido, pero hay muchas cosas que quedaron inconclusas y que me hacen dudar de que haya sido así, como el hecho de que mi hermana Valentina y yo, no pudimos ver a mamá los últimos días, no permitieron que nadie pudiera verla en el ataúd, pero supongo que eso ya es otro tema y debo confiar en mi papá. En el camino hacia el apartamento le pedí a Laura que ella colocará la música, durante el camino nos fuimos en silencio, pero no uno incómodo, ella iba concentrada en cantar y observar la ciudad y yo en mis propios pensamientos.

— Listo hermosa, hemos llegado— hablé bajandome del carro y abriéndole la puerta de copiloto.

— Me parece perfecto, continuemos la noche en tu cama— respondió ella guiñando un ojo.

— Una mujer que sabe de donde viene y para donde va, ¿no?— respondí riéndome.

—Por supuesto cariño, eso ni lo dudes— respondió ella.

—Perfecto, ven subamos— respondí yo presionando el botón del elevador.

Una vez dentro solo éramos ella y yo, sentía que la tensión que había dentro de ese elevador era casi palpable, nos mirábamos como analizando cuál sería el siguiente movimiento de la otra, hasta no aguante mas y me acerque yo primero, comencé dando besos en sus labios con frenesí, disfrutando el momento, después comencé a bajar dando besos por su cuello y volviendo hacia sus labios, hasta que llegamos al piso 10,lugar donde debíamos bajar. Salimos entre tropezones besándonos sin parar, se sentía increíble besarla, solo podía concentrarme en ella y en lo bien que besaba, llegamos a la puerta de mi apartamento y comencé a buscar las llaves en el bolsillo trasero de mi pantalón,mientras ella continuaba besando mi cuello.Una vez dentro, fuimos directo a mi cuarto, ella comenzó a sacarse la ropa de manera sensual y yo la observaba atentamente, cuando terminó, la lance a mi cama y comencé a desvestirme mientras continuaba besándola. Pasamos la noche disfrutando la una de la otra, Laura era una mujer increíble en la cama y como persona también lo descubrí porque amanecimos conversando de la vida, haciéndonos preguntas, descubriendo cosas nuevas, compartiendo, escuchando música, bebiendo una copa de vino, definitivamente la necesitaba en mi vida, como amiga claramente.

— Buenos días hermosa, te deje el desayuno en la mesita de noche— dije apenas salí de la ducha, debía volver a casa antes de que mi papá volviera a enojarse.

— Gracias linda, sé que será bastante imprudente lo que diré pero ¿Continuaremos viéndonos?— pregunto ella, agachando la mirada.

—Mmm, lamento que no, no soy una mujer que repita chica ni mucho menos, aunque debo reconocer que si me gustaría continuar teniendote en mi vida, como amiga si gustas, quiero conocerte.— respondí tomando sus manos.

— Claro que sí Majo, cuando te vi en el bar supe que no sería más que una noche, pero anoche fue increíble y me divertí como hace mucho tiempo no lo hacía— respondió ella dándome un abrazo.

—Me agrada la idea, te paso mi número para que vayamos por un helado o a comer— respondí de vuelta.— Ahora, vayamos a desayunar y luego te paso a dejar donde tu gustes, debo ir a mi casa y luego a entrenar—.

Pasamos el desayuno entre risas y conociéndonos un poquito más, era una mujer muy agradable, estaba segura de que a Paula le agradaría conocerla y salir juntas las tres, cuando terminamos, bajamos del edificio y continuamos escuchando música en el carro, a diferencia de anoche, ambas íbamos cantando alegremente, era como si realmente nos conociéramos de toda la vida. La dejé en su casa, me despedí con un abrazo y continúe el camino hacia mi casa.

Una chica extraordinariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora