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Sabía que esta farsa no duraría mucho, así que decidí disfrutarla al máximo.

Seguimos compartiendo un par de besos más, que fueron escalando la intensidad. Sentí como Jisung empezaba a dejarse ir con el ritmo, y pronto ya lo tenía suspirando entre mis brazos.

Me separé un segundo a recuperar el aliento y lo contemplé en la mejor escena posible. Sus labios se hallaban hinchados, rojos y húmedos, entreabiertos. Su respiración era irregular, su cabello estaba desordenado y caía sobre su frente y sus ojos sellados.

Se veía tan bien que no lo podía soportar.

Escalé sobre él, colocando mis piernas a ambos costados de su pelvis y me sostuve frente a su rostro con ayuda de los codos.

Me aventuré a sus labios nuevamente, pero antes de besarlo decidí probar sus labios. Mi lengua delineó sus comisuras, pasando por el labio inferior y el superior. Besé una última vez suave, antes de sentir como su boca le abría paso a mi lengua, donde pude sentir la suya.

Sus manos fueron a parar a mi nuca, enredando sus dedos en mi cabello y jalando de vez en cuando. Me estaba volviendo loco. Jisung no tenía ni la mínima idea de en lo que se había metido una vez me permitió seguir besándole.

En menos de veinticuatro horas, sus labios se habían vuelto mi droga. Ya no lograba imaginarme sin estarlo besando. Sabía que esta práctica se haría costumbre entre nosotros, o por lo menos lo sería cuando estuviéramos solos.

Lo sentí jadear una vez atraje con mis dientes su labio inferior, lo solté y volví a atacar su boca, tomándome el gusto de ser lo más invasivo posible.

Sin estar al cien por cien consciente (porque seamos sinceros, ¿Quién en su sano juicio estaría en sus cabales teniendo a Jisung a su merced? Nadie), una de mis manos fue a parar al borde de su camiseta, justo sobre su abdomen. No sabía que estaba pasando, era como si mi extremidad tuviera vida propia.

Mi dedo índice se abrió camino debajo de la tela, acariciando tímidamente sus oblicuos. Mi mano completa se introdujo unos momentos después, y con mis dedos empecé a delinear su piel. Tracé sus costillas, su hueso de las caderas, y su abdomen.

Pensé que se quejaría o cualquier cosa, pero jamás esperé que, una vez mi dedo rozó su pezón por accidente, soltara un sonido como ese con su garganta. Había gemido.

Me separé de su cuerpo, analizando la situación, manteniéndome sobre él. Abrió sus ojos y pude divisar como se volvía colorado y su mueca mostraba total vergüenza.

Reí contemplándolo. Tan lindo.

Acto seguido un sonido en la planta baja nos alertó, y tan solo unos segundos después su madre abrió la puerta. Tuve suerte de reaccionar antes y tan solo dejarme caer al lado de Jisung, donde lo abracé.

—Ya trajimos la comida.

—Ya, mamá, bajamos enseguida—respondió Jisung.

Su madre nos dedicó una amable sonrisa antes de retirarse.

Miré a Jisung, haciendo que nuestros ojos se encontraran y soltáramos una carcajada. Eso había estado cerca.

—¿Ya se abuenaron?—preguntó su mamá luego de vernos a ambos sentar en la mesa.

Habíamos quedado separados solo por el largo mesón y gracias a ello aún podía contemplar el tono sonrosado de sus mejillas. Mis comisuras se elevaron sin poder evitarlo.

—Algo así—respondió Jisung.

—Qué bueno, mi vida. No soportaría que ustedes dos pelearan y no volvieran a ser amigos—su madre le acunó el rostro.

—Imagínate, mi cielo, a mi el día ya se me hizo largo sin saber de Jaemin, quizás como sería si dejaran de ser amigos... ¡Ah, no quiero ni pensarlo!—su padre nos repartió platos.

—¡Sí, mejor no pensemos en eso!—su esposa le dio la razón, sentándose finalmente en la mesa.

Ambos padres quedaron en las cabeceras y Jisung y yo quedando en medio, frente a frente.

—A mi igual se me hizo largo el día. Supongo que soy algo apegado a mi Jisunggie—respondí en una risa.

—A mi igual...—comentó Jisung en una voz baja, voz que era bastante probable que tan solo yo hubiera podido escuchar.

Mis pies fueron a parar al suyo, donde empecé a repartir caricias que fueron desde la altura de su tobillo hasta llegar a sus muslos. Él comenzó a removerse incómodo en la silla, seguramente le estaba dando cosquillas y eso simplemente me motivó a seguir haciéndolo.


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hola! no tenía planeado subir, pero puesto que no he estado muy bien anímicamente pensé que subir esto me subiría un poco el ánimo, así que a ver que tal...

por cierto, hace nada cambié el portátil y ahora no me deja usar word libremente porque me pide licencia, yo ni buta idea de que se tenía que pagar el word en el antiguo notebook no me pasaba :( ya no sé en que más escribir, tipo tengo todo escrito en word y como no tengo licencia no me deja abrirlo... ¿qué hacer? por favor dejen buenas vibras, que últimamente todo me sale mal

gracias por leer!

Hush➳JaeSung; NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora