xxiv.

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Me adentré al inmenso baño, esperando liberar mi vejiga de una vez por todas.

De todos los baños que había visto este definitivamente era el más grande, el techo era alto y una extensa tina se formaba en medio, y a su lado una regadera y una puerta que seguramente daba al sauna.

Cerré la puerta y me dirigí a la taza, levantándola y logrando zafar de esa molestia.

Ya habíamos estado nadando bastante, y después de la merienda no pude soportar más mis ganas de mear, así que me escapé del grupo mientras todos asentían.

Me subí los shorts y tiré la cadena, una vez terminé. Caminé hasta el lavamanos y tomé un poco de jabón antes de sentir como golpeaban la puerta.

—¿Jaemin hyung?—era Jisung.

—Pasa, ya terminé—respondí.

Abrió la puerta, encontrándome a media lavada de manos. Cerró la puerta tras él y se dirigió al inodoro.

Me sequé las manos con la toalla y volteé hacia él, quien estaba terminando de mear.

—Por favor no me juzgues, los demás baños estaban ocupados—pidió tirando la cadena.

Me rasqué el casco.

—No he dicho nada.

—Bien—se acercó al lavamanos.

Me alejé de él, dándole un agarrón a su trasero una vez pasó por mi lado. Me senté en el borde de la tina, contemplando su reacción.

—¿Te enojaste?—me burlé.

Frunció su ceño, también su nariz se arrugó y aquello me pareció de lo más tierno.

Se secó las manos y volteó hacia mi una vez terminó. Alcé mis cejas, esperando su respuesta, pero pareció pensarlo unos instantes.

Caminó hacia mi, posicionándose en medio de mis piernas.

—¿Qué sucede, bebé? ¿Quieres un besito de tu hyung favorito?—pregunté con un tono de diversión.— Ah, Jisung, si solo es eso puedes pedirlo—cerré mis ojos y estiré la trompa hacia él.

Sus manos tomaron mis mejillas y depositó un pico sobre mis labios.

—¿Mejor?—abrí mis ojos.

Negó con la cabeza.

—Aún no—volvió a darme un piquito, y luego otro, y otro, y otro.

Ya para el último se mantuvo un rato, transformándolo en un beso. Sus dedos se enterraron en mi cabello, acercándose aún más a mi si eso era posible.

Por efecto (y sorpresa) me caí dentro de la tina. Él, sin desaprovechar, se subió sobre mi, quedando con sus rodillas a ambos lados de mi cuerpo.

Su lengua se adentró en mi boca y no pude evitar gemir. Era la primera vez que hacía eso por iniciativa propia, y eso más que disgustarme, me enloqueció.

Con uno de sus brazos rodeó mi nuca atrayéndome aún más a él. No parecía querer separarse, por nada al parecer, ni siquiera por falta de aire que yo ya comenzaba a experimentar.

Mordió mi labio inferior con una sensualidad que no sabía que tenía. Definitivamente este día Jisung me estaba sorprendiendo gratamente, y si no lo conociera apostaría que sus intenciones serían otras.

Lo separé una vez sentí que me quedaba sin aire, y al parecer él también lo experimentó, pues quedamos exhalando un rato.

Nuestras frentes y narices se tocaban entre ellas, mientras las respiraciones se mezclaban en una.

Selló sus ojos, aferrándose a mis hombros descubiertos con sus grandes manos. Por mi parte escudriñé cada parte de su rostro, desde sus sonrojadas mejillas hasta sus brillantes y rosados labios, producto del beso.

—¿Mejor?—volví a preguntar, mordiéndome el labio.

Negó con su cabeza un par de veces.

—Aún no—volvió a atacar mis labios.

Este niño definitivamente quería matarme.

Me dejé llevar unos instantes más, mientras mi mente no podía evitar dejar de pensar en lo mal que esto estaba. Simplemente me estaba ilusionando, una y otra vez, a mi mismo.

Sabía que Jisung era solo mi amigo, y que le gustaba besarme por alguna razón, la cual apostaba que era calentura o inexperiencia, o, ¿por qué no? Una extraña mezcla de las dos.

Lo sentí moverse sobre mi, esperando lograr esa distintiva fricción. No tenía ni idea que era lo que quería hacer este niño. Pareciera como si nuestro "encuentro" de ayer le hubiera quedado gustando, tanto así que hasta pensó en porqué no hacerlo en el baño de la casa de su mejor amigo.

Una de mis manos se aferró a su muslo, metiendo mis manos bajo el short de baño, mientras que la otra apretaba su musculosa en un puño, intentando sacar autocontrol de alguna parte de mi ser.

Sus pulgares se encontraron alrededor de mi cuello, donde empezó a apretar de vez en cuando, mientras seguíamos la sesión de besos.

Lo separé luego de unos instantes, recuperando el aliento y riendo.

—Oye, Jisunggie, está bien que quieras acción ahora pero tendremos que hacer algunas muchas explicaciones posterior a eso.

Sonrió, mordiéndose el labio y asintiendo.

—Bien, entonces vamos, ya se deben de estar preguntando que nos tramamos—intenté levantarme, pero Jisung me mantuvo bajo él, enseriando su gesto.

—Hyung...

—¿Mm? ¿Qué sucede, bebé?—le acaricié la oreja, mientras sus manos se caían sobre mi pecho.

—De ahora en adelante, hyung... solo mírame a mi...—su nariz chocó con la mía, simulando un beso esquimal por el cual no pude evitar derretirme.

Asentí, riendo suave.

—Ya lo hago, Jisunggie...—susurré sobre sus labios.

Y ese, precisamente, era el problema.


yo ahora: doble actualización nocturna

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yo ahora: doble actualización nocturna... ¿por qué no?

espero que les haya gustado el cap tanto como a mi y gracias por leer!

Hush➳JaeSung; NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora