Si intentas huir... 《RobertoCein》

19.

Estabamos descalzos para estar "cómodos" viendo vídeos en su estudio. Mientras veíamos un video de terror me asusté y lo abracé, el soltó una risa burlona.

-Eres muy miedosa.- Me acarició el cabello y me sonrojé.- Pero yo estoy aquí.- Roberto me dió un beso en la mejilla.

Dejé de ver el video un momento y miré a Beto, éste movía su cabello y sentía unas inmensas ganas de besarlo.

-¿Y si...?- Roberto posó su mirada en mí ante mis palabras.

Antes que Cein pudiese decir alguna palabra, me acerqué a él y comencé un beso. Roberto torpemente lo correspondió, y puso una de sus manos en mi mejilla. Poco a poco el beso iba subiendo la intensidad, haciendo el ambiente más caluroso. Roberto comenzaba a bajar hasta mi cuello dejando besos.

-Aquí.. no...- Solté un pequeño jadeo ante la mordida que el peli negro me hizo.

-Entonces vamos a mi cuarto.- Se paró y me tomó de ambas manos.

Me dirigió hasta su cuarto con una sonrisa victoriosa, entramos en ésta y cerró la puerta. Rápidamente me  acerqué a él y pasé mis manos a su nuca para seguir besandolo, Roberto puso ambas manos en mis caderas. Roberto dió media vuelta y me pegó a la puerta, pasó sus manos a mis glúteos y apretaba un poco, yo soltaba suspiros y algunos jadeos. Ahora yo di la media vuelta y jalé a Roberto hasta la cama. Lo empujé levemente y éste cayó recostado sobre la cama. Yo me senté sobre su regazo, Roberto jaló poco a poco desde la orilla de mi blusa y logró quitarla. Pasó sus manos a mis senos mientras yo hacía círculos con mi cadera sobre su ya un poco notable erección, Roberto soltaba pequeños gemidos y eso me calentaba más y más. Ahora Roberto estaba arriba mío, éste se quitó la camisa y el pantalón quedando en bóxer, mientras el peli negro besaba mi clavícula desabrochaba mi pantalón.

Estábamos ambos en ropa interior (solo que yo sin sostén) y muy excitados. Iba dejando besos del cuello de Roberto hasta su zona íntima, tomé su erección por encima de su bóxer y lo bajé lentamente. La erección del peli negro era bastante grande, sin dudarlo dos veces comencé a masturbarlo moviendo mis manos de arriba hacía abajo lentamente.

-Emma.- Roberto gemía mi nombre y yo subía la velocidad en que lo masturbaba.

Al ver su cara de excitación llevé su miembro a mi boca. Roberto gemía cada vez más y más, eso me excitaba aún más. Roberto me tomó nuevamente y tiró delicadamente a la cama, quitaba mi última prenda de ropa sobre mi cuerpo dejándome completamente desnuda ante él. Llevó una de sus manos a mi entre pierna y comenzó a hacer círculos sobre mi clítoris y poco después metió uno de sus dedos en mi entrada.

-Ahg, Roberto..- Gemía echando mi cabeza para atrás y aferrándome a las sábanas de la cama.

Roberto metió un segundo dedo mientras daba pequeñas embestidas, se sentía bastante bien. Llegué a mi primer orgasmo y Roberto sonrió victorioso. El peli negro se puso un condón que tenía en un cajón y se posicionó entre mis piernas mientras daba rozones de su miembro con mi entrada.

-No lo haré hasta que me lo pidas.- Habló con una sonrisa mientras suspiraba.- Solo tienes que pedirlo si en verdad lo deseas.-

-Por... favor, hazlo.- Hablé entre pequeños jadeos.

Sentí la punta de su gran miembro en mi entrada y como se movía lentamente.

-Avisa si te duele.- Asentí y solté un gemido de dolor.

Al escuchar mi gemido Roberto paró y pasado un minuto moví un poco la cadera para que el pelo negro siguiera. Sentía un poco de dolor que poco a poco se fue convirtiendo en placer. En la habitación solo se escuchaban gemidos de placer de ambos. Roberto embestia casa vez más rápido y más profundo, yo me aferraba fuertemente a su espalda.
Pasaron quizás 10 o 15 minutos y Roberto habló.

-Emma, ya casi..- Gemía aún más.

-Yo igual, voy a...- Solté un último gemido.

Los dos llegamos al clímax casi al mismo tiempo, Roberto salió de mi entrada y se quitó el condón. Ambos intentábamos recuperar el aliento mientras el azabache se tiraba a un lado mío en la cama.

-Te creía inocente, mi niña.- El peli negro rió.

-Deberías conocer mejor mi lado caliente.- Le guiñé el ojo.

Me paré de la cama y el peli negro me miró curioso.

-Voy a tomar un baño.- Le sonreí mientras caminaba al baño.

-Que lindo trasero.- Me sonrojé ante sus palabras y el rió.- Ahora si es solo mío.- Se escuchaba victorioso y yo reí.

Entre al baño y abrí la llave de la ducha, entré a ella. Escuché la puerta del baño abrirse y salí.un momento de la ducha, era Roberto.

-¿Hay espacio para mí?- Asentí.

Roberto entró a la ducha y nos terminamos de duchar juntos. Al salir cada uno se puso ropa interior y Beto se puso unos shorts y una camisa para dormir. Yo solo me quedé mirándolo de brazos cruzados. Roberto sabía que lo miraba, se recostó y habló.

-Toma lo que quieras del clóset.- Yo sonreí y tomé una camiseta de Roberto para dormir.

Me quedaba grande, apenas terminé de ponermela y ví que mi novio estaba dormido, reí por lo bajo para no despertarlo y me acosté a su lado. No pasó mucho tiempo y también caí dormida.
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Perdón por no actualizar anoche, me quedé dormida jajdjafkakdaks, les traje algo acá bien, bien hat para que no me maten jsjskaka, los tqm. uwu