2 - Llegada a La Madriguera

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-Arlette-

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-Arlette-

Llegamos a La Madriguera al fin. Al bajarnos del thestral me fijé en el aspecto de Hermione, pues el efecto de la poción multijugos había terminado. En el jardín solo estaban Lupin y Harry, por lo que, sin pensarlo dos veces, corrí hasta llegar a mi mejor amigo y le abracé tan fuerte como nunca había hecho. Tras varios segundos me separé de él y me dispuse a abrazar a Lupin, pero él y Kingsley se apuntaban con las varitas.

—¿Cuáles fueron las últimas palabras que nos dijo Albus Dumbledore?—preguntó el auror.

—Harry es nuestra última esperanza y nunca debemos dejar de confiar en Arlette—contestó Lupin.

Saludé al hombre lobo y me pregunté entonces por qué no habían vuelto los demás.

—Chicos—alcé la voz—¡Lo sabían! No entiendo cómo, pero lo sabían. Casi logran derrumbarnos, pero de un momento a otro se fueron.

Harry asintió en mi dirección.

—Me reconocieron a mí, como al verdadero.

—¿Dónde están los demás? ¿Quién más ha vuelto?—no dudé en preguntar.

Remus colocó una de sus manos en mi hombro con intención de tranquilizarme, pero no lo estaba logrando.

—Sólo Harry, Hagrid, George y yo.

Mi mejor amiga ahogó un grito tapándose la boca con una mano.

—¿Cómo fue que te reconocieron, Harry?—pregunté a mi mejor amigo.

No fue él quien contestó, sino Lupin:

—Utilizó el hechizo aturdidor contra Stan Shumpike. Todos los mortífagos saben que él utiliza ese hechizo, es su distintivo.

Fruncí el ceño.

—Stan, ¿No es acaso el chico del autobús noctámbulo?—preguntó Hermione a mi lado—¿Cómo es posible?

Pero la respuesta estaba clara, le habían hechizado con la maldición imperio. Me empezaba a preocupar por los demás, que estaban tardando en llegar.

Nos adentramos en la casa y vimos a la señora Weasley y a Ginny que nos abrazaron contentas de vernos, pero rápidamente corrí hasta George que se encontraba tumbado en el sofá, inconsciente, con el rostro y parte de su cuerpo cubiertos de sangre y al parecer procedente de su oreja.

—¿Qué demonios le ha pasado?

—Ha perdido una oreja—contestó Harry.

—Ha sido Snape—explicó el hombre lobo—le lanzó un sectumsempra.

Me extrañó escuchar su confesión. Si era cierto que Snape había matado a Dumbledore, pero él confiaba plenamente en él, por lo cual yo también lo hacía de alguna extraña forma.

Almαs Unıdαs · Tom Rıddle [3] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora