Reencuentros III

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Hermione no daba crédito a lo que veía. Lily y James estaban vivos. Harry estaba paralizado y sus padres se acercaron a él. Delicadamente, Lily limpió una de las lágrimas que resbalaba por la mejilla de su hijo.

- Mi amor, papá y yo sentimos no haber estado en tu vida todo este tiempo. Eres perfecto.

- Sí, estaríamos orgullosos de ti aunque no hubieras salvado el mundo. Aunque he de admitir que eso estuvo muy bien.

Harry se dejó abrazar por sus padres. No decía nada. Sólo lloraba y sonreía. Una semanas atrás ni siquiera creía que saldría vivo de la guerra, y ahora además de a Ginny, Ron y Hermione, además de a Sirius y la familia Weasley y un ahijado maravilloso que crecería con su familia...  ahora tendría padres. Aquello era nuevo para él. El inicio de una vida completamente diferente, algo que nunca se atrevió a soñar.

Lily cogió la mano de Harry y juntos se acercaron al lugar desde donde los miraba Snape. Lily le abrazó:

- Severus, ¿me dejarías recuperar a mi mejor amigo? Te he echado de menos.

Él le devolvió una sonrisa triste. James le tendió la mano:

- Severus, disculpa a este pobre imbécil y a sus estupideces adolescentes. Quiero que formes parte de nuestras vidas. Eres la persona más valiente que conozco. Sabes que tu nombre siempre me pareció horroroso, pero ahora me sentiría orgulloso de que lo llevara uno de mis nietos.

Snape respondió con un golpe de cabeza y volvió junto a Ariana.

Ron, Ginny y Hermione se acercaron a los Potter:

- Mamá, papá - La emoción le embargó al pronunciar esas palabras por primera vez en muchos años - Quiero presentaros a algunas personas. Él es Ron, mi mejor amigo. Nos conocimos en Hogwarts y siempre me ha apoyado. Ella es Hermione, es como mi hermana. Es fantástica.

- Oh, cariño. - Dijo Lily- Conocemos perfectamente a Ron y Hermione. Todos estos años que nuestros cuerpos han estado inertes, nuestras almas han sido libres. Y siempre hemos estado a tu lado.

- ¿Siempre... siempre? - Dijo Harry visiblemente avergonzado lanzando una mirada a Ginny.

Lily y James se miraron con complicidad y él respondió:

- Bueno... En los momentos que creíamos que necesitabas más intimidad, mamá y yo nos íbamos a dar una vuelta. Nos gustaba de vez en cuando ir a visitar a viejos amigos, como Remus. Tu madre, que Merlín la entienda, hasta asistía a alguna clase en Hogwarts. Yo me divertía mucho siguiendo a Fred y George, estos chicos son fantásticos.

- Entonces, ¿también conocéis a Ginny? - Preguntó Harry de nuevo sonrojado.

- Sí, claro. ¡Y nos encanta! - Respondió Lily sonriendo ampliamente a Ginny, quién le devolvió la sonrisa con sinceridad.

- Yo quisiera preguntaros algo. - Dijo Ginny - Cuando estabáis en el mundo espiritual... ¿Vistéis a mi hermano?

- Oh, sí. Desde luego que sí. Tiene sangre de merodeador - Respondió James emocionado - ¿Habéis oído que Umbridge sigue en San Mungo porque dice que oye voces? Nuestra especialidad fue hacer sufrir a esa mala bruja. Fue divertido. Pero él os echa de menos.

La decisión de HermioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora