9.

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Roberto estaba cada vez más cerca de mí, pero alguien se tiró en medio de nosotros haciendo que nos asustaramos.

-NO MAMES PINCHE PAN IDIOTA, HIJO DE TU PINCHE PERRA MADRE.- Gritó Roberto enojado quitándose el exceso de agua de la cara y moviendo su cabello.

-Ups.- Dijo riendo maliciosamente.- Te dije que no estuvieras tan seguro.- Me miró.

Yo estaba ahora más pegada a la orilla y Pan me tomó de la mano y me sacó de la piscina.

-PAAAAAAAAAAAAN.- Se escuchó un grito chillón de Roberto mientras nos alejabamos.

-Ven conmigo.- Me sonrió, me dió su toalla.

Cuando me estaba secando Roberto vino corriendo hasta donde estábamos y yo me hice a un lado, Roberto y Pan cayeron en la piscina. Aproveché la situación y me eché a correr hasta donde mis demás amigos. Llegué agitada hasta ellos tomando grandes bocanadas de aire.

-Vaya que corriste eh mi niña.- Habló Barca.

-BARCAGUAMAAAAAAA.- Lo abracé.

-Lo encontramos en el camino y lo trajimos.- Habló Juan destapando una cerveza.

-Lo secuestraron.- Lo apunté con un dedo.

-En realidad sí.- Barca se dejó caer sobre mí.

-Pesas.- Lo tiré a un lado.

Roberto y Pan llegaron corriendo hasta donde yo estaba. Cada uno me tomó del brazo y comenzaron a jalarme.

-ES MÍA.- Gritó Roberto.

-TÚ TIENES A NUVIA, SOLO JUEGAS CON ELLA.- Gritó ahora Pan aún más enojado.

-ESO NO TE IMPORTA A TI.- Volvió a gritar el peli negro.

Me solté del agarré de ambos con un fuerte tirón.

-Así que si querías solo jugar conmigo, eh, Guadarrama.- Lo miré con los ojos cristalizados.

-No era eso a lo que me refería.- Dijo apenado caminando hasta mí, abrazandome.

-No.- Me solte de su abrazo.- No pasa nada, al final de cuentas, NUNCA TE GUSTE.- Lo miré a los ojos, este se sorprendió por mis palabras.

-Emma, no es así, tú a mí...-

-YA BASTA DE TODO ESTE JUEGO.- Gritó Barca y todos nos sorprendimos, el callado gritando.- Solo cállense, Emma, ven conmigo.- Barca me jaló hacía un lugar apartado de todos.

-¿Qué tanto me perdí?- Preguntó alzando una ceja.

-Pues...- Lo miré con los ojos cristalizados.- Roberto y Nuvia mua mua pero Pan y yo casi... ya sabes, y pues ahora Cein casi me confesaba algo y yo me puse nerviosa y aaaahg tengo mucha presión encima.- Hablé demasiado rápido dejando caer algunas lágrimas.

-Hey tranquila mi niña.- Me abrazó.- Nada de esto es culpa tuya, ni lo será.- Me miró y limpió mis lágrimas.

-Es qué no sé que hacer.- Apoyé mi cabeza en su pecho.

-Tú no sabes que hacer,  pero tu corazón sabrá que hacer.- Pasó su brazo por mi espalda.

-Eres el mejor.- Sonreí.

-Y tú la mejor niña de todas.- Me sonrió.- Vamos.-

Caminamos hasta donde mis amigos. Roberto y Pan estaban como niños castigados muy callados. Ambos me voltearon a ver pero yo me puse detrás de Barca. Ari se me acercó.

-Si quieres luego podemos hablar de esto, cuando estés más cómoda.- Dijo con una voz delicada.

-Claro.- Susurré.

Pan y Roberto se me acercaron pero solo desvíe la mirada de ambos.

-Perdón.- Dijeron al unísono.

-Ya... pasó.- Suspiré.- Solo quiero ir a casa.-

-Entonces vamos.- Juan puso su mano en mi hombro y sonreí.

Tomamos todas nuestras cosas, nos vestimos y fuimos hasta el auto. Llegamos a casa y antes de que alguien dijera algo fui hasta mi habitación, tomé algo de ropa y fui a la ducha. Pasado un rato salí del baño en un pans morado y una blusa blanca. Caminé hasta mi habitación, cerré y me tiré en la cama. Sin tener ganas de nada prendí mi celular, escuché que llamaron a la puerta.

-Pase.- Suspiré.

-Hola..- Era Roberto con un plato de Hotcakes en la mano.

-Hola..- Dije mientras me sentaba en la orilla de la cama.

-De verdad lamento mucho lo que pasó allá y...-

-No importa, creo que no fue tu intención decir eso.- Le sonreí y miré el suelo.

-Toma.- Me dió el plato de Hotcakes.- Se qué son de tus favoritos y pues, si no están tan ricos fue por qué yo los hice.- Rió por lo bajo.

-Que lindo detalle de tu parte.- Probé un pedazo.- Wow, están deliciosos.- Comí más y más hasta llenar mi boca.

-¿Enserio?- Asentí.- Te ves linda comiendo.- No dejaba de mirarme, yo tragué pesadamente.

-Me veo como un cerdito comiendo, no mames Roberto.- Ambos reímos por lo bajo.- Deberías hacerme Hotcakes todos los días.- Golpeé levemente su brazo.

-Si eso pide mi niña.- Rió.

-Waaaah, eres el mejor.- Lo abracé.

-Y créeme que tú la mejor.- Me besó la cabeza.- Por cierto.- Me tomó de la barbilla y lo miré.- La chica que me gusta...- Cada vez se acercaba más a mi rostro que ahora estaba rojo.- Eres tú.- Me besó y yo me sorprendí.

Le seguí en beso y poco después nos separamos por falta de aire.

-Entonces... ¿Soy correspondido?- Me miró tiernamente.

-Siempre lo fuiste.- Nos sonreímos.- Creo que es tarde, deberías ir a tu cuarto o será raro para los chicos que sigas aquí.-

-En efecto, es tarde, pero nadie sabe que estoy aquí.- Dijo coqueto.- No tiene nada de malo que durmamos juntos.- Me guiñó un ojo y me sonrojé.

-Pendejo.- Lo miré con la cara roja y desviando la mirada.

-Nunca dije que íbamos a hacer algo indebido.- Rió.- Niña pervertida.- Le di un golpecito.- Pero sabes, no me molestaría hacerlo.- Se paró y acercó a mí.

Abril entró a la habitación y se sorprendió de que estuviésemos tan cerca.

-Oye niña, se toca.- Dijo Roberto mirándola con los ojos entre cerrados.

-¿Qué haces aquí?- Le tiró un cojín.

-Tranquila.- Hablé parandome de mi lugar.- Está bien, hablamos de esto luego.- Dirigí a mi amiga hasta la puerta.

-Mmmm... me cuentas eh.- Salió de la habitación y cerré la puerta.

Roberto y yo nos miramos y comenzamos a reír a carcajadas. ¿Siempre me vas a interrumpir, Abril? pensé mientras reía.

Si intentas huir... 《RobertoCein》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora