El Príncipe y la Rana » jjk ✔️

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Al término de la jornada traje a HanSeul a mi casa, donde mamá y JungIn ya nos esperaban.

— Qué alegría tenerte de nuevo por aquí querida —Mi madre abrazó a la castaña ni bien la tuvo enfrente.

— Para mí es un gusto verlos de nuevo —HanSeul le sonrió.

— La cena ya está lista —La mayor hizo que nos sentáramos y luego desapareció en la cocina.

Pisadas cercanas se hicieron presentes, era mi hermano quien bajaba las escaleras con una gran sonrisa en su rostro. Vió a HanSeul y corrió hacia ella para abrazarla, tomándola por sorpresa.

— Muchas gracias HanSeul —Habló el pequeño—, recibí muchos halagos en la escuela.

— Te felicito Juni, lo hice con mucho cariño para ti —Acarició el cabello de mi hermano—. Necesito ver tus fotos.

— Le diré a mami que te las muestre.

— Hola para ti también, hermanito —Expresé con sarcasmo.

— Hola Kook —Se acercó a mí y me abrazó.

— Creí que te habías olvidado de tu hermano favorito —Despeiné su cabellera, riendo.

— ¡Oye! —Quitó mi mano y se acercó a mi oído— ¿Ya le dijiste lo linda que se ve hoy?

— No... —Balbuceé, empezando a ponerme nervioso— ¿De qué hablas?

— Hoy estás muy linda Hani —Me ignoró y de nueva cuenta le sonrió a la castaña, entreabrí mis labios sorprendido por ello.

— Cobarde —Me sacó la lengua y se sentó en su lugar. ¿Qué se cree este mocoso?

Mamá llegó con una gran bandeja en sus manos que desprendía un olor realmente exquisito, la dejó en la mesa para luego traer platos de arroz y verduras.

— Todo está muy rico Jae —HanSeul limpió su boca con una servilleta y le sonrió a mi madre—. Muchas gracias por invitarme.

— Nada de eso querida, eres como una integrante más de mi familia.

En tan poco tiempo HanSeul se había ganado el cariño de mi madre, algo que nunca habría imaginado mas no me sorprende ya que la castaña irradia dulzura.

— ¿Y bien? —Ella nos miró expectante— ¿Cómo les fue en su exposición?

— Muy bien, JiMin junto a SeHun lograron la exoneración.

— Ya me imagino la felicidad de Jiminie.

— Estaba muy contento, pero de igual forma no nos quedamos atrás —Sonreí con suficiencia—. Tenemos el 50% de la nota del examen asegurada.

— Felicidades hermanito y Hani —Intervino mi hermano—. Aunque ya sabía que iban a salir bien.

— Claro que sí, tu hermano lo hizo excelente —Recalqué.

— Lo decía por HanSeul —La nombrada explotó en carcajadas al observar mi expresión de asombro, mamá acompañó su risa y el pequeño demonio sonreía triunfante.

Traidor

Después de la cena mamá le mostraba las fotos que había tomado de la obra a HanSeul, mientras él y yo lavábamos los platos.

Esperaba a HanSeul mientras se despedía para llevarla a casa, le envié un mensaje a JiMin sobre lo ocurrido con EunHa hoy. Aunque él simplemente respondió que seguía siendo una bruja y yo un idiota.

— Asegúrate de que llegue bien a casa JungKook —Despegué la vista de mi celular al tener a las dos féminas frente a mí.

— Claro —Asentí y miré a la castaña—, vamos.

Conversamos de temas triviales hasta llegar a la parada de buses, ahí estuvimos esperando algunos minutos hasta que subimos a uno pero para nuestra mala suerte no había ningún asiento disponible.

Durante el trayecto, me di cuenta que un hombre se estaba acercando demasiado a HanSeul. Y no con buenas intenciones. La miré y noté el ápice de incomodidad en su expresión, respiré calmándome antes de cometer alguna tontería.

Decidido a ayudarla tomé su cintura con cuidado y la coloqué delante de mí,  su cuerpo se tornó rígido pero necesitaba demostrarle a ese degenerado que ella no estaba sola.

Cuando ya habíamos llegado a nuestro destino, le envié una mirada amenazante al imbécil antes de bajar.

— Gracias —La escuché susurrar, no me percaté cuando se había detenido—, por lo del autobús y traerme a casa.

— No iba a dejar que un pervertido te falte el respeto.

Iba a decir algo pero el sonido de su móvil la interrumpió, para mi muy mala suerte logré ver el nombre de TaeYong en la pantalla.

— Contéstale a tu noviecito —Dije con ironía, ella me miró con extrañeza.

— Tae no es mi novio —Apreté los puños al escuchar el fastidioso apodo.

— Claro

— ¿Se puede saber qué problema tienes con TaeYong? —Inquirió con un tono de reproche.

— Ninguno —Negué, tenía miles de problemas con él pero ella no necesitaba saberlo.

— Pareciera que lo odias.

— No me gusta que esté cerca de ti —Abrió la boca sorprendida y yo me reprendí por soltar tremenda tontería en voz alta—. Quiero decir, no confío en él.

— Él es mi amigo, no el tuyo —Contraatacó.

— Eres demasiado ingenua.

— ¿Ingenua? Tú creíste el cuentito que creó EunHa —Dirigí mi vista hacia ella de inmediato, ahora estaba igual o incluso más molesta.

— Deberías agradecerle en vez de hacer estos reproches —Su semblante cambió a uno que jamás había visto en ella, era furia pura.

— ¿Agradecerle? ¿Reproches? —Exclamó con fiereza— Me parece que el agradecimiento que le diste tú es suficiente. Además, yo no fui la idiota a la que se le perdió una memoria.

Sonreí sin gracia al escucharla, no la entendía tanto a ella como a la razón de esta discusión.

— Tienes razón —Asentí, retrocediendo unos pasos—. Jeon JungKook siempre será el idiota de la historia.

Sin más me marché de ahí, ella pensaba que era un idiota y que su TaeYong era el ángel más bueno de todos. Y muy a mi pesar, no puedo evitar sentirme impotente y triste por ello.

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