8 - Carroñeros

7.2K 754 88
                                    

-Arlette-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Arlette-

Pasamos un par de semanas cambiando de ubicación cada noche. La rutina era la misma siempre, hechizos protectores y turnarnos las guardias. Lo que más nos afectó fue el hambre, ya que desgraciadamente dejamos de tener comida. La magia era estupenda, pero ésta no nos ayudaba a crear alimentos, por lo que teníamos que buscar por el bosque algo decente para poder alimentarnos.

Ron seguía herido, eso era una desventaja ya que le costaba más desaparecerse.

Con el tiempo todos se dieron cuenta que el guardapelo afectaba a nuestra actitud, aunque ya les avisé. Por lo que nos lo turnábamos cada doce horas. Al que más le afectaba era a Ron, el cual siempre estaba quejándose por todo, por la comida, por el aburrimiento, por el frío...

—¿Qué ocurre, Harry?—le pregunté.

Éste estaba sentado en el suelo de la tienda con la respiración agitada y varias gotas de sudor cayendo por su frente. Miré en todas las direcciones buscando a mis dos mejores amigos, pero Ron estaba durmiendo y Hermione había salido a vigilar.

—Lo he visto.

—¿Qué?—la preocupación era notable en mi tono de voz—¿Has dejado entrar a Tom?

Asintió con la cabeza todavía temblando. Le quité el guardapelo del cuello y me lo puse. Cada vez que Harry estaba en ese estado conectaba su mente con la de Tom, veía sus pensamientos y a veces era bueno, pero otras le afectaba bastante.

—No te preocupes, todo está bien. Cuéntame, ¿Qué has visto?

Me senté a su lado y esperé a que hablara. Hermione siempre le gritaba y se enfadaba con él por no cerrar su mente, pero yo comprendía a Harry. No dominaba la Oclumancia, además, su mente era demasiado frágil tras todas esas pérdidas que ha tenido a lo largo del tiempo.

—Ha encontrado a Gregorovitch, el fabricante de varitas—habló ya más tranquilo—Quién-tú-sabes quiere algo que Gregorovitch tenía. Pero no sé qué es, lo quiere desesperadamente. Como si su vida dependiera de ello.

Fruncí el ceño.

—¿Crees que es otro Horrocrux?

Negó con la cabeza y apretó los labios.

—No, es imposible.

—Tal vez sea un arma—dije todavía no muy convencida—Bueno, lo más lógico es que sea una varita, ya que la que utilizó noche del traslado se destruyó al enfrentarla contra la tuya. Quizás busque otra, una más potente.

Harry seguía con la mirada perdida, pero más relajado. Había dejado de sudar.

—Pero, ¿No era más sencillo que Ollivander se la hiciera? No sé, tú lo conoces mejor que nadie.

Asentí sonriendo de lado. No sabíamos qué buscaba, pero fuera lo que fuera no iba a ser nada bueno. Ron comenzó a quejarse por lo bajo, por lo que Harry fue a atenderle y yo me levanté de allí sin saber qué hacer.

Almαs Unıdαs · Tom Rıddle [3] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora