El Príncipe y la Rana » jjk ✔️

➤ ⓸⓹

✦✧✧𝙷𝚊𝚗𝚂𝚎𝚞𝚕✧✧✦

No quería, pero debía hacerlo.

La expresión de tristeza en su rostro dolía como el infierno, era una presión extraña en el pecho que dificultaba mi respiración. No quería mirarlo más sabiendo que está en ese estado por mi causa, así que me fui a pasos rápidos sintiendo las gotas de lluvia caer directamente sobre mí. Pero no me lo iba a dejar tan fácil, tomó mi brazo y me volteó hacia él.

— ¿Por qué? —Susurró, viéndome con los ojos cristalizados. Estaba a punto de llorar, por mí.

— Te estás mojando —Desvié la conversación y tomé el mango del paraguas colocándolo de nuevo en su sitio para protegerlo del agua, inesperadamente JungKook colocó su mano encima de la mía y me acercó a su cuerpo.

— ¿No me quieres? ¿No sientes nada por mí? —Me quedé en silencio, no tenía la valentía para mentirle en su cara— ¡Responde!

— ¡Sí! ¡Sí te quiero! —Respondí explotando en llanto, me alejé bruscamente y salí de ahí con prisa. Corría lo más rápido posible escuchando sus gritos llamándome, mas no me detuve.

La intensa lluvia se mezclaba con las lágrimas que caían sin control alguno. Tomé una pausa y observé el cielo grisáceo, me sentía miserable al haber rechazado al amor de mi vida.

Lo siento, JungKook.

•••

♧ 𝐃𝐈𝐀𝐒 𝐀𝐍𝐓𝐄𝐒 ♧

Estaba muy feliz, la operación de Jae fue un éxito y ahora su vida podrá seguir su rumbo normal. Tenía que quedarse unos días más en el hospital para observaciones, por ello iba a visitarla constantemente y se veía muy contenta de verme. JungKook me había informado que hoy le darían el alta a Jae, así que estaba preparándome para ir cuando recibí un mensaje.

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|| TaeYong😘 ||

Hani
16:24 pm

Hola Tae
16:24 pm

¿Podríamos encontrarnos?
16:25 pm

¿Ahora?
16:26 pm

Sí
16:26 pm

Tengo que salir Tae.
¿Puede ser más tarde?
16:27 pm

Es una emergencia,
tiene que ser ahora.
16:27 pm

Está bien,
dime en dónde.
16:28 pm

Te enviaré la
ubicación.
16:28 pm

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Me coloqué un abrigo y salí de casa, avisándole a mis padres antes. Me pregunto el porqué necesita que nos encontremos tan de repente, ¿le habrá sucedido algo? Con ese pensamiento aceleré mis pasos y detuve el primer taxi que estuvo a mi alcance, le indiqué la dirección y en menos de diez minutos ya estuve ahí.