iv.

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Esa tarde fue la que dio inicio lo que serían las vacaciones más alocadas que había experimentado en mi vida.

Jamás podría olvidarme de esa tarde.

Habíamos llegado a la altura de la tienda de conveniencia y la conversación parecía no quererse acabar.

—¡Jisung me tienes enfermo! ¿Qué te parece un trato para que dejes de llorar?—Renjun grito, cansado—Te compro papitas si lo besas, con lengua y todo.

¿Qué?

—Y yo refresco, pero tiene que durar mínimo tres minutos—soltó Lucas.

¿Había escuchado bien?

Oí a Jisung tragar y supe que lo estaba pensando seriamente.

A mi no me molestaba en lo absoluto, al contrario, casi hasta me daba curiosidad. Nunca me besé con Jisung y me preguntaba como se sentirían esos labios sobre los míos más de un segundo. Pero necesitaba saber cómo se sentía él al respecto. Dar su brazo a torcer de aquella manera sería muy básico para él, incluso si se trataban de sus papitas favoritas.

Me quedé viéndolo un rato, ansiando su respuesta, la cual imaginé sería negativa.

—Bien—asintió—. Lo haré.

¿Qué?

Me quedé helado unos segundos, pensado. ¿Era capaz de hacer todo esto por unas papitas? ¿Tan poca dignidad tenía o lo hacía por otras razones?

Reí, acercándome a Jisung.

Por favor, Jaemin, ¿qué otras razones podrían ser? Tan solo quiere comer y no se le hace tan horrible la tarea de besarte para conseguirlo. Sí, eso debía ser.

—¡Cronometró listo!—anunció Renjun.

Afirmé el rostro de Jisung entre mis manos, provocando que nuestros ojos chocaran. Algo en su mirada me decía que estaba jodidamente nervioso, y fue allí cuando recordé que Jisung nunca había dado su primer beso.

Yo sería su primer beso.

Sonreí de oreja a oreja, inevitablemente, viéndolo sonrojar bajo mi tacto. Sus manos se aferraron a mi nuca y se enredaron en el cuello de mi camiseta.

Mis ojos vagaron por todos los demás: Renjun y Jeno esperaban dar la partida, Chenle se hallaba saltando, Mark había ido a no sé dónde y finalmente Lucas, Jungwoo y Haechan parecían inmiscuidos en la situación.

Cuando mi mirada se encontró con la de este último, Haechan me guiñó un ojo. No supe muy bien qué quiso decir, sin embargo reí y volví hacia Jisung.

Se encontraba totalmente intimidado, sentía que podría ponerse a llorar en cualquier segundo, no obstante parecía no querer abandonar la prueba.

—Uno, dos y... ¡Tres!

Sin más atraje todo lo que pude a Jisung y nuestros labios se chocaron. No fue tan satisfactorio como pensé, puesto que prácticamente habíamos chocado y este no parecía querer relajar su cara.

Si seguía así no sabía cómo podría aguantar tres minutos.

Decidí instruirlo, así que una de mis manos encerró su oreja, acariciando su mejilla con mi otra mano. Incliné mi cabeza a un costado y me aseguré de hacerle saber que solo tenía que seguirme.

Finalmente sentí como su tiesa expresión cedió y por fin logré sentir verdaderamente sus gruesos labios tocarse con los míos. Ahora si la situación estaba mejorando.

Sus labios eran suaves, totalmente húmedos por una capa de saliva que yo había dejado. Empecé a moverme suavemente sobre sus labios, incitándolo a seguir el ritmo, cosa que no le costó mucho.

Sus manos bajaron a mi pecho, afirmándose en mi camisa. Las mías se hicieron camino a su cuello y enterré mis dedos en su cabello.

¡Dios! ¡Jamás imaginé que se sentiría así de bien!

Mi lengua delineó su labio inferior, haciéndole entender que entreabriera su boca. Lo hizo y nuestras lenguas lograron chocar. Si el reto de Renjun era totalmente en serio, me aseguraría de que todo el mundo se enterara de que le estaba metiendo la lengua hasta la campanilla.

Mordí su labio inferior, inclinando su cabeza al lado contrario antes de separarme un poco para recuperar el aliento. Lo sentí jadear y aquello me empujó a volver a atacar su boca.

No sabía cuánto rato llevaba besándolo, solo sabía que me estaba gustando mucho más de lo que esperaba, y por lo visto a Jisung igual, puesto que se mantenía aferrado a mi cuerpo como si no quisiera que me separara.

Aquello me motivó de sobremanera a continuar, así que sonreí entre beso y dejé que mi lengua volviera a adueñarse de su cavidad bucal.

—¡Chicos! ¡El cronometró ya sonó! ¡Ganaste, Jisung! ¡Pueden separarse!—sentí a Renjun gritar a la lejanía.

Estaba idiota si creía que yo una vez probar los labios de Jisung como era debido, lo iba a dejar escapar así como así.

Retuve a Jisung por otros instantes contra mi cuerpo, asegurándome de mordisquear, lamer y besar todo lo que podía para no quedar con las ganas en un futuro. Por lo visto nunca se enteró de que ya había terminado el tiempo, pues seguía eclipsado por mis movimientos.

—¡Jaemin, Jisung! ¡Paren!

Aquel grito fue el golpe necesario para que Jisung pareciera volver a pisar la tierra, quien abrió los ojos y se separó de un empujón. Me tambaleé un poco.

Sus mejillas estaban más sonrosadas que en cualquier otro momento, y mientras con su muñeca se limpiaba cualquier rastro de saliva de sus labios, yo solo pude pensar en lo lindo que se veía.

Bueno, en realidad Jisung siempre era lindo.

heY! espero que se encuentren bien y además de decirles que gracias por llegar hasta aquí me gustaría que echaran un ojo por mi portafolio gráfico en mi perfil, ya que hice una especie de au otome con esta historia

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Gracias por leer!

Hush➳JaeSung; NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora