El Príncipe y la Rana » jjk ✔️

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✦✧✧𝙹𝚞𝚗𝚐𝙺𝚘𝚘𝚔✧✧✦

Hoy era el día que esperaba con ansias. Los padres de NamJoon tenían una casa en la playa cerca de la ciudad, la cual poseía una terraza perfecta para una cena romántica así que en el auto de JiMin llevamos todo lo que necesitaríamos para ambientar el lugar.

Los chicos se burlaban de mí al haberme convertido en un cursi de primera. Y tenían razón, nunca había hecho algo así por una chica pero por HanSeul valía la pena. Dejamos todo listo casi al medio día, y Jin se quedó allá encargándose de la comida.

Mientras tanto, los demás estábamos reunidos en la sala de mi casa perfeccionando los últimos detalles. SolYi ya había llamado a HanSeul para que se arregle, y no son nada buenas mintiendo.

— Tenían que haber estado calladitos y no hablando como cotorras —YooRa nos reprochó al haber finalizado la llamada.

— ¿Lo dicen las que alimentan monos? —Min inquirió en un tono burlón.

— Cállate —Ordenó la misma.

— Dejen de discutir, no nos descubrió y eso es lo más importante —Concluí.

— El idiota tiene razón —Sol se encogió de hombros.

— ¿Aún me llamarás idiota?

— Sí, idiota —Sonrió falsamente.

— Basta ya, parecen críos —NamJoon se puso de pie—. Jin me ha escrito y dice que la comida está lista.

— Perfecto —Sonreí, sintiéndome feliz de que en poco tiempo volveré a verla—, nosotros nos adelantaremos al lugar. Confío en que la llevarán a la hora acordada.

— De hecho ya nos vamos —Las tres asintieron ante lo dicho por YulBin.

— Adiós y gracias chicas —Se despidieron de nosotros dejándonos solos.

— Si con esto la chica no te perdona, me burlaré de ti lo que queda del año —Hoseok rió.

— No me des mala suerte —Recalqué, levantando mi puño. Estaba confiado en que esto funcionaría, pero no podía evitar sentirme nervioso.

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✦✧✧𝙷𝚊𝚗𝚂𝚎𝚞𝚕✧✧✦

Siendo casi las dos con treinta minutos me miraba el espejo dubitativa, ¿por qué querían que me arregle tanto, con vestido y todo, si sólo íbamos a salir? En fin, minutos atrás le había avisado a mamá que saldría con las chicas y ella aceptó encantada; se notaba más emocionada que yo.

— ¿Ya te vas hija? —Preguntó, saliendo de la cocina.

— Las chicas quedaron en avisarme cuando estén afuera —Terminé de bajar los últimos escalones.

— Bueno, disfruta mucho y me cuentas todo cuando llegues —Con una enorme sonrisa empezó a arreglarme más el cabello, ella también está comportándose extraño.

— ¿Ok?

Mi teléfono sonó y era Yul indicando que ya estaban afuera. Al ver el mensaje, mamá a empujones me sacó de la casa.