Reencuentros II

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El silencio ante la aparición de Dumbledore enseguida se vio interrumpido por un seguido de vítores, gritos y grititos. Todos corrieron a abrazarle, pero con una velocidad sorprendente para su edad, McGonagall le alcanzó en primer lugar. Le abrazó y le dio pequeños besos por toda su barba.

Hermione reía feliz ante la escena pero se sorprendió al ver que Dumbledore, desde su aparición, no se había despegado de una mujer a la que tenía cogida de la mano. Hermione supo que esos ojos le eran familiares pero no pudo identificarla hasta que Aberforth se acercó y la abrazo entre sollozos... aquello no era posible...

Dumbledore captó la mirada de Hermione y le dijo:

- Señorita Granger, le presento a mi hermana Ariana.

- Profesor, no lo entiendo. ¿Acaso... acaso cuándo me hablaba de las pruebas fallidas del hechizo de petrificación continua...usted experimentó con su hermana?

- Sí, lo hice. Pero cometí un fallo, algo realmente importante que mi cabezota egoísta no tuvo en cuenta. Cuando aquellos niños muggles atacaron a Ariana, ella en realidad murió. Yo usé un giratiempos e hice una copia de Ariana justo antes de ese momento, pero a la vez, modifiqué la historia. La cambié, volviendo atrás una y otra vez, hasta que conseguí una versión en la cual hubo tortura, pero no muerte. La salvé, pero no contemplé que la "copia" que se quedaba en la tierra, por así decirlo, no sería capaz de aparentar una mente sana, debido a que el sufrimiento de la tortura que no debió sufrir la atormentaba... Por esto, cuando Grindewald, mi hermano y yo peleamos, no matamos a la Ariana real, sino a su copia. Aún así, yo estaba mortificado por obligar a Ariana a pasar parte de su vida congelada.

- Alastor me dijo que usted había fallado más de una vez en la realización de este hechizo. Dígame, por favor, a quién se refería...

- Dicen que el hombre es el único ser que tropieza dos veces con la misma piedra. Y es verdad. De nuevo fui arrogante y quise cambiar la historia... Ellos murieron y yo los salvé... Volví al pasado una y otra vez hasta que conseguí que, a las copias que había hecho les realizaran cruciatus en vez de avadas kedavras... Quería que el peligro pasase y después eliminar las copias y substituirlas por las personas reales...pero no pude... evidentemente, podría haber hecho el cambio y alegarlo a un hechizo milagroso... pero pude ver cómo si hacía esto la modificación en el carácter de nuestro buen amigo Neville podría ser tan drástica que quizás no hubiera sido capaz de jugar el papel que le ha tocado en esta guerra...

Las lágrimas le resbalaban de nuevo a Hermione por las mejillas... no tuvo fuerzas para preguntar nada...y no hizo falta, porque sus sospechas quedaron confirmadas por las palabras de Dumbledore: 

- Así es, señorita Granger. Frank y Alice están vivos, tanto en cuerpo como en mente.

Y en aquel momento los Longbotton entraron por la puerta. Neville, quien se había mantenido ajeno a la conversación entre Dumbledore y Hermione, enseguida fue a su encuentro, extrañado por que no estuvieran acompañados de ningún cuidador. Su madre inmediatamente le abrazó:

- Oh, cariño. ¡Estoy tan orgullosa de ti!

Neville balbuceó:

- Vosotros... ¿Os acordáis de mi?

- Oh, Neville, no hay magia en el mundo que pueda conseguir que nos olvidemos de ti. - Añadió Frank- Lamentamos haber permanecido alejados tanto tiempo, ya no nos volveremos a separar.

Y Neville supo que su vida había cambiado para siempre. Ahora toda su familia estaba reunida.

En aquel momento apareció Snape y McGonagall corrió hacia él y le abrazó. Snape se quedó parado.

- Oh, Severus - Dijo ella - Deja de hacerte el frío y calculador y devuélveme el abrazo. ¡Creo que soy sincera si te digo que es la primera vez que me alegro de verte. ¡Siempre has sido un grano en el culo pero ahora tienes mi admiración! Y no me mires así, en una situación como está creo que en lenguaje soez está permitido.

Snape se separó de McGonagall con una sonrisa irónica en los labios, y entonces Dumbledore le abrazó. Snape le correspondió el abrazo, de forma pasiva. 

- Oh, Severus. Quiero presentarte a mi hermana Ariana. Ella necesita aprender todo acerca del castillo y creo que el nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras es la persona más idónea para hacerlo. Os llevaréis muy bien, creedme, lo he comprobado.

Y tras decir esto les guiñó un ojo a ambos. Ariana mostró una tímida sonrisa y Snape intento cubrir su sonrojo fingiendo un ataque de tos.

En la sala entraron varias personas desconocidas para Hermione.  Una mujer se acercó a Sirius y lo abrazó de forma muy efusiva. Dumbledore sonrió a Hermione y comentó:

- ¡Qué bonito es recuperar un amor que se creía perdido! ¿Verdad, señorita Granger?

- Profesor, no entiendo qué hacen aquí estas personas. Yo no las salvé.

- Oh, por supuesto que no. Perdóneme por mi intromisión pero cuando visité el futuro eché en falta algunas personas. Así que completé su obra. ¿Ve? Allá tiene a la profesora de estudios muggles. ¿Y reconoce a la jovencita que está junto a ella?

- ¿Es Myrtle? ¿Y qué hace abrazando a Filch?

- Él nunca quiso que se supiera que eran hermanos. Trabajaba en el castillo para mantenerse cerca de ella. Estoy seguro que sabrá apreciar mejor la belleza de la vida con su hermana a su lado. ¿Quién sabe? Quizás decidan alejarse de todo esto y necesitemos un nuevo conserje.

Alastor entró cojeando y Kingsley corrió a abrazarlo. Tonks también se dirigió hacia él rápidamente, pero tropezó e hizo caer a los dos hombres. Desde el suelo, el trío río y Tonks gritó "¡Alerta permanente!", mientras el resto de la Órdenes del Fénix se fue reuniendo a su alrededor para dar la bienvenida a Moody.

Un hombre moreno y de mediana edad se acercó a Sirius y su pareja con la cabeza baja:

- Hermano, permíteme decirte lo orgulloso que estoy de ti. Sé que nunca lo hice en vida. Reconozco que tú eres mejor que yo. Yo seguí y obedecí, tú te rebelaste y te fuiste, me mortifica saber que todo hubiera sido más fácil para ti si hubieras contado con el apoyo de tu hermano. ¿Me perdonas?

Regulus le tendió la mano a su hermano, pero él la esquivó y le abrazó con fuerza. Ambos lloraban. Al separarse Regulus se dirigió a la pareja de Sirius:

- Lamento no haber querido conocerte cuando estaba vivo. Espero que me des una segunda oportunidad.

Ella le abrazó.

Harry pensó que la alegría por el regresó de Regulus debía compartirse y llamó a Kreacher. El elfo apareció enseguida y sus ojos se abrieron desmesuradamente cuando vio a su antiguo amo junto a él:

- Amo Regulus - Dijo entre terribles sollozos - Kreacher no entiende nada. Pero se alegra hasta el infinito que el amo haya regresado.

- Oh, Kreacher. El placer es mío. Nunca te agradeceré lo suficiente el haber accedido a mi última voluntad. Que la guerra se haya acabado es en parte gracias a ti. Estoy orgulloso de ti, Kreacher.

Y el elfo siguió sollozando abrazado a la pierna de Regulus mientras este sonreía.

Mientras tanto, Dumbledore y Hermione seguían conversando.

- Profesor, tengo una pregunta. ¿Por qué no he podido salvar a James y Lily?

- Buena cuestión, señorita Granger. No puede salvarlos porque ya fueron salvados. La misma noche que dejé a Harry, siendo un bebé, en casa de sus tíos volví a Hogwarts por trasladores y el giratiempos. Les apliqué el hechizo, ya sabe cuál, y desde entonces he estado esperando el momento adecuado para hacerles volver.

Hermione sintió alivio en el corazón e instantáneamente se volteó para encontrar a Harry con la mirada. La expresión de él denotaba que algo fantásticamente increíble estaba pasando en ese momento.

La decisión de HermioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora