Hush➳JaeSung; NCT

ix.

—¡Papá!—gritó una vez me vio en el marco de su puerta. Se acostó sobre el colchón y trató de esconder su rostro bajo un peluche.

—Acaban de salir... ¿o te referías a mi?—traté de bromear, pero por lo visto se lo tomó en serio puesto que hizo un gesto de asco, sacando la lengua.

—Les dije que quería estar solo...—lo divisé hacer un puchero bajo el cojín.

Ah, tan lindo.

Me senté sobre el colchón, sintiendo mi corazón rebotar en mi pecho. La situación estaba haciéndome puré los nervios y lo hacía aún peor el no saber porqué.

—Eso no es cierto. No quieres estar solo, tan solo no quieres verme.

Parece que di en el clavo con mi comentario, aunque nunca lo pude averiguar.

Se sentó sobre el colchón, como indio, quedando frente a mi y manteniendo fuerte su abrazo al peluche, quien reposaba sobre su pecho.

Parecía perdido. Sus ojos se mantenían bajos y sus manos se aferraban con tal fuerza que pude contemplar sus nudillos volverse blancos. Este no era Jisung. O estaba hablando con otra persona o había algo que le hizo cambiar su actitud de la noche a la mañana.

—¿Me equivoco?—decidí aventurarme.

Agaché mi cuerpo lo máximo para hacer que nuestras miradas chocaran. Mis ojos se encontraron con los suyos y pude ver cómo titubeaba.

Una de mis manos se acercó a las suyas, encerrándolas suavemente. Acaricié con mi pulgar su piel por unos instantes y finalmente fui testigo de cómo la tensión en sus hombros apaciguaba.

—¿Tiene que ver con el beso que nos dimos ayer?

Ya está. Lo había soltado sin pensar y seguramente la había cagado, puesto que su mirada se levantó al instante.

—Hyung...—balbuceó, quedando en el aire.

Me enderecé. Le había atinado.

—Si ese es el caso, necesitas despreocuparte.

—¿Eh?—dejó su cojín a un lado, no entendiendo.

Apreté los labios y lo atraje hacia mi. Mis manos llegaron a su nuca, donde me aseguré de otorgar caricias con mis dedos, sintiéndolo relajar bajo mi tacto. Mi dedo índice delineó su oreja con suavidad. Lo oí suspirar y me acerqué más hacia él.

—No te preocupes por eso, Jisunggie.

Nos dejé caer a ambos sobre la cama, quedando frente a frente, el aún con la mirada gacha y yo aun con mis manos abrazando su cuello.

—Está bien que no te haya gustado, después de todo, quizá no soy tan buen besador...

—¡No es eso, hyung!—me cortó haciéndome sonreír, así que si le había gustado.

—¿Entonces?—enredé mi dedo en su cabello.

—Fue bueno...

Mordí mi labio.

—¿Bueno para ser tu primer beso?

—No es eso, realmente me gustó... y ese es el problema. No quiero que las cosas cambien entre nosotros... No quiero que nos volvamos incómodos a causa de ese beso.

—Sentí lo mismo una vez empecé a darte piquitos, Jisunggie... Y no cambió nada—mi mano acarició su mejilla—. Un beso no cambiará nuestra amistad. Yo te sigo queriendo al igual que siempre, y estoy seguro que tu aun me quieres.

—¡Sí! ¡Claro que te quiero! ¿Cómo podría no quererte? Es solo que...

¿Realmente sería un mísero "solo"? Porque para mi la situación parecía tener motivos en mi contra a cada segundo que pasaba.