Almαs Unıdαs · Tom Rıddle [3] ✔

23 - Sensación familiar

-Arlette-

El roce de sus labios sobre los míos me producía un sentimiento placentero, sin embargo, aquella vez era distinto. Yo misma estaba vacía y sabía que aquel beso sería el punto y final, no podía hacerlo.

Me separé con cuidado y coloqué mi frente pegada a la suya todavía sin abrir los ojos. Apretaba con mis puños su camiseta, incluso sabía que varias lágrimas habían rodado por mis mejillas.

—Lo siento—murmuré separándome.

Retrocedí un paso y me giré, de nuevo frente a aquel espejo.

—El que lo siente soy yo, Arlette—dijo él tras una pausa de varios segundos.

Fruncí el ceño sin formular palabra.

—Mírate—dijo de pronto posicionándose detrás de mí. Alcé la cabeza y vi su reflejo—Necesitas descansar.

—¿Crees que aquí puedo descansar?—ironicé—Tu tía la loca me apuñaló literalmente por la espalda, los carroñeros nos masacraron hasta llegar a la Mansión y, bueno, si no aprendes a utilizar la legeremancia y recuerdas algo sobre mí frente al Señor Tenebroso probablemente estés muerto, sí, creo que podré descansar.

Escuché un suspiro mezclado con una pequeña risita.

—Incluso en momentos así sacas tu sarcasmo.

Me giré y le observé. Su rostro seguía igual de pálido, pero sus ojos brillaban de una forma especial.

—Prométeme que te cuidarás, Draco—dije con total seriedad. Él no contestó, se dedicó a observarme—Prométemelo.

—Te lo prometo—dijo a la defensiva.

—Prométeme que llegado el momento me dejarás ir—volví a hablar.

Su expresión cambió por completo al escucharme.

—No entiendo nada. Comprendo el ser no correspondido por ti, comprendo incluso que sigas defendiendo al estúpido de San Potter, pero todo esto no lo entiendo.

—¡Me estoy despidiendo, Draco!—grité, me desahogué.

Me sentía encajada dentro de una pequeña caja de cerillas, atrapada y sin aire. Con una sola salida, y tenía muy claro como tenía que abrir la puerta.

—¡¿Por qué debería despedirme de ti?!—aquella vez fue él quien gritó.

—Porque dentro de poco me verás de una forma diferente a la que me ves ahora.—me sinceré.

Era cierto. Tarde o temprano Draco iba a descubrir mi pasado con Tom, tarde o temprano iba a odiarme por mentirle y por ocultarle algo tan fuerte.

—Entonces cuéntamelo ahora—suplicó—Sé que llevas meses ocultándome algo. Lo noté muchas veces el año pasado, pero lo dejé pasar. Creo que ahora es necesario que lo sepa.