22. Pistas

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POV Calle.

—¿Qué carajos fue eso? ¿Por qué nombró eso de preparar arroz? Te juro que no entiendo nada— Pregunté a Valentina apenas finalizó la llamada.

— Yo sí lo entendí a la perfección, mamá cuando éramos chiquitas nos enseñó que en caso de que en algún momento estuviéramos en peligro, algo nos preocupará o lo estuviéramos pasando mal pero no pudiéramos decirlo a los 4 vientos, buscáramos la forma de meter la palabra arroz a la conversación de esa forma ella sabría que algo iba mal y podría ayudarnos, eso se mantuvo con Poché y conmigo aún de grandes.— Me explicó y logré comprender.

—  ¿Y tienes idea de cómo podemos ayudarla? ¿Algún plan? No sé cómo ayudar y me siento de manos atadas.— Respondí de nuevo.

—Si, pero no, tenemos que hablarlo con el investigador y ver como operaremos ahora, hay que hacerlo todo minuciosamente porque no sabemos si esos sujetos nos tienen vigiladas, así que mientras más sigilosas seamos, mejor. Por ahora hay que esperar que nos vuelvan a llamar para el dinero y ver cómo lo puedo conseguir.— Respondió calmada y me sorprendió verla así, cuando yo lo único que quería hacer, era romper todo.

Seguía totalmente confundida, más aún porque los días pasaban y seguíamos sin poder tener a Poché con nosotras, ya llevaba una semana secuestrada, su papá brillando por su ausencia y yo viendo como Valentina poco a poco se apagaba.

Las chicas del equipo, todos los días me escribían para saber si he sabido algo nuevo de Poché y también para enviarme bonita energía, nuestro entrenador también ha estado pendiente, llamando y encargándome que apenas sepa algo lo comunique, por lo pronto el campeonato seguirá en pausa hasta nuevo aviso y aunque muchas jugadoras de otros equipos no tomaron muy bien la noticia, lo entendieron, porque haríamos lo mismo si de cualquier otra jugadora se tratasé.

Los guardaespaldas de Valentina, seguían pendiente de ella y hasta habían logrado un pequeño lazo, ahora que ella ya sabía de su existencia y eso permitía que incluso yo me sintiera segura.

Luego de aquella llamada, seguíamos trabajando en nuestro siguiente movimiento, Valentina llamó al investigador para que nos pudiera orientar y además darnos la tranquilidad que necesitabamos, como llevábamos ya varios días aquí, por decisión de ambas decidimos reunirnos con él en otro lugar y así de paso lográbamos distraernos un poco.

Preparamos mi carro y dejé que uno de los guardaespaldas conduciera, mientras Valentina y yo íbamos charlando en la parte de atrás.

—¿Qué más te dijo el investigador? — Pregunté cómo buscando algo de que hablar y tratando de disipar mis nervios.

—Que fuéramos sigilosas y que si se nos ocurría algo, lo habláramos por mensajes o notas y no a viva voz, lo más probable es que si nos estén espiando o algo así. — Respondió y asentí estando de acuerdo.

—Totalmente, mejor prevenir que lamentar.— Dije bajando un poco la ventana para que entrará viento.—¿Aún tienes que ir a ensayos o como funcionará eso? — Pregunté luego.

—Mis compañeros siguen en ensayos, pero la profesora me dio unas "vacaciones", según ella soy la que mejor sabe sus diálogos y no es necesario que tenga que ir a ensayar allá, además pospusieron  la presentación hasta que logré estar mejor y pues los ensayos para los shows son más adelante, así que por eso no me preocupo. — Respondió sonriendo.

20 minutos después llegamos al edificio del investigador, el guardaespaldas estacionó el carro y bajamos, preferimos esperar a qué el también bajara, en otra ocasión habríamos avanzado sin esperar, pero aunque no quisiéramos también sentíamos miedo de que algo pudiera pasar. Entramos y en recepción pidieron nuestros datos, indicamos el nombre del investigador y a qué piso íbamos, como nos indico él por mensaje de texto, el celador luego de anotar todo y haber llamado al apartamento, nos dejó pasar.

Una chica extraordinariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora