Almαs Unıdαs · Tom Rıddle [3] ✔

12 - El despertar

-Arlette-

Dolor. Oscuridad. Desasosiego. Unos ojos grises como el oscuro cielo en tormenta me envolvieron, llegué a sentir la paz bajo su brillo. Me sentí segura viendo su mirada, y de pronto la fría oscuridad me envolvió. Sentía el dolor surgir por todo mi cuero, desde mi columna vertebral hasta la punta de los pies. Estaba consciente, pero mi cuerpo no reaccionaba, era como si una fuerza mayor me impidiera abrir los ojos.

Y de golpe un sonido estridente hizo que todos los músculos de mi cuerpo se reactivaran. Me incorporé a toda velocidad y tomé una gran bocanada de aire con temor de no poder volver a hacerlo. Miré en todas direcciones y me tranquilicé al ver la estancia.

—¿Hola?—escuché una voz fuera.

Observé la puerta de la tienda que habíamos estado utilizando los últimos meses esperando a que alguien entrara por ahí. Tenía frío, un frío interno que no podría quitarme en mucho tiempo. Con mucho cuidado intenté ponerme de pie pero un sonido en mi tobillo y una ola de dolor hicieron que me detuviera. Escocía como mil diablos.

—¿Arlette?—volvieron a preguntar, pero esa vez entró mi mejor amiga quitándose los restos de nieve del pelo.

Pisándole los talones andaba Harry algo desorientado.

—¿Qué ha pasado?—pregunté todavía con la respiración entrecortada.

—Conseguimos huir, pero no fue fácil—comenzó a explicar Hermione—te diste un golpe muy fuerte en la cabeza y Quien-vosotros-sabéis estaba ahí. Lo importante es que ya estás bien.

Fruncí el ceño procesando toda la información.

«¿Tom había permitido mi marcha sin pegas?»

—¿Cuánto hace que salimos de allí?—volví a preguntar intentando colocarme de pie de nuevo pero Harry se acercó corriendo para tenderme el brazo y poder sujetarme.

Volví a sentarme de golpe al sentir el dolor.

—Unos días—respondió el azabache—has estado inconsciente todo este tiempo, aunque murmurabas cosas...

—¿Qué cosas?

—Repetías el nombre de Tom sin cesar—rebatió Hermione apartando la vista.

Apreté los labios sin saber qué decir. Ella me había visto hablar con Nagini en pársel, me vio gritarle a Tom y escuchó mis murmullos.

Solo de pensar en la gran explicación y el enfado que iba a coger me dolía la cabeza.

—No debimos ir a Godric's Hollow—fue lo único que dije recargándome sobre el respaldo de la litera.

—Fue culpa mía, Arlette—dijo Harry con el rostro de arrepentimiento—Lo siento, nada habría pasado de no ser por mi estupidez.

Asentí dándole la razón. No iba a negárselo para que se sintiera bien, era verdad que había sido culpa suya y en cierto punto también mía por aceptar ir.