Almαs Unıdαs · Tom Rıddle [3] ✔

17 - Xenophilius Lovegood

-Arlette-

Pasaron unos días, unos días bastante largos. Le pusimos al corriente de lo que sucedió en Godric's Hollow a Ron, también le contamos todo lo que vivimos en su ausencia, por lo que le tocaba a él contarnos lo que hubiera descubierto sobre el mundo mágico en aquellas semanas.

—¿No os habéis enterado del tabú?—preguntó el pelirrojo después de relatarnos un poco sus hazañas.

—¿Tabú?—pregunté sin entender.

Estábamos Harry y yo mirándole expectantes ante su pregunta, mientras tanto Hermione estaba apartada de nosotros, leía un libro.

—Arlette, ya no llamáis a Quién-tú-ya-sabes por su nombre—contestó.

—Ah, ya—dijo simplemente Harry.

Yo por mi parte me alcé de hombros.

—Supongo que habrán puesto algún rastreador, por eso nos descubrieron aquellos mortífagos en la cafetería—expliqué con cautela.

Ron esbozó una sonrisa de inmediato y levantó la mano para que le chocara los cinco. Tras acerco se volvió a acomodar en su silla.

—Correcto, el nombre está embrujado. Si lo pronuncias, rompen todos los sortilegios protectores y provocas una especie de alteración mágica.

Harry miraba a Ron con el ceño fruncido, él comprendía que estuviera hechizado, pero le parecía absurdo.

—Harry—le llamé—es muy obvio, nadie se atreve a llamarlo por su nombre, solo lo hacemos nosotros.

—Tiene su lógica—contestó pensativo.

Hice una mueca pensando en todo. En Tom, en el monstruo que habitaba en él, también pensé en los demás horrocruxes que teníamos que atrapar y la desesperación que causaba aquello en mí.

De repente se escuchó un sonido profundo. Hermione cerró el libro con fuerza y se acercó a nosotros. Ella seguía enfadada con Ron, pero había avanzado, ya le dirigía más o menos la palabra.

—Tenemos que hablar.

Miré el libro que llevaba en sus manos: se trataba de Vida y Mentiras de Albus Dumbledore.

—¿Qué pasa?—preguntó Ron con aprendió.

—Quiero ir a ver a Xenophilius Lovegood—respondió ella sin pensárselo.

Su respuesta me sorprendió, no solo a mí. Harry y Ron la miraban atónitos.

—¿Cómo dices?

—Que quiero ir a ver a Xenophilius Lovegood. Quiero hablar con él.

Coloqué dos de mis dedos sobre mi ceño bastante fruncido y respiré hondo intentando procesar la estupidez instantánea de mi mejor amiga.

—¿Por qué quieres ir a visitar al padre de Luna?—pregunté modelando el tono de voz.