La decisión de Hermione

El cumpleaños de Ron

Hermione se sintió ridícula y superflúa cuando fue al despacho de Dumbledore a hacerle la petición. Esperaba que él la despachase y le pidiese que no le hiciera perder más el tiempo de esa manera. En cambio, él sólo sonrió y accedió a dejarle el giratiempos de nuevo.

Puso rumbo a la Madriguera y se encontró una Ginny de finales de quinto año dormida en una tumbona bajo las estrellas. En su rostro había rastro de lágrimas secas... la muerte de Dumbledore, la ruptura con Harry, la sensación constante de peligro... era un momento triste para Ginny. Hermione la sonrió y pasó por su lado en silencio intentando transmitirle sus sentimientos "todo irá bien, amiga".

En el cobertizo del jardín se oían pequeñas explosiones y muchas risas y Hermione adivinó que Fred y George estaban probando sus últimos inventos alocados.

Al entrar en la casa, protegida de la vista de todos bajo la capa de Harry, Hermione se encontró con los señores Weasley reflexionando sobre la vida con una taza de te en la mano. Los años pasaban, su hijo mayor estaba comprometido... Charlie hacía su propia vida con sus dragones... deseaban que Percy reflexionase y aprendiese el valor de la familia, ellos le esperarían siempre... los gemelos no les preocupaban, saldrían con éxito de cualquier situación... Ginny estaba triste, pero era fuerte y pronto se recuperaría... y con respecto a Ron, estaban seguros que la felicidad estaba al alcance de su mano, siempre que Hermione estuviera a su lado...

Hermione sintió un profundo cariño hacia sus suegros, quienes siempre mostraron una fe ciega en ella y en su relación con Ron.

Con ánimos renovados, subió las escaleras en dirección a su destino: el cuarto de Ron. Era verano de quinto año y el cabello de Ron era más corto, también sus músculos se veían menos desarrollados. Él dormía plácidamente en su cama. Una camiseta descansaba en el suelo de la habitación, acompañada de un remolino de sábanas. Ron llevaba sólo unos bóxers.

Hermione se acercó y poco a poco se estiró q su lado. Miró los labios de él, humedeció los propios, se bajó la capa por la altura del cuello y acortó la distancia. El primer roce fue suave. Se separó, miró a Ron de nuevo y volvió a acercarse. Con lentitud, él le devolvió el beso... fue un beso torpe, lo cual a Hermione le encantó... eso significaba que las enseñanzas de Lavender aún no se habían aplicado en él... un pensamiento de triumfo embargó la mente de Hermione al recordar que Lavender pregonaba a los cuatro vientos lo bien que besaba Ron a pesar de su inexperiencia... Hermione se atribuyó ese mérito con orgullo...

Él aún no había abierto sus ojos, pero el beso se intensificaba más y más... con un movimiento que sorprendió a Hermione, él la colocó estirada sobre el colchón y se tumbó encima de ella, quien pudo sentir como el miembro de Ron se clavaba a la altura de su cadera...

Hermione pensó en subir un poco el nivel, no tenía nada que perder, así que cogió la mano de Ron y, esquivando la capa y su propia ropa, la colocó directamente sobre su pecho... Ron pronunció su nombre y ella sonrió complacida... a pesar de estar a oscuras, a pesar de quizás seguir medio dormido, él la había reconocido... y ella le respondió con furia renovada, con más pasión... él gimió con fuerza...

De repente, la puerta se abrió y los gemelos entraron con las varitas en alto, alertados por los gemidos de Ron, temiendo por un ataque mortífago... Hermione apenas tuvo tiempo de tapar su cara con la capa... por lo cual los gemelos todo lo que vieron fue a Ron, gimiendo y besando su almohada con evidentes signos de excitación mientras decía el nombre de su amiga... sus risas fueron memorables.

Hermione sabía que después de aquello Fred y George se habían burlado de Ron durante días, hasta que Molly puso fin a las bromas continuas. Pero a Hermione eso no le importó, pues ella había conseguido regalarle para el 20 cumpleaños de Ron algo que él le había confiado haber deseado siempre: que su primer beso fuera con ella.