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Mi pulso cambió y me pellizqué el brazo sin poder creer lo que había escuchado.

—¿Qué?

—No me desaparecí porque hayamos tenido sexo, tampoco por los besos y esas cosas... Me separé porque no sabía si creer lo que había oído esa noche.

Me calmé un poco, sintiendo un peso menos en la espalda y atento a lo que decía, medio sin poder creerlo.

—Esa noche dijiste que me amabas, que estabas enamorado de mi y yo... Yo siento lo mismo por ti, hyung. Pero no quise creer que lo decías en verdad, quiero decir... ¡Dios! ¡Hasta piensas que el hecho de que cogiéramos es el problema! ¡No tiene nada que ver ni de cerca!

—Jisung...—fue mi turno de titubear.

—Me nublé en ese momento, pensé que lo decías para mejorar el ambiente o que sé yo, pero no te creí y eso fue precisamente porqué me alejé. No podía soportarlo más.

—¿Pensaste que te estaba mintiendo?

—¡Al contrario! Pensé que solo estabas manteniendo la promesa que me hiciste cuando comenzamos este asunto. Donde me pediste que confiara en ti, que nuestra amistad jamás cambiaría por esto. Pensé en eso y no pude soportarlo más, Jaemin. ¿No lo entiendes?

—¿Entender qué?

—¡Yo no quiero ser tu amigo! ¡No quiero eso! ¡Yo quiero ser tu novio! Quiero que... me presumas frente a los chicos, que salgamos tomados de la mano, que tengamos citas, que sigas cuidando de mi como lo has hecho desde siempre... Quiero que me beses, que tengamos sexo y quiero que puedas decir frente a todos que soy tu novio y que me amas con la misma locura con la que yo te amo a ti, Na Jaemin.

Ese fue el momento cuando mi alma abandonó mi cuerpo y juro que pude sentir las nubes con las yemas de mis dedos.

Realmente estaba en shock, no lograba aceptar que no lo había sacado de mi imaginación y que realmente el mismísimo Park Jisung estaba plantado frente a mi, declarándose con una autenticidad que jamás vi en él.

Mi cuerpo definitivamente no daba crédito.

—Jaemin, yo... Solo quiero que me perdones y que me permitas enamorarte como corresponde. Jamás volveré a hacerte sufrir, y de hacerlo tienes permitido cortarme las pelotas—no pude evitar reír, ganándome una sonrisa aliviada de su parte—. Solo quiero que me des una oportunidad.

—¿Cómo estás tan seguro de que una oportunidad será suficiente?

Mordí mi labio inferior, sintiendo mi corazón latir de tal manera que amenazaba con salirse de mi pecho.

Su mano tomó la mía, atrayéndome hacia su cuerpo, donde me sostuvo por la cintura.

—Te amo, Jaemin. Estoy completa, total y enloquecidamente enamorado de ti. Solo perdóname por esta vez...

Reí, negando con la cabeza y sintiendo mis mejillas sonrosarse.

—Sí, pero, Jisung... El tema es que... yo te amo más—nuestros ojos se encontraron y el rió, rodando los ojos.

Mis manos se encerraron en sus orejas, acariciando con la yema de mis dedos mientras él, de manera tímida, me depositaba un beso en los labios.

Sonreí sin poder evitarlo, impidiendo que escapara y volviendo nuestro beso más profundo, mientras ladeaba la cabeza. Sus manos soltaron mi cadera, llegando a la altura de mi pecho y aferrándose al cuello de mi camisa como la primera vez que nos besamos.

Nos separamos luego de un rato, ambos con una sonrisa de oreja a oreja y el color rojo tatuado en la piel.

¡A la mierda la terapia! Park Jisung me quería de vuelta y eso era tratamiento más que suficiente (obviamente no iba a abandonar las sesiones, pero ustedes entienden).

—¿Te parece si continuamos con esto arriba?—solté, aspirando el olor de su cuello.

Soltó una risa antes de responder.

—Esperaba que lo dijeras.


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Hush➳JaeSung; NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora