-Arlette-
El rayo de luz verde provocó mi ceguera por varios minutos. Me dediqué a estar concentrada en mi interior. Vagaba por mis recuerdos sin piedad, hasta que noté algo debajo de mí. Me encontraba tumbada sobre un suelo blanco reluciente.
Me levanté con cuidado y analicé mi alrededor. Todo estaba blanco, brillante. Parecía una estación de tren, pero estaba todo cambiado. No habían trenes, ni gente, estaba todo reluciente, como si fuera mágico.
Caminé por varios andenes observando cada rincón. De golpe vino a mi mente la conversación que tuve con Dumbledore meses antes de su muerte.
Nos encontrábamos en su despacho, él me había citado para hablar sobre mis recuerdos, llevábamos un buen rato de conversación, hasta que me dijo que podía recuperar a mi alma gemela.
—¿Cómo puedo recuperar a Tom, profesor?—le pregunté a Dumbledore mientras acariciaba a su fénix.
—La única manera es matarlo. Recuerda que el anillo que llevas está atado a tu vida, y por consecuente a la de él, pero para ello se necesita un hechizo que tendrás que hacer más adelante. El día que moriste te aferraste a la vida para renacer cincuenta años más tarde y destruir al monstruo en que el cual se ha convertido Tom. Todo estaba escrito, Arlette, tienes que esperar a que Voldemort haya sido destruido.
—Entonces, ¿cómo puedo reencontrarme con él?
Dumbledore se acercó a mí y colocó su mano en mi hombro a modo de consuelo.
—Siento ser yo el que tenga que decírtelo, pero vas a tener que morir para reunirte con él. Morir de verdad.
El recuerdo fue borrado de mi mente de pronto. Volví a aquella estación de tren, se asemejaba a King's Cross. ¿Había funcionado? ¿Realmente iba a verle?
Me encontraba serena, con una paz interior que nunca había sentido.
Llegué hasta un banco, pero no me senté pues noté una presencia a mi derecha. Giré la cabeza y mi corazón palpitó alterado. Su silueta se encontraba delante de mí. Estaba de espaldas, podía apreciar el negro brillante de su pelo y su elegante porte. Estaba frente a mí, era él de verdad.
No dudé ni un segundo más, me acerqué todavía sorprendida y con algo de temblor en mi ser.
—¿T-tom?—pregunté quedándome detrás de él.
Mordí mi labio sin dejar de mirarle.
Levantó la cabeza al escuchar mi voz y lentamente se fue dando la vuelta hasta quedar de frente a mí. Nunca había sentido algo tan fuerte como lo que estaba sintiendo en aquel momento. Sus ojos grises me miraban, me miraban de nuevo. Una emoción inundó mi organismo, la tristeza, la añoranza, el amor, el deseo. Todo en mi interior era una bomba.
Me miró extrañado.
—¿Arlette?—preguntó frunciendo el ceño.
Sorbí mi nariz y sonreí tan fuerte que me dolieron las mejillas.
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Almαs Unıdαs · Tom Rıddle [3] ✔
Fanfiction[3] ||Si no habéis leído Almas Conectadas y Almas Encontradas no os recomiendo leer esta sinopsis, estáis advertidos.|| Arlette descubrió toda la verdad que ocultaba su pasado. Tras perder a Dumbledore, Harry y ella, junto a sus mejores amigos, deci...