Encerré las orejas de Jisung con mis manos, acariciándolas con la punta de mis dedos, mientras suspiraba en medio del beso.
No significaba mucho, ¿cierto? Después de todo, no era mi primera vez, aunque sí que lo era con un hombre. Así que lo quiera o no, era una experiencia totalmente nueva para mi, y también para él. Sobretodo para él.
No sabía con exactitud cómo se sentiría Jisung al respecto. Sabía que lo de la noche anterior le había quedado gustando, después de todo, no dejo de darme ojitos el resto del día, también cuando nos encerramos en el baño de Chenle.
Me saqué la camisa, sintiendo como sus ojos me recorrían de arriba a abajo. Sus dedos llegaron a los chupetones, desde el más alto siguiendo la cadena hasta mi pelvis.
—Están morados—soltó.
Me deshice de su camiseta, haciendo que levantara los brazos y posteriormente lanzarla a cualquier lado de la habitación.
—Sí, eso pasa—repartí besos en su cuello, sintiéndolo temblar bajo mi tacto.
Él suspiraba casi con dolor, de alguna manera, o eso quise suponer. Estaba demasiado acostumbrado a ese sonido que ya lo había asociado a mi misma personalidad, ya que no podía evitar soltarlo cada que sentía a Jisung cerca.
—Debes de haberle hecho chupones a mucha gente, hyung...
Negué, acariciando su labio con mi pulgar.
—No es así, bebé. No soy fan de los chupones.
—¿Y en ese caso por qué...?
—Porque todo es diferente cuando estoy contigo, Jisunggie...—volví a chocar nuestros labios.
Era una especie de tortura para mi, pero a la vez me encantaba y lo disfrutaba de manera muy egoísta, porque sabía que lo quería, y que estoy dispuesto a todo con tal de probar algo de él. Era sumamente egoísta de mi parte, tomarlo todo de Jisung solo por unos instantes, porque después la nubes desaparecían del cielo, y lograba toparme con la cruda realidad.
Había construido mi actuar en base a una farsa. Succioné sin darme cuenta todas las emociones de Jisung, esperando quedarme con aunque fuera un tercio de estas, porque sabía que mis verdaderos sentimientos, ocultos bajo llave en mi corazón, no eran para nada buenos.
Jisung debía de pensar en mi como su querido hyung (o eso esperaba). Como alguien en quien se puede confiar incondicionalmente, aún si de esconder un cadáver se tratara.
Era todo un mentiroso, en su máximo esplendor. Yo era todo lo contrario a confiable, siquiera amable. Era un ser egoísta que no le importaba hacer añicos su corazón con tal de tener cinco segundos de satisfacción.
Nunca supe cuando yo había quedado en tan solo ropa interior, pero volví a la realidad una vez tuve que poner esfuerzo para desabrochar el cinturón de Jisung. Lo lancé lejos y desabotoné sus jeans, bajando el cierre y posterior toda la tela por sus piernas.
Esto era, para mi desgracia, mucho mejor de lo que lo había imaginado.
Su piel ya de por sí era suave, pero sus muslos hacían una clara diferencia. Era tersa, de esa que te provoca acariciar con cada parte de tu cuerpo. Y es más, logré morderlo en un punto de la noche, dejando una marca que esperaba que solo nosotros pudiéramos ver.
Me coloqué sobre Jisung, después de unos instantes de batallar encontrando un condón neutro, al igual que el lubricante (que va, no sabía mucho sobre cómo hacerlo con un hombre, pero después de todo no era tarado y podía defenderme).
—¿Estás listo, bebé?—hablé sobre sus labios, sintiendo el sudor caer por mi nuca.
Sus manos se aferraron a mis hombros.
—Sí, hyung—respondió luego de besarme suavemente.
No hizo basta más para que yo entrara, con suma delicadeza y sintiendo su cuerpo tensarse bajo el mío. Mordió su labio inferior con suma fuerza que supuse que podía comenzar a sangrar. Apretó sus ojos, jadeando con dolor. Unas pequeñas gotas salieron de sus ojos y les sequé rápidamente.
—Podemos parar si no te gusta, bebé...
—No, no... Sólo... espera un poco...—logró articular con dificultad.
—De acuerdo.
Aún no lo introducía por completo, es más, faltaba más de la mitad, y mi cuerpo me estaba jugando una mala pasada, diciéndome que lo metiera de una sola estocada. Afortunadamente me preocupaba más Jisung que mi mismo, así que logré soportarlo hasta que me indicó que siguiera.
Pegué mi frente con la de el, sintiendo un peso menos sobre mis hombros, una vez logré entrar por completo. Me mantuve un rato más así, esperando su visto bueno para que comenzara a moverme, cosa que no muy lejana.
Cerré mis ojos, sintiendo el tiempo pasar y ya no pudiéndolo soportar ni un segundo más. Había puesto lo mejor de mi para que no saliera a la luz, sin embargo lo dejé salir en un mísero despiste.
—Me gustas, Jisung—susurré sobre sus labios.
—¿Qué...?—sus ojos se abrieron con total sorpresa, mientras yo continuaba el movimiento, sintiendo como el clímax amenazaba con llegar.
—Lo que oíste. Te amo, Jisung... Estoy enamorado de ti...
Definitivamente estaba condenado.
no tengo ninguna duda de que esta esta única fanfic que actualizo seguido
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Hush➳JaeSung; NCT
Fiksi Penggemar❝Jaemin nunca había probado lo mal que sabía el silencio, hasta ahora.❞ ↬romance/comedia/fluff ↬homosexual (jaemin x jisung) ↬capítulos cortos ↬escenas y lenguaje explícito [ bemycorean© | 2020 ]